En medio del árido desierto de Coahuila, Cuatrociénegas se convirtió en un escenario insólito para admirar el eclipse solar total que oscureció una parte de los cielos de México durante más de cuatro minutos, el pasado 8 de abril. Hacía más de 33 años que la totalidad de un eclipse no transitaba por tierras mexicanas; la próxima vez que este evento celestial ocurra de nuevo, será en 2052. Texto y fotos: Erick Pinedo.
Estar en la ruta de la totalidad ofrece una experiencia extraordinaria: las temperaturas bajan, los animales reaccionan como si fuera el atardecer, y se pueden observar fenómenos como la corona solar, las perlas de Baily y, a veces, estrellas y planetas visibles en pleno día. Es por ello que los paisajes de Cuatrociénegas, con sus minas de mármol, dunas de yeso y ríos cristalinos, añadieron un ambiente surrealista a la experiencia bajo la sombra de la Luna.
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Una colaboración cósmica
En respuesta al majestuoso espectáculo del eclipse solar, la empresa Origen, el hotel Serenna y Hacienda 1800 organizaron “Eclipso”, un festival diseñado para honrar la magia del eclipse solar en el desierto. Con una impresionante alineación de músicos y chefs de renombre, esta experiencia multisensorial elevó el espíritu de los asistentes con conciertos en vivo, arte, actividades de sanación, cocina y naturaleza bajo uno de los pocos cielos oscuros que quedan en México.
Desarrollando como complemento a las opciones de hotel, el glamping se ha incorporado como una opción exclusiva para los viajeros que buscan una experiencia más cercana a la naturaleza; los precios oscilan entre 4,000 y 8,000 pesos por noche, por persona, e incluyen acceso a los parques naturales de Cuatrociénegas para disfrutar avistamiento de estrellas, fogatas, paseos en kayak y desayunos junto al río.
Sin embargo, entre las impresionantes formaciones geológicas, conversaciones científicas y culturales, rituales ancestrales y experiencias gastronómicas del norte mexicano, el punto culminante fue, sin duda, la totalidad del eclipse solar. En un telón de fondo casi onírico, en silencio total, la Luna cubrió por completo el astro solar mientras se encendía un anillo de diamante en el cielo. Con la oscuridad total sobre nosotros y un atardecer momentáneo alrededor, las gotas de luz que se asomaban por el contorno lunar provocaron una que otra lágrima a más de uno. Los estados que estuvieron en total oscuridad por el eclipse solar fueron: Sinaloa (Mazatlán), Durango y Coahuila.
Los ecos del eclipse solar total
Además del espectacular eclipse solar, los otros protagonistas del festival fueron el tradicional cabrito a las brasas de Juan Ramón Cárdenas, del restaurante Don Artemio, en Saltillo; el tostón de plátano verde con atún de Ensenada, salsa Macha y mosto de tamarindo de Daniela Mier, propietaria de Rizoma en Villahermosa, Tabasco, y el taco de molleja de res de Gabriel Meléndez, conocido por su cocina innovadora en BRASSA, Torreón.
También estuvieron Pedro Gentiloni, co-fundador de Il Mercato Gentiloni en Saltillo, Anuar Yutani, del Festival de la Carne Asada en Sabinas, y Daniel Peña, de Hacienda 1800, quien presumió su pasión por la cocina norestense. Por otro lado, el vino y las bebidas espirituosas estuvieron representadas por Casa Madero, Tribos y Scielo Mx, de Parras, Coahuila; San Juan de la Vaquería, de Saltillo, y bebidas como Nocheluna, el sotol de Chihuahua propiedad de Lenny Kravitz, que maridaron perfecto los alimentos que disfrutamos en conjunto con el espectáculo del eclipse solar.
Por si fuera poco, el festival contó con la presencia de destacados artistas internacionales como el legendario saxofonista Scott Page, reconocido por su trabajo con Pink Floyd, Supertramp y Toto. Además, Los Ramdoms, Sonido Sinvergüenza y los DJs Pahua, Sinego y Bora Uzer animaron el escenario con una atmósfera energizante, perfecta para la tarde de eclipse solar.
