A la Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda la llaman el “corazón verde” de México por muy buenas razones. Localizada en la porción noreste de Querétaro, esta área natural protegida tiene como columna vertebral al macizo montañoso de la Sierra Gorda. Con una extensión de más de 300 mil hectáreas: ¡prácticamente cubre el 30% del territorio del estadoFotos: Arturo Torres Landa / Unsplash.

 

Llena de vida

 

Nombrada como tal en 1997, esta reserva es de incalculable valor ecológico, pues está cubierta por bosques de niebla, selva baja y matorrales semidesérticos. Allí, habitan más de 1800 especies de plantas y 500 de vertebrados, incluidos el jaguar y el oso negro, que fue divisado por primera vez en 2019 por el conservacionista y fotógrafo Roberto Pedraza ¡Hasta antes se ignoraba que viviera tan al sur de Norteamérica!

 

 

Oso negro

 

Sierra Gorda, hogar ancestral

 

Además de esta gran riqueza natural, la Sierra Gorda es habitada por pueblos indígenas, como los pames. De su historia y legado cultural puedes aprender en el Museo Comunitario Pame/Xioi, localizado en Tancoyol. Por cierto, en este mismo poblado conocerás la misión de Nuestra Señora de la Luz, bella obra del barroco indígena edificada por órdenes del franciscano San Junípero Serra en el siglo XVIII.

Y es que la Sierra Gorda también destaca por las cinco misiones Patrimonio de la Humanidad alzadas por este predicador mallorquín. Además de la de Tancoyol, las otras misiones que debes visitar son los de Landa de Matamoros, Tilaco, Concá y Jalpan de Serra, todas con exuberantes fachadas donde se fusionan símbolos cristianos con iconografía nativa.

 

 

Misión Tancoyol en la Sierra Gorda

 

Con la guía de expertos

 

Si quieres explorar todas las maravillas naturales y culturales de la Sierra Gorda queretana, lo mejor será contratar una tour operadora que, además de acompañarte, apoye las causas ecológicas y sociales de la zona. Una alternativa es Sierra Gorda Ecotours, que además de brindar experiencias en la sierra, opera varios centros de hospedaje con cabañas a mitad del bosque.

No puedes perderte su Escapada a Concá, que te llevará a conocer las cinco misiones franciscanas y hermosa cascada El Chuveje. Si quieres una inmersión más profunda, checa sus experiencias de varios días, como la que explora la extracción de pulque, aguamiel y plantas para infusiones, o la que te enseñará cómo se puede cultivar alimentos y propiciar la regeneración de suelos en una región tan frágil e importante.

 

El Chuveje, Sierra Gorda

 

Para más información, acude a su página web o perfil en Instagram. Y si quieres más planes en el diverso Querétaro, no te pierdas la Ruta del Arte, Queso y Vino: aquí te contamos cómo disfrutarla.

La contemplación de la naturaleza forma parte de la cultura japonesa desde hace milenios, sin embargo, curiosamente, la costumbre de internarse en el bosque como una manera de sanar mente y cuerpo es relativamente reciente en aquel país. Sintetizada en el término shinrin yoku, que significa «baño de bosque», esta práctica se remonta a los años 80, década en la que la Agencia Forestal de Japón comenzó a promoverla en concordancia con un programa de salud nacionalFotos: Unsplash.

 

 

Buda en bosque de Japón

Excursiones que curan

 

Actualmente, los baños de bosque cuentan con adeptos en todo el mundo, pues hay estudios que confirman sus beneficios a la salud. De acuerdo con expertos de la Universidad de Chiba, la gente que realiza estas experiencias reduce sus niveles de cortisol (hormona del estrés) en un 12%, además de disminuir la presión arterial en un 1.4%. Por su parte, científicos de las universidades de Michigan y Stanford han concluido que el shinrin yoku también ayuda a mejorar la memoria en corto plazo en un 20% y a mitigar la ansiedad.

 

 

Más que solo pasear

 

Mucha gente en Japón acostumbra darse baños de bosque en compañía de guías y terapeutas, pues no se trata de solamente caminar entre los árboles: implica internarse de forma consciente en el paisaje; detenerse a observar la complejidad de una flor o corteza; respirar profundamente para percibir los aromas de las plantas y escuchar con atención los sonidos producidos por los animales o por uno mismo. En palabras del inmunólogo y promotor del shinrin yoku, Qing Li, es «absorber el bosque con todos los sentidos».

 

 

Abrazando un árbol en el bosque

 

 

¿Y dónde me doy «baños de bosque»?

 

Nuestro país cuenta con numerosas zonas forestales donde te será posible realizarlo. Desde la Ciudad de México, puedes acudir a los parques nacionales de El Chico (Hidalgo), Los Azufres (Michoacán) o al cercano Desierto de los Leones. Incluso el Bosque de Chapultepec puede regalarte un poco de calma si te internas más allá de las zonas concurridas. En Guadalajara, el Bosque de la Primavera es tu opción, y si estás en Monterrey el Parque Ecológico Chipinque te permitirá conectar con la naturaleza.

Solo recuerda que, si planeas hacer shinrin yoku es importante hacerlo en compañía, avisar a amigos o familiares y hacerlo en parques o zonas naturales autorizadas y seguras. Otro útiles consejos son llevar contigo comida y agua en envases reutilizables, portar abrigo y calzado adecuados así como determinar previamente la ruta que realizarás. ¡Ah, y trata de poner tu celular en silencio y despegarte de las pantallas!

 

 

Baño de bosque en México

 

Si quieres extender la experiencia y acampar entre los árboles, aquí te ofrecemos algunos tips para que tu pernocta en la naturaleza sea exitosa. Pero si, por el contrario, aún no estás listo para salir, puedes darte un respiro escuchando los sonidos de los últimos bosques vírgenes del planeta. Estamos seguros de que te ayudará a transportar un poco de la calma y belleza de las zonas naturales a tu hogar.