Respetar la tradición, cultura, ingredientes locales y el origen de la comida regional es la esencia de Chaká, nos confiesa el chef Carlos Montejo, quien desde hace año y medio lidera este restaurante de alta cocina yucateca del hotel Grand Velas Riviera Maya. ¡Te compartimos todos los detalles! Fotos: Cortesía.

Durante su participación en Bichos al Plato, un evento creado y curado por Food and Travel México que enaltece la tradición centenaria de consumir insectos, el chef Carlos Montejo nos cuenta que cocinar comida regional le permite jugar con los recuerdos, con los aromas de la infancia, con los sabores familiares y, por supuesto, con la creatividad.

Con esa inspiración y con la sabiduría de que todo lo que se toca, lo que se siente y lo que se mueve puede ir en el plato, el chef ideó, para Chaká, una propuesta culinaria contemporánea, pero cargada de tradición.

 

Chef Carlos Montejo

 

Chaká con sabor a tradición

 

Muchos de los platillos de este restaurante que está custodiado por árboles de tzalam, chechén y chaká, así como por lagos interiores, están enfocados en los recados, esa mezcla de especias e ingredientes aromáticos molidos que se utilizan como sazonadores y son muy típicos de la península.

Una forma de honrar esa cocina regional basada en la tradición, nos dice el chef, es con el sikil pak, una botana yucateca típica de cantina que en Chaká tiene su propia reinterpretación con un falso caviar de mostaza y lima agria. Pero, esa receta ancestral, nos revela, también le recuerda mucho a su infancia.

 

Chef Carlos Montejo

 

“Desde pequeño veía a mi mamá preparar el sikil pak. Primero ponía los tomates a tatemar con leña y luego iban directo al molcajete y nos lo servía con huevos duros de codorniz, un clásico de mi niñez”, recuerda el chef.

Otro platillo que también es típico de la península y que, además, vuelve a sumergir al chef en su vida familiar es la sopa de lima, un caldo a base de quelites de la región, servido con pavo asado, chiles de la región y una clorofila de chaya con cilantro. Esta sopa, nos cuenta Carlos Montejo, es ya un imperdible de Chaká.

El cocinero de origen yucateco revela que, si bien la cocina contemporánea de Chaká se especializa en cocina tradicional de la península de Yucatán, también sirven algunos bichos como chicatana y chapulines, insectos que integran, casi a la perfección, en algún platillo regional como es el chachacua, un tamal frito con carnitas de pulpo y chapulines con queso añejo o el mole de chicatana con zapote negro.

 

Carlos Montejo: cocinando sueños

 

Chaká

 

A muy temprana edad, el chef del restaurante de Grand Velas Riviera Maya descubrió la riqueza de ingredientes, tradiciones y cultura de México, así como de su natal Yucatán, lo que lo convirtió, casi desde niño, en un apasionado de la cocina de su tierra.

A esa pasión, con el paso de los años, se sumó el respeto por los ingredientes, su compromiso con el rescate de los insumos locales y de las técnicas ancestrales.

Así que si en tu próximo viaje a Riviera Maya quieres disfrutar de auténtica cocina de la península de Yucatán, escápate a conocer el restaurante del chef Carlos Montejo, Chaká, un restaurante cargado de tradición en el interior del hotel Grand Velas Riviera Maya.

 

También te invitamos a conocer 8 insectos que no sabías que puedes comer.

Entre grillos, hormigas, gusanos y chinches transcurrió la quinta edición de Bichos al plato, un evento curado y organizado por Food and Travel México que, a través de un menú ideado por cinco cocineros, no solo honra a la entomofagia, esa tradición centenaria de consumir insectos, sino que hace irresistible el antojo de comer bichos. ¡Te contamos todos los detalles y te antojamos esos manjares! Texto: Arcelia Lortia y Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos. 

En esta ocasión, Bichos al plato se celebró en el restaurante Guzina Oaxaca, del chef Alejandro Ruiz, pero operado diariamente, desde hace 10 años, por el chef Carlos Galán. En este pedacito de Oaxaca en Ciudad de México, los chefs Luis Quiroz (Bu’ul), Josefina López Méndez (Chapulín), Carlos Montejo (Chaká), Iván del Razo (Mexko) y, por supuesto el chef anfitrión, sirvieron una cena de seis tiempos enmarcados por los platos Tacana, Mediterráneo y hondo negro de Ánfora.

 

Chefs

 

Estas preparaciones llenas de cocopaches, escamoles, gusanos de trigo, chicatanas y hormigas mieleras, además de fascinar los paladares de los asistentes, revelaron que los insectos son nutritivos, ecológicamente sostenibles y ofrecen oportunidades económicas en las comunidades.

Esos singulares manjares fueron acompañados de tequila Volcán de mi Tierra y vinos Terrazas de los Andes. Mientras que el toque fresco estuvo a cargo de Garci Crespo, un agua mineral que se caracteriza por su fina burbuja.

Mientras Raúl Sayrols, CEO y Publisher de Food and Travel México, junto con Cecilia Núñez, Directora Editorial, dieron la bienvenida, los aventureros asistentes disfrutaron de una Valoma, un coctel ideal para abrir apetito, preparado con tequila Volcán de Mi Tierra Blanco, licor de chile ancho, limón y toronja, escarchado con chilito en polvo.

 

Maridaje

 

 

Bichos al plato: delicias nutritivas y sostenibles

 

Para dar la bienvenida a Bichos al Plato, al estilo Guzina Oaxaca, el chef Carlos Galán preparó una salsa de molcajete con grillos tatemados acompañada con tostadas de harina de grillo de Griyum, marca mexicana que produce harina de grillo ofreciendo una máxima nutrición con un menor impacto ambiental.

«¿Sabías que la producción de insectos solo representa el 4% del uso de los recursos que utilizan las carnes convencionales?”, subrayó Alejandro de la Brea, cofundador de Griyum.

 

Lee más Griyum: proteína de grillo para una mejor alimentación.
Continue reading «Bichos al plato: 5 años de deleitar con nuestro festín de insectos»

En su sexta edición, Bichópolis, el festival de insectos comestibles realizado por El Bonito Tianguis, se llevará a cabo 1 y 2 de abril en el Colegio México Roma, en Ciudad de México. ¡No te lo pierdas! Fotos: Cortesía de El Bonito Tianguis. 

 

Bichópolis, para comer el alimento del pasado y del futuro

 

¿Practicas la entomofagia? No se trata de ningún culto raro: hablamos del consumo de insectos por los seres humanos, el cual se practica en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. En México, comer insectos y bichos tiene un gran bagaje histórico, desde la época prehispánica. Hoy en día, además de aportar una alta cantidad de proteínas y nutrimentos, ayuda a la sustentabilidad y a combatir el cambio climático.

 

Está de vuelta el festival de insectos comestibles

 

Bichópolis

 

¡Ya está de regreso Bichópolis! Tras tres años de ausencia, estará de vuelta el 1 y 2 de abril en el Colegio México Roma, en Ciudad de México, con una nutrida cartelera en torno a los insectos de recolección, polinizadores y de producción masiva.

Bichópolis es una expo cultural, histórica y gastronómica de insectos, bichos y especies que celebra la tradición de esta ingesta, convirtiéndose en un punto de encuentro de los pueblos originarios de México, productores de insectos, así como de artesanos y agricultores. Como invitados especiales a este festival de insectos comestibles estarán la alcaldía Tláhuac, el Valle de Teotihuacan y el estado Oaxaca, que llevará 35 insectos diferentes.

Aunado a la expo gastronómica, habrán diversos talleres y experiencias, como un mariposario para cultivar tu propia mariposa, el mural de Teotihuacan y la artesanía de popotillo. Mientras que durante las conferencias y pláticas podrás tomar nota de temas como nutrición a base de insectos, cucarachas nutrimentales y las abejas y su importancia.

 

Un menú rico lleno de insectos

 

Bichópolis

 

En Bichópolis, los insectos comestibles y sus productos derivados son traídos directamente desde su origen de fabricación o cosecha para la venta sin pasar por ningún intermediario. Ríndele culto a la entomofagia y a los habitantes del México prehispánico que se alimentaban con una gran diversidad de insectos, y prueba chapulines, alacranes, arañas, chicatanas, escarabajos, jumiles, langostas, larvas, grillos, chinches, orugas, gusanos de maguey, cucarachas, escamoles, caracoles, ahuautle (huevas de mosco), acociles…

Estas delicias serán preparadas por diversos expositores provenientes de Oaxaca, Durango, Guerrero, Mérida, Puebla, Estado de México y Ciudad de México, en un sinfín de platillos de la cocina típica mexicana como tlayudas, pencas de maguey rellenas, sopes, tacos, tamales y hasta malteadas y chocolates con insectos.

 

¿No te atreves? Ten en cuenta los beneficios

 

Taco de arañas

 

Los insectos comestibles son el alimento del pasado y el alimento del futuro. Sólo hay que recordar que proporcionan proteínas de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.

Los insectos son una fuente alternativa de proteína respecto de las carnes convencionales y ayudan a combatir la deforestación y el cambio climático. Su cría depende menos de la tierra y utiliza menos agua que la actividad ganadera, además de que los gases de efecto invernadero producidos son inferiores. El uso de insectos como alimento brinda diversos beneficios de carácter ambiental, nutrimental y para diversificar los medios de vida. Comprueba todo esto asistiendo al festival de insectos comestibles de Bichópolis.

 

Para todos y todos los gustos

 

Bichópolis

 

Y, ¿para maridar? En Bichópolis habrá pulque fresco bien hecho de La Xoma. Los asistentes también podrán disfrutar de un show infantil y todo será amenizado con banda en vivo y DJ. Además de que será pet friendly y no se usará ningún tipo de desechables. Horario: 10:00 a 18:00 horas. Costo de entrada: $20 pesos por persona; incluye expo gastronómica, conferencias, conciertos, actividades para niños y ponencias (excepto catas y talleres). IG: @el_tianguis_bonito_

¿Listo para probar estos manjares suculentos en Bichópolis, el festival de insectos comestibles?

Conoce la cena que crea Food and Travel México año con año para rendir honor a los insectos llamada Bichos al plato.

 

La alimentación enfocada en reducir el impacto ambiental puede ir de la mano con la nutrición. Prueba de ello es el trabajo que hacen en Griyum para obtener proteína alternativa de manera natural y sustentable. Te contamos todas las particularidades de este proyecto, gracias a que entrevistamos a Alejandro de la Brena, CEO y cofundador de esta startup mexicana. Fotos: Cortesía.

 

Griyum, una idea a favor del ambiente

 

Este proyecto nació en 2016 con el propósito de producir máxima nutrición con mínimo impacto ambiental, para lo cual los fundadores vieron en los insectos grandes prospectos de seguridad alimentaria para las siguientes décadas. Así, Griyum se dedica a la elaboración de harina de grillo comestible obtenidos de un sistema de granjas.

 

griyum fundadores

 

La startup mexicana busca que existan opciones más nutritivas y complejas de alimentarnos a través de un modelo al que han denominado entomofagia 2.0. «Lo llamamos así por la tecnología que se aplica. Tradicionalmente este sistema se basa en recolección de poblaciones silvestres, pero nosotros no quisimos hacerlo y causar un desequilibrio ecológico al tener una producción industrial, por lo que decidimos crear granjas controladas en las que podamos vigilar la calidad», afirma Alejandro de la Brena, biotecnólogo y uno de los fundadores de Griyum.

A su vez, Alejandro nos explicó en entrevista que los grillos requieren menos inversión de recursos naturales respecto a proteínas convencionales, por lo que son una alternativa sustentable: «Con 1 litro de agua se puede producir la misma cantidad de proteína que se produciría con 5 mil litros de agua en el caso de las vacas. Es decir, se requiere solo el 4% de los recursos y se reduce la tierra agrícola y el uso de agua en un 80%».

 

Un proyecto con alto impacto

 

Más allá de la reducción de la huella de carbono, en Griyum también hay eco en la comunidad. Gracias al desarrollo de cinco granjas de producción de grillos, que se ubican en Querétaro y Guanajuato, se ha creado una red de 25 familias de comunidades vulnerables que son beneficiadas. De este modo, han podido mejorar sus ingresos y tienen opciones de productividad.

En su modelo de beneficiar a otros negocios, Griyum ha colaborado en el desarrollo de más de 20 marcas de productos que están hecho a base de proteína y fibra de grillo, mismas que las convierten en productos de anaquel, puesto que se puede integrar en panes, barras, cereales o como suplementos. Cuando se utiliza, no es necesario reemplazar las harinas convencionales en un 100%, sino que se puede hacer desde un 7% y ya se estará elevando el contenido nutricional.

 

griyum laboratorio

 

A su vez, Griyum puede ser proveedor de restaurantes y panaderías, tanto con la harina como con grillos enteros, precocidos o congelados. De esta forma, la creatividad de los chefs no está limitada.

Además de regresar a las tradicionales milenarias de entomofagia con el aprovechamiento de los grillos, esta proteína puede ser competitiva en el mercado. «Como todo proceso tecnológico, al principio puede parecer muy caro, pero puedes llegar a costos de producción más bajos conforme se mejoran los sistemas. Desde 2019, el costo de producción ha bajado en un 50% y esperamos que siga disminuyendo», nos compartió Alejandro.

 

Beneficios de alimentarse con proteína de grillo

 

Ahora que ya conoces el impacto positivo que tiene en el ambiente y en la comunidad, te gustará saber que tú serás el mayor beneficiado al consumir proteína de grillo. Griyum utilizan una especie diferente al chapulín que tiene sabores más neutros y se puede criar durante todo el año. Se trata de grillos comestibles (Acheta domesticus) que se han podido domesticar. Poseen más ácido glutámico y tienen un sabor umami que ayuda a resaltar los sabores en las recetas en las que se emplean.

 

Griyum crianza

 

Dentro de sus beneficios nutricionales, esta clase de grillo tiene altas cantidades de ácido oleico y vitamina B12, que son benéficos para nuestro organismo. De este último elemento, Alejandro nos comparte que «con una porción de 30 gramos de harina de grillo tienes el 60% de lo que requieres en un día de esta vitamina, algo que es bueno para personas con deficiencias». A esto se le suma su contenido de hierro y fibra que puede servir como prebiótico.

Por todo lo anterior, la proteína de grillo es una excelente alternativa para tu alimentación. ¿Listo para la proteína del futuro? Conoce más en: griyum.com.mx

 

¿Quieres cocinar con insectos? También lee Recetas con insectos de seis talentosos chefs. 

La cuarta edición de la cena Bichos al plato, rindió honor a la entomofagia, el arte de comer insectos. En ella, se presentaron platillos de sabores sorprendentes gracias al uso de chapulines, chinicuiles, hormigas chicatanas, jumiles, entre otros insectos. Además, seis distinguidos chefs ejecutaron un menú de seis tiempos, acompañados de Volcán de mi Tierravinos de L.A. Cetto. y proteína de origen americano. Mira aquí los detalles de Bichos al plato, una gran experiencia culinaria creada por Food and Travel México. Texto: Cynthia Benítez, Elsa Navarrete y Cecilia Núñez / Fotos: Charly Ramos.

 

¿Quieres ver cómo se disfrutó en directo Bichos al plato? Hazlo a través del Instagram Live que realizamos durante el evento.

También lee: 6 delicias con insectos de nuestra cena Bichos al plato

Si corre, se arrastra o vuela: ¡A la cazuela! La cena creada por Food and Travel México para rendir honor a los insectos llamada Bichos al plato, reunió a seis reconocidos chefs de la escena gastronómica: Fernando Martínez Zavala (Migrante), Somsri Raksamran (Galanga Thai House), Gerardo Vázquez Lugo (Nicos), Daniela Moreno (Maizajo), Salvador Orozco (Mi Compa Chava) y Josefina López Méndez (Chapulín).

En esta ocasión, el restaurante Migrante fue el escenario en el que nuestros invitados disfrutaron de estos pequeños manjares, creados por reconocidos chefs, acompañados de Volcán de mi Tierra y vinos de L.A. Cetto. Conoce los detalles de esta experiencia gastronómica hecha para sibaritas. Texto: Cynthia Benítez y Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos.

 

Bichos al plato

 

Bichos al plato en seis tiempos

 

 

En esta cuarta edición, Bichos al plato, organizado por Food and Travel México, fue acogido por el restaurante Migrante (las primeras tres ediciones se realizaron en el restaurante Chapulín), se galardonó como la nueva sede de este evento que celebra a la sana y antigua costumbre de comer insectos.

Mientras se abría el apetito con el coctel Krampus preparado con tequila Volcán de mi Tierra Blanco, que otorgó notas herbales a la mezcla de jarabe de jamaica, jugos de cítricos y vinagre de vino tinto; Raúl Sayrols, CEO y Publisher de Food and Travel México, junto con Cecilia Núñez, Directora Editorial, dieron la bienvenida a los aventureros asistentes.

 

1. Un taquito con toque saltarín

 

Bichos al plato

 

Para iniciar esta maravillosa experiencia de Bichos al plato, el chef Fernando Martínez Zavala elevó las expectativas al traer a la mesa un taquito crujiente hecho de corteza de cerdo y relleno de pulpo al chileajo con kimchi y, el toque especial, chapulines. “Los insectos son un complemento importante en los menús y una buena fuente de proteína”, declaró el chef de Migrante.

Esta entrada, que destacó por su acidez y múltiples texturas, resaltó con el maridaje a cargo del tequila Volcán de mi Tierra Reposado, gracias a sus aromas de agave cocido y notas frutales y de frutos secos.

 

2. Tostada con mucho mar y un toque de tierra

 

Bichos al plato

 

El chef de Mi Compa Chava, Salvador Orozco, no dejó dudas a los asistentes de Bichos al plato, de la razón por la que su restaurante es un lugar imprescindible de Ciudad de México. Tomó su clásica tostada mamfleis, hecha con aguacate, akami y callito de hacha, y la llevó a otro nivel con una mayonesa con chinicuiles.

“Particularmente, me gusta mucho el sabor que tiene el chinicuil, un gusanito rojo que vive en las raíces de los de los magueyes. Sentí que iba a ir muy bien con el sabor del mar”, compartió el chef Chava.

Mientras los asistentes llegaron a decir que se podrían comer tres más de estas deliciosas tostadas, las copas se sirvieron de Sierra Blanca Sauvignon Blanc, un vino blanco de L.A. Cetto con aroma a lima que acompañó a la perfección.

 

3. Para entrar en calor

 

Sopa picante

 

Asimisno, Fernando Martínez llevó a la mesa su sopa picante de tomate emulsionada con médula y costra de jumiles. Este chef compartió que es la variante de la sopa tom yam, originaria de Tailandia, que se sirve en el restaurante Migrante.

“En la sopa de tomate el Sierra Blanca Zinfandel Rosé no neutraliza el picante, sino que lo integra con el jitomate”, declaró Omar Hernández, sommelier de L.A. Cetto. Sin duda, el sabor dulce del tomate se amenizó a la perfección con este vino rosado.

 

4. Encuentro de dos mundos: Tailandia y México

 

Bichos al plato

 

Para continuar el deleite de Bichos al plato, la chef tailandesa Somsri Raksamran presentó el cuarto tiempo de Bichos al plato: ngob talay. “Mi idea fue representar los sabores de mi país natal, donde, al igual que en México, se consumen insectos.”, afirmó Somsri.

El platillo de la chef de Galanga Thai House consistió en un tipo de soufflé o tamal de pescado, jaiba y camarón, envuelto en hoja de plátano. Alrededor del plato principal diseñó los acompañamientos, tal y como se acostumbra en su país natal.

Fue así que se sirvió arroz jazmín, fruta para refrescar el paladar y un platito con acociles para dar picante y textura al plato principal. Estos pequeños manjares los cocinó con un caramelo con azúcar de palma, galanga (parecido al jengibre), chile, hoja de lima kaffir y salsa de camarón.

Como maridaje se eligió Don Luis Viognier, un vino blanco con aromas a flores blancas y frutos cítricos y tropicales, y un gusto potente y untuoso, que combinó muy bien con la suavidad del pescado y el picor de los acociles.

 

5. Las mil y un lenguas

 

Lengua

 

“Siempre se ha hablado que los bichos son la comida del futuro, pero en realidad vienen de orígenes prehispánicos”, compartió la chef Josefina López Méndez, quien ha formado parte de las cuatro ediciones de Bichos al plato.

Las chicatanas y la lengua de origen americano fueron las protagonistas del platillo de la chef de restaurante Chapulín. “El mole de chicatana es una salsa sencilla, clásica y tradicional que se prepara usualmente en la costa de Oaxaca. Un atributo del platillo fue la lengua de res de origen estadounidense, porque es tremendamente suave y va muy bien con el sabor mineral y salado de la hormiga», explicó la chef Josefina.

Las sensaciones en boca se elevaron con el vino tinto Don Luis Concordia. “Este vino, un ensamble de syrah y cabernet sauvignon, buscó darle énfasis a la proteína que es suave y cargada de sabor”, mencionó Omar Hernández, sommelier de L.A. Cetto.

 

6. Hormiguero al estilo oriental

 

Postre

 

Para cerrar por todo lo  alto esta cuarta edición de Bichos al plato, el chef Gerardo Vázquez Lugo, de Nicos, y la chef Daniela Moreno, de Maizajo y panadería Canelia, rompieron su estilo clásico para confeccionar algo singular: un queso japonés con escamoles, acompañado de helado de chicatana y una miel de floración cítrica con más chicatana.

“Tomando en cuenta que los bichos se relacionan más con comida salada, nos pusimos el reto de modificar la idea e incorporarlo en un postre”, comentó la chef Daniela sobre esta gran combinación de texturas cremosa y aireada, cuyo dulzor se prolongó con Volcán de mi Tierra Cristalino, una elegante mezcla de tequila añejo y extra añejo que regala aromas a tabaco y agave cocido.

Además de estar considerados como la proteína del futuro en temas de sostenibilidad, el chef Vázquez Lugo asegura que los insectos son una delicatessen: bocados muy distinguidos que se disfrutan en una temporada específica . “Fue el tiempo justo para hacer este plato porque la chicatana se da con la primera lluvia y los escamoles se terminan con la primera lluvia”.

 

Migrante

 

 

Evento con causa

 

Bichos al plato de Food and Travel México difundió el trabajo que hace Save The Children, una organización humanitaria que trabaja todos los días por garantizar a niñas y niños un inicio seguro en la vida, educación de calidad y protección frente a cualquier forma de abuso o violencia Conoce cómo puedes apoyarla en su sitio web. 

 

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¿Imaginas un nuevo modelo alimenticio hecho a base de insectos?, ¿que además de todo pueda reducir el impacto ambiental, así como la ingesta de la industria ganadera? Pues tres estudiantes pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eduardo Cedillo, físico, Alfredo Díaz, economista, y Raymundo Lozano, administrador, sí lo imaginaron y lo volvieron una realidad, creando ChapiMX, proyecto que produce carne de chapulín, la cual contiene los vastos nutrientes de este insecto, así como un delicioso sabor. Fotos: Adobe Stock / Cortesía. 

Para conocer más a fondo sobre este proyecto entrevistamos a Raymundo Lozano, líder del proyecto que nació en 2019, gracias a su participación en el concurso Hult Prize Challenge, creado por Clinton Global Foundation y The Hult International Business School, concurso de emprendimiento social más grande del mundo, conocido también como el “Premio Nobel de los estudiantes”.

 

Creadores ChapiMX

 

“Todo nació en diciembre del 2019 cuando expusimos nuestro proyecto en Hult Prize Challenge, concurso a nivel mundial que expone distintos proyectos creados por jóvenes, que tengan como finalidad un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Nosotros decidimos crear algo con chapulines, que es uno de los principales insectos a nivel nacional y es rico no solamente en sabor sino también en nutrientes. Además, si comparamos 100 gramos de chapulines con 100 gramos de cualquier carne roja, la de chapulín contamina menos en recursos naturales”, nos compartió Raymundo.

 

¿Cómo es la carne de chapulín?

 

Aún en estos tiempos comer insectos -entomofagia- es un tema lleno de tabúes, a pesar de que en la época prehispánica eran utilizados en gran parte como base de la gastronomía mexicana. Y actualmente, muchas personas aún les cuesta trabajo ver apetitosos a los insectos, tema que tuvieron que resolver muy bien Raymundo, Eduardo y Alfredo.

 

Carne de chapulín

 

“Queríamos crear un producto que tuviera proteína vegetal, sin ningún químico y ningún conservador, para que sean totalmente agroecológicos, que es el término con el que actualmente se les conoce a esos productos. Muchas de las personas siguen creyendo que los chapulines son asquerosos, pero ese es otro de los retos que tiene Chapi, que además de que sea un producto a base de un insecto que tiene muchísimos nutrientes, la gente sepa que es rico en sazón, y que se atrevan a probarlo con un mole, con un huevo, en una hamburguesa, un hotdog o en unos tacos con guisado como con huitlacoche”, nos antojó Raymundo.

 

¿Cuál es el proceso de elaboración de la carne de chapulín?

 

Al ser ChapiMX un proyecto muy reciente, actualmente solo cuentan con tres tipos de productos: carne de chapulín, salchicha de chapulín y falafel de chapulín. Los tres son muy fácil de escribir, pero su elaboración requiere un proceso que implica proveedores locales, así como un gran cuidado y dedicación.

“Desde que inició el proyecto, estamos trabajando con un proveedor de Oaxaca. Una vez que tenemos el producto, los enjuagamos para quitarle los residuos y la sal. Enseguida los licuamos y hacemos la mezcla de la proteína vegetal, en este caso los tres productos la contienen. Después, les agregamos diferentes ingredientes como la cebolla y el ajo, que es lo que le da al  producto una gran sazón. Una vez formada la mezcla, ya les damos la forma en lo que los vendemos, en este caso redonda, otra más circular y la salchicha como un tubito”, nos explicó Raymundo Lozano.

 

Carne de chapulín

 

 

¿A qué sabe?, ¿y con qué los acompañamos?

  

Asimismo, Raymundo nos compartió que una de las dudas principales de los consumidores que desean conocer lo que elabora ChapiMX, es saber con qué alimentos pueden acompañarlos, qué platillos les queda mejor.

“Es un producto nuevo, algo que no se había preparado. Pero queda muy bien con un mole, lo acompañas con carne de Chapi y con un arroz; es un platillo muy completo y súper rico. En cuanto a la salchicha puede ser con un huevo o con una ensalada o simplemente con unos champiñones, tipo tlayuda. También puede hacer resaltar mucho el producto en una pizza de cuatro quesos o la margarita y acompañarla con el falafel; o puedes prepararlo en un burrito o en un kebab. Los tres productos tienen su diferenciación, en este caso el falafel es más gourmet, la salchicha es más agridulce y la carne tiene un sabor más intenso a chapulín, pero los tres son muy ricos”.

 

ChapiMX

 

 

Fast food con insectos a un precio justo

 

En cuanto a ampliar su carta de productos con chapulín, Raymundo nos contó que les encantaría experimentar con otros insectos, pero primero quieren posicionar estos productos, para que la gente, primero los conozca, y segundo, los haga parte de su día a día, y así poder también crear una consciencia en el consumidor.  

“Queremos seguir esa tendencia de comida tipo fast food, pero con insectos. En este caso a corto y a mediano plazo, podemos crear productos con grillo o con gusanos y hormiga chicatana, entre otros, pero finalmente el objetivo es crear esa tendencia de productos hechos a base de proteína vegetal y de insectos. Queremos concientizar a las personas de esa manera, que consuman los insectos con estos tres tipos de productos que tiene ahorita ChapiMX, que es la carne, la salchicha y el falafel”.

Raymundo también habló de la importancia que tiene que el producto base sea bien pagado, pues de eso depende que esta industria naciente permanezca.

“También queremos tener un impacto de apoyo a las comunidades, y eso conlleva tener precios justos, pues normalmente las personas ven a este tipo de productos como algo caro, y no lo ven como un apoyo a los proveedores y productores. Nosotros queremos impulsar ese apoyo local, y es por eso que suben un poco los precios en nuestros productos, normalmente ahorita tenemos dos precios, medio kilo de carne de chapulín en 200 pesos, la salchicha 180, y el falafel varía por su tamaño”.

 

ChapiMX

 

¡A comer carne de chapulín!

 

Ya que nos antojó Raymundo la carne de chapulín que produce ChapiMX, así como sus productos y los platillos con los que los puedes degustar, ¿dónde los conseguimos? Actualmente, ChapiMX no cuenta con una tienda física, sin embargo, puedes hacer tus pedidos a través de su cuenta de Instagram o acudiendo a algunos de los mercados agroecológicos a los que frecuentemente llevan sus productos.

“Frecuentemente estamos en el mercado de la Benito Juárez, que se ubica en el Parque Tlacoquemecatl, en la colonia Del Valle. Pero también estamos en los mercados agroecológicos de la colonia Roma. Pero estamos principalmente en Instagram y Facebook, y nos pueden escribir vía mensaje directo. Nosotros agendamos los pedidos a toda la Ciudad de México y los enviamos vía mensajería instantánea. También nos pueden encontrar en Canasta Rosa, también en Cheaf, que es una tienda zero waste, también estamos en Sommos, tiendita de campo; en distintas tiendas ecológicas, también en CooltivaMx”.

Nos transportamos hasta San Sebastián del Oeste, Jalisco, durante el streaming Dime qué tienes en tu refri y te diré qué cocinar. En esta transmisión, el chef e investigador Nicolás Cano, del restaurante Jardín Nebulosa, nos enseñó a preparar una raspadita de insectos utilizando ingredientes de la región. ¡Te compartimos la receta! Fotos: Cortesía. 

 

 

Raspadita de insectos

 

Rendimiento: 4 porciones.

 

Ingredientes:

  • Aceite vegetal, para freír
  • 4 tostadas raspadas de maíz azul, de 12 de centímetros de diámetro

Para la mayonesa de chile

  • 1 chile mulato o pasilla, sin semillas
  • 1 diente de ajo, pelado
  • Mayonesa
  • Sal, al gusto

Para el guacamole

  • 3 hojas de cedrón
  • 2 g de chile serrano
  • 4 g de caña brava
  • 1 aguacate
  • Sal de jamaica, al gusto

Para los insectos

  • 20 chapulines
  • 10 gusanos de maguey
  • 10 de tenebrios
  • 10 hormigas chicatanas
  • 2 cdas. de aceite vegetal
  • Raicilla, al gusto
  • Flor de cilantro, para decorar
  • Flores comestibles de recolecta, para decorar
  • Láminas de rábano sandía, para decorar
  • Sal de jamaica, al gusto
  • Plato de madera, para el montaje
  • Molcajete

 

Raspadita de insectos

Procedimiento:

 

  1. Calentar aceite vegetal en una sartén y llevar a una temperatura de 180 ºC aproximadamente. Freír las tostadas raspadas y dejar en papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
  2. Para la mayonesa de chile, hidratar el chile mulato en agua caliente por 5 minutos y retirar. En el molcajete, triturar un poco de ajo y el chile mulato hidratado. Una vez molido, agregar la mayonesa y un poco de sal, seguir mezclando. Tamizar en un colador fino y colocar la mayonesa en una mamila o manga.
  3. Para el guacamole, poner las hojas de cedrón, el chile serrano y la caña brava dentro del molcajete y triturar. Integrar el aguacate y seguir trabajando, hasta obtener una pasta tipo guacamole. Agregar sal de jamaica para rectificar la sazón.
  4. Para los insectos, saltearlos ligeramente con un poco de aceite para obtener una textura crujiente. Terminar con un poco de raicilla y retirar del fuego. Colocar en papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
  5. Untar el guacamole sobre las tostadas raspadas, disponer encima los insectos y colocar puntos con la mayonesa de chile, alrededor de 4 puntos por raspada.
  6. Colocar las flores de cilantro, las flores de recolecta y el rábano sandia para decorar las tostadas. Montar las raspaditas sobre una base de madera y terminar con un poco de sal de jamaica en forma de lluvia.

 

 

Raspadita de insectos

 

 

Ingredientes de la región

 

“Se le llama raspadita de insectos por la técnica que se utiliza para elaborar este tipo de tostada: las tortillas se raspan con un metate y, después, se separa la capa más delgada y se deshidrata”, explicó el chef.

Los insectos que lleva esta receta se encuentran en la naturaleza de la región. “La temporada de la hormiga chicatana fue después de la última lluvia, cuando hubo un poco de sol. Cultivamos el tenebrio (larva de la harina) en casa, en harina de maíz azul, y lo alimentamos con avena y zanahoria. También tenemos gusano de maguey. Estos tres los ponemos en raicilla (un destilado de agave) para potencializar su sabor”, comentó Nicolás Cano.

“La temporada de los chapulines es pasado el verano, después de la temporada de lluvias. Cuando el suelo pierde su humedad, los chapulines salen, pues saben que hay mucho alimento en las plantas y hierbas. Para conservarlos, los deshidratamos por medio de una salazón”.

 

Chef Nicolás Cano

 

 

Entorno y comunidad

 

Uno de los pilares de Jardín Nebulosa es colaborar en conjunto y aprender de las comunidades locales, siendo respetuosos con ellos y con el ambiente. “Tenemos convenio con un agricultor local de maíz azul, a quien le compramos todo el producto. Después, lo llevamos con una señora que elabora las raspaditas de manera artesanal para Jardín Nebulosa y así creamos una microeconomía en el pueblo”, comentó el chef.

“Nuestros platillos son interpretaciones de la naturaleza. No hay mejor cocinero que aquel que sabe de dónde viene su ingrediente. Nosotros recolectamos el producto de los alrededores, pero siempre con responsabilidad”. jardinebulosa.com

 

También te animamos a preparar este tartar de salmón. 

Ricos, nutritivos y parte de tradiciones gastronómicas milenarias, estos insectos comestibles deben encabezar tu lista de platillos a probar durante esta temporada. Aquí te decimos cómo diferenciarlos y dónde los puedes disfrutar. Fotos: Adobe Stock. 

 

 

Hormiga chicatana (Atta mexicana)

 

 

Se trata de la reina de una especie de hormiga voladora de gran tamaño presente en varias partes de México. Pueden presentar un color café rojizo o negro, y su temporada de recolección comienza en mayo y se extiende hasta julio, es decir, la temporada de lluvias. Además de las alas, su principal característica es su abultado vientre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Se le puede hallar en varios estados del centro y sur del país, aunque se consumen con más frecuencia en Oaxaca, Guerrero y Chiapas; en este último estado las llaman hormigas nocú. De acuerdo con el chef Irad Santacruz, también la comen en Costa Rica (ahí la llaman hormiga gigante), y en Colombia, donde recibe el nombre de hormiga culona.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

La hormiga chicatana es uno de los insectos comestibles más versátiles. Dependiendo de gustos y paladares, hay quienes afirman que tiene un sabor parecido al cacahuate. Por ello, no es raro que la vendan tatemada como botana o servida en taco.

En Oaxaca suele ser el ingrediente estrella de deliciosos moles, tamales y tlayudas, mientras que en Guerrero se emplean para hacer salsas molcajeteadas.

 

 

¿Dónde la puedo disfrutar?

 

En el restaurante Criollo, en la ciudad de Oaxaca, el chef Luis Arellano tatema las hormigas chicatanas sobre un comal de barro para luego hacer con ellas una rica salsa molcajeteada con chile de árbol y ajo.

 

 

 

 

Gusano de maguey (Acentrocneme hesperiaris)

 

 

Esta pequeña suculencia es en realidad la larva de una mariposa que habita y se desarrolla en las pencas demaguey. Debido a su cuerpo regordete de color crema, se le suele llamar gusano de maguey blanco o mecocuil para distinguirlo de su primo rojo, también conocido como chinicuil.

Y aunque esta última variedad tiene un sabor más intenso, el gusano blanco alcanza precios más elevados pues su recolección es complicada. Al vivir en la base de la penca, es necesario partir el maguey y, por tanto, matar la planta. Su época de recolección comienza en mayo y se puede extender hasta septiembre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Es más común hallarlos en las zonas productoras de pulque del Altiplano Central, particularmente en Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. También se le puede encontrar en Puebla, las zonas rurales de Ciudad de México y Oaxaca. Es en este estado sureño donde se implantó la costumbre de sumergir un gusano de maguey rojo en las botellas de mezcal.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

Luego de recolectarse en hojas de mixiote, se elige a los mejores ejemplares por su carnosidad y tamaño. Hay dos formas tradicionales para prepararlos: fritos en aceite de oliva o mantequilla, o asados sobre un comal. En cualquiera de los dos métodos se espera que el gusano adquiera un color dorado y una textura crujiente. Después, se puede servir en taco acompañado de cebolla y guacamole, triturarse para formar una salsa o pulverizarlo hasta lograr la afamada sal de gusano que suele acompañar todo mezcal.

 

 

¿Dónde lo puedo disfrutar?

 

En Corazón de Maguey, un restaurante de Ciudad de México que –como su nombre declara– rinde tributo a todos los productos que proceden de esta generosa planta, desde el mixiote hasta el mezcal. Este 17 de mayo dieron inicio a su Temporada de Bichos, la cual se extenderá hasta mediados de junio e incluye platos con estos insectos comestibles. corazondemaguey.com

 

Escamoles (Liometopum apiculatum y Liometopum occidentale)

 

Escamoles

 

Platillo de raíces prehispánicas, se compone por la hueva, larvas y pupas de dos especies de hormiga. De forma repetitiva se le ha llamado “el caviar mexicano”, tanto por su procedencia como por su exquisitez y alto valor en el mercado. La principal razón de su precio elevado es su método de extracción: los recolectores deben identificar el hormiguero cerca de magueyes, mezquites o nopaleras; cavar un hoyo profundo y sacar la mayor cantidad de huevos mientras es atacado por las feroces hormigas adultas. Después, debe lavar los escamoles varias veces para retirar la tierra.

 

 

¿De dónde provienen?

 

Es más habitual toparse con platillos con estos insectos comestibles en el centro y occidente de México, específicamente Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México y algunas regiones de Michoacán. Su temporada de recolección transcurre desde marzo hasta principios de mayo, dependiendo de condiciones climáticas.

 

 

¿Cómo se preparan?

 

Al ser un ingrediente tan versátil y presente en varias tradiciones regionales, se le puede hallar de muchas formas. En Tlaxcala lo fríen con mantequilla, cebolla y epazote, mientras que en Valle del Mezquital, en Hidalgo, forman parte de caldos, salsas, tamales y hasta como relleno de guisos con flores. En Oaxaca se ha popularizado flamearlos con un poco de mezcal. La forma más común de comerlos –sin importar su preparación– es en tacos.

¿Dónde los puedo disfrutar?

 

Comedor Jacinta, restaurante bajo la supervisión del chef Édgar Núñez, ha hecho famosa una nueva versión de esta delicia mexicana: los sopes de tuétano con escamoles, nuestra recomendación si quieres probar insectos comestibles a través de una propuesta contemporánea. comedorjacinta.com

 

Escamoles