Esauira en seis paradas

Blossom Green descubre las influencias árabes, bereberes y europeas de Esauira esta ciudad portuaria de Marruecos.

1.- Un destino más relajado que Marrakech. Esauira intercambia los tonos térreos del desierto por colores blancos y azul eléctrico. Sus playas y temperaturas agradables son ideales para hacer kitesurf o dar un paseo en camello.

2.- Ábrete camino a través de un alboroto de colores en las calles de su medina, protegida por la UNESCO. Los artesanos ofrecen artículos como pieles de calidad, joyas de plata, sedas y textiles en medio de una maraña de puestos. No tengas miedo de regatear.

Esauira

3.- Se trata de uno de los puertos pesqueros más importantes de Marruecos, así que dirígete a éste a la hora del almuerzo para comprar la captura del día y luego llevarla a cocinar en uno de los hornos de la comunidad. Más que agujeros en la pared, son puntos de encuentro. También echa un vistazo a uno de los gargottes (parrillas de pescado).

4.- Hay muchos hoteles geniales donde quedarse. Le Jardin des Douars es un sueño con 28 habitaciones ubicadas en medio de jardines botánicos, árboles de argán y olivares. Por su parte, Villa Maroc fue el primer hotel riad del país en el corazón de la medina y ofrece vistas panorámicas. jardinedesdouars.comvilla-maroc.com

Esauira

 

5.- Éste fue un lugar clave para la cultura hippie de los 60, por lo que un sinfín de artistas se han congregado durante años, tales como Jimi Hendrix y Cat Stevens. El ambiente ha resistido los vientos del cambio y esto es algo que puede apreciarse en galerías como La Kasbah y Marea Arte.

6.- Las colinas que rodean la ciudad están llenas de árboles de argán que producen un aceite fino. El terruño salado y rico en minerales también produce vinos que podrían competir con los mejores. Pruébalos en el viñedo Val d’Argan, donde también puedes almorzar. valdargan.com