Solo los verdaderos amantes del mazapán sabemos la paciencia y arte que implica retirarle la envoltura sin romperlo, pero ¿sabías que cada 12 de enero se celebra el Día Mundial del Mazapán? Así como lo lees, y para unirnos a la celebración de este dulce, aquí te contamos dónde se originó y por qué. Fotos: Adobe Stock. 

 

¿Cacahuate o almendra?

 

Antes de entrar de lleno en el origen del mazapán, hay que aclarar una interrogante primordial: ¿el original está hecho de cacahuate o almendra? La respuesta es almendra. La receta original de este tradicional dulce indica que debe ser elaborado con azúcar, huevo y almendras. El cacahuate es un ingrediente que se agregó muchos años después en una receta modificada en el estado de Jalisco.

 

Mazapán de almendra

 

 

Mazapán: de Europa para el mundo

 

Pero hablando del mazapán original, su origen se remonta a España, a la ciudad de Toledo. Específicamente, se considera que su cuna es el Convento de San Clemente, y que fue inventado tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

Sin embargo abundan otras leyendas alrededor del origen de este postre. En algunas se cuenta que el mazapán apareció a raíz de un postre griego elaborado con pasta de almendra y miel. Otros aseguran que el mazapán llegó a Europa con la invasión musulmana de la Península Ibérica en el siglo VIII.

 

Toledo, España

 

 

La versión mexicana

 

Y aunque el mazapán ya se conocía en México, no fue hasta 1950 cuando este dulce cobró popularidad en el país  gracias a la empresa jalisciense De la Rosa. Ellos crearon una receta diferente, donde el ingrediente estrella es el cacahuate, llevando esta nueva creación al país entero y extendiéndola por Latinoamérica.

Hoy en día ya existen versiones de este dulce cubierto de chocolate, con leche en polvo, nacarados, con frutos secos y hasta otros elaborados con pepita de calabaza.

 

Mazapán de cacahuate

 

 

Datos curiosos sobre el mazapán

 

Finalmente, no podemos cerrar sin pasarte algunos de los datos curiosos alrededor de este dulce.

En agosto de 2019, De la Rosa elaboró el mazapán de cacahuate más grande del mundo en Guadalajara, Jalisco. Durante casi cuatro horas, cien personas se encargaron de preparar este mazapán gigante de 3 metros de diámetro y 120 centímetros de alto.

El segundo dato curioso seguro también te sorprenderá: en México, en un solo día se elaboran más de 10 millones de mazapanes para consumirse tanto en territorio nacional como en parte de Sudamérica.

Sin importar qué versión prefieras, no dejes de celebrar este Día Mundial del Mazapán con el respectivo dulce en mano.

 

¿Te quedaste con ganas de más curiosidades? Aquí te contamos sobre el origen de la rosca de Reyes.

Septiembre es sinónimo de palanquetas, buñuelos, pepitorias, ates, jamoncillos, mostachones, cocadas y un sinfín de deliciosos clásicos de la dulcería tradicional mexicana. ¡Sí!, querido lector, también de té. Una y otra vez le hemos dicho que gracias a su acidez, astringencia, amargor vegetal y dulzor, además de su gran amplitud aromática, el té es ideal para acompañar platillos de alta complejidad sensorial. Junto a dulces típicos mexicanos, la infusión de Camellia Sinensis integra uno de los más fascinantes y perfectos maridajes. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Lo primero que hay que entender es que el dulce empata y se perfecciona con su igual. Así, los tés con marcados tonos frutales y de azúcares cocidas –piense en caramelo–, particularmente los tés negros e incluso algunos oolongs de alta oxidación, son ideales para el encuentro. Variedades como Golden Monkey, de China, de agradable dulzor y matices torrefactos; Gandaki, de Nepal, con aromas de cereales malteados, miel silvestre, chabacanos y clavo de olor, o el inigualable Lumbini Keshary, de Sri Lanka, con recuerdos de guayaba y tejocote en almíbar, son perfectos para acentuar el sabor de palanquetas de cacahuate, pepitorias y muéganos.

¿La clave para conseguir una mezcla afinada sin llegar a empalagar…? ¡Acidez!, de la misma forma que sucede en cualquier ejercicio de armonización con vinos, licores y espirituosos. La acidez y astringencia de la infusión de Camellia Sinensis aportan frescura a la unión, además de restar dulzor a la percepción gustativa de cajetas, jaleas, chocolates, mieles y demás golosinas.

 

 

¡Combinaciones infalibles!

 

Dulces mexicanos y té

 

 

Y para saber qué dulces mexicanos van mejor con té, entre los grandes invitados a la mesa septembrina, siempre cargada de aromas especiados y sabores contundentes, hay que mencionar a los buñuelos de rodilla, servidos con su respectiva porción de jarabe de piloncillo. Aquí conviene apuntar a tés negros de Darjeeling, reconocibles por su inconfundible astringencia y peculiar carácter de moscatel. Dulces y equilibrados, estos tés negros aportan frutalidad intensa y frescura, ayudando así a contrarrestar el dulzor del piloncillo.

Para piñas, platanitos y otras frutas secas enchiladas¡Té verde!, desde Sencha y Genmaicha, hasta Gunpowder, Dragonwell y Longjing. Los intensos tonos vegetales y herbáceos del té verde, sumados a su gran frescura en boca y acidez moderada, favorecen el cálido encuentro. ¡Créalo!, una taza tibia de Gyokuro, con su placentero carácter acidulado y recuerdos de almíbar frutal en boca, es sublime al compás de mangos y duraznos cristalizados y enchilados.

 

Dulces mexicanos y té

 

¿Manzanas chapeteadas? Entre los dulces mexicanos, este es muy famoso desde la época del Porfiriato, demanda tazas de buena intensidad aromática y dulzor moderado en boca. Nuestro gallo es el icónico Oriental Beauty, té Oolong con potentes recuerdos de flores silvestres, miel de abeja, chutney de ciruela, especias y frutas cocidas, cuyo balance en boca y deliciosos tonos de mango y ciruelas amarillas en retrogusto hacen de la unión todo un suceso.

Ahora bien, si el menú de Noche de Grito incluye ate con queso, lo mejor será ir tipología por tipología: tés blancos con quesos frescos; verdes con quesos curados o ahumados; negros con quesos de hongo azul; Puerh, dependiendo su estilo y método productivo, con cuajados de leche ultra maduros o aderezados con especias y chiles secos, y los Oolongs, de baja y alta oxidación, con quesos de hongo blanco, doble cremas y quesos de oveja semi maduros. escueladete.mx

Aunque algunos dicen que el 13 de septiembre es el Día Internacional del Chocolate, esto por el nacimiento de Roal Dahl, escritor de la novela Charlie y  la Fábrica de Chocolate, mientras otros que es hoy 7 de julio, creemos que todos los días son perfectos para festejar la existencia de esta delicia. Y no hay mejor forma de celebrar que conociendo más sobre su historia, y claro, derritiendo una deliciosa porción de este manjar en nuestra boca. Texto: Ana Karen García. 

México ha dado una gran diversidad de productos al mundo, entre ellos se encuentra el chocolate, el cual, tuvo sus orígenes en las culturas prehispánicas, aunque no se consumía de la forma en que ahora lo hacemos.

Cuenta la leyenda que fue Quetzalcóatl quien robó el árbol de cacao del jardín de los dioses, para dárselo a su pueblo y que no tuvieran hambre, además así podrían dar rienda suelta a su creatividad e inteligencia.

Después de plantar el arbusto pidió a Tláloc que enviara lluvia para que este creciera y luego visitó a Xochiquetzal, quien es la diosa de la belleza y el amor. Ella hizo crecer unas  vainas muy bellas, llenas de semillas, dando así origen al cacao.

 

Chocolate

 

Tesoro prehispánico

 

Existen investigadores que afirman que el descubrimiento de esta semilla fue accidental, pues fermentaron una vaina, con la cual crearon una bebida estilo cerveza, pero desechaban las semillas. Tiempo después comenzaron a molerlas y así preparaban un agua de tonos amargos pero muy energizante. Por ello, se consideraba que esta bebida era solo para guerreros o personajes de un estatus social alto.

La importancia del cacao era tal en aquellos tiempos, que incluso era utilizado como moneda, de las cuales Moctezuma logró sumar 160 millones de bayas. Fue en la mesa de este emperador azteca que Hernán Cortés conoció este manjar.

 

Bienvenida al Viejo Mundo

 

Los exploradores del Viejo Continente no conocían la semilla de cacao y sus primeros acercamientos no fueron tan satisfactorios, pues le parecía una bebida muy amarga, sin embargo decidieron llevarla hacia su lugar de origen.

Al llegar a España dieron a probar esta bebida a los reyes, quienes propusieron que se agregara azúcar y canela para aligerarla, dando paso a lo que hoy conocemos como el chocolate de mesa.

 

 

chocolate

 

En los siglos XVI y XVII esta bebida se popularizó por España, Italia y Francia, hasta llegar a Suiza, donde en 1820 Luis Cailler hizo la primera tableta de chocolate, descubriendo así una nueva forma de disfrutar este producto, quitando el amargor y explorando nuevas posibilidades de consumir esta semilla, convirtiéndola en el dulce más disfrutado por todo el mundo.

 

Chocolate en constante evolución

 

Después de este gran descubrimiento, el chocolate y las técnicas para su producción no han parado, logrando siempre una mejora, además de lograr innovación e investigación para conocer más sobre este producto.

Por ejemplo, ¿Sabías que ahora además de las clásicas presentaciones, existen chocolates rubí (de tonos rosas) y dorados? Estos son elaborados con el cacao Ruby proveniente de Costa de Marfil, Ecuador y Brasil, que presenta naturalmente tonos color rosa intenso y sabores afrutados. 

 

 

No te quedes con las ganas de probarlo, ya sea en barra, chips, bebido o a mordidas, el chocolate siempre estará para llenarte de energía, aportarte nutrientes e incluso ponerte de buenas en esos días lluviosos. No por nada ha sido llamado el nuevo oro del mundo. 

 

También checa Chocolate, bocado místico.