Aprovecha tus días en casa para verificar que estés haciendo una correcta manipulación de alimentos y para evitar contaminaciones en la comida. No cometas errores comunes y protege tu salud. Para ello, platicamos con Debby Braun, la autora del libro Higiene en la Cocina publicado por Larousse, quien nos dio consejos para lograrlo y nos habló de los principales peligros que se originan en torno a la cocina. Fotos: Cortesía / Adobe Stock. 

 

Contaminación de alimentos

 

Lo que comemos tiene repercusiones directas en nuestra salud, por ello es importante ser cuidadosos en su manipulación. La contaminación de alimentos puede ser de tres tipos: física, química y biológica. En el primer caso se trata de toda materia extraña que entre en contacto con la comida por medio del manipulador, pueden ser desde residuos de esmaltes y cabellos, hasta plásticos y piedras. Los químicos están relacionados a residuos de pesticidas, fertilizantes o desinfectantes mal empleados. Los biológicos son aún más variados, y pueden tratarse de virus, bacterias o parásitos.

“Entre las bacterias más comunes encontramos Salmonella, asociada al consumo de carnes crudas o cáscaras de huevos; Clostridium botulinum, que se advierte en las latas abombadas; Escherichia coli, presente en carne molida o leche no pasteurizada; y Shigella, que se transmite por agua contaminada o de persona a persona”, explica Debby Braun.

 

Higiene

 

En cuanto a parásitos: “Los más frecuentes son Taenia solium, asociada a la carne de cerdo cruda y mal cocinada; Ascaris lumbricoides, presente en verduras y frutas que no han sido lavadas de manera recomendada; y Entamoeba histolytica, presente en agua contaminada. A esto se suman virus como el Norovirus, que se transmite al tocar superficies contaminadas o alimentos, y produce gastroenteritis. Todo esto ocurre cuando no hay buenas condiciones de higiene en la manipulación de alimentos”, complementa la ingeniera en alimentos.

 

Lo básico e indispensable

 

Debby Braun, especialista en temas de inocuidad alimentaria, aconseja que debemos ser cuidadosos en el momento de compra y almacenamiento de los productos: “hay que elegir alimentos frescos en el mercado o supermercado, ir temprano, revisar la vida de anaquel del producto y llevar hieleras para conservar”. Al llegar a casa, es importante que guardes rápidamente según corresponda: refrigeración, congelación o en la alacena. No es recomendable lavar tus ingredientes al almacenarlos, sino previo al momento de usarlos.

 

Higiene

 

Y lo que nunca debe faltar en la manipulación de alimentos es la higiene personal. Los seres humanos somos los primeros portadores y proveedores de peligros alimentarios, por lo que es indispensable un correcto procedimiento de lavado de manos.  Nunca olvides conservar toda la cadena de seguridad y evitar la zona de peligro para la proliferación de microorganismos, que es entre 4 y 60ºC. En conjunto, esto puede ahorrarnos muchas enfermedades transmitidas por alimentos.

 

Cuida los procesos de enfriamiento

 

Resguarda los alimentos que no usarás próximamente en bolsas resellables para congelar. Anticipa tus preparaciones y baja del congelador una noche antes lo que requieras emplear al día siguiente. Consérvalos en la parte más baja del refrigerador y, lo más importante, no vuelvas a congelar una vez que hayas iniciado el proceso. Nunca interrumpas la cadena de frío, primero prepara los alimentos crudos y consérvalos en refrigeración hasta servirlos.

 

 

Di no a la contaminación cruzada

 

Asigna tablas de corte para cada producto, la autora del libro Higiene en la Cocina recomienda que utilices tablas de material de poliestireno de alta densidad. Puedes usar, por ejemplo, una tabla para frutas y verduras, otra para carnes, otra para quesos y pan, y otra para pescados y mariscos. De no ser así, lava y desinfecta tablas y cuchillos cuando cambies de producto.  No mezcles productos cocinados y crudos en la misma superficie de trabajo.

 

En tiempos de coronavirus

 

La ingeniera Debby Braun aconseja: “No nos podemos dar el lujo de salir tanto. No hay desabasto, solo hay que tener más orden. Una buena opción es armar un menú, hacer listado y comprar los alimentos conforme a eso. No tenemos que dejar de hacer una dieta saludable o comprar más alimentos chatarra, tenemos que hacer nuestra alimentación de manera regular. La parte de higiene siempre encaja muy bien. Es momento ideal para ordenar la cocina y mantenerla más limpia, con menos polvo, y para alimentarnos en un ambiente más sano”.

 

 

No hay pruebas de que un virus respiratorio se transmita por los alimentos, las probabilidades de contraerlo de este modo es extremadamente baja. Por ello, realiza tu rutina de manera habitual, pero incorpora los consejos aprendidos. Conoce más del tema con el libro Higiene en la Cocina. $219 pesos en Amazon. laroussecocina.mx

 

 

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