Como un homenaje a uno de los momentos cumbre de la cultura mexicana, el Día de Muertos, la chef Martha Ortiz presentó su menú Pintado de Negro, en el que los tonos oscuros que poseen algunos de los elementos más representativos de la cocina mexicana, como la ceniza, el huitlacoche y el molcajete, son el eje conductor. Conócelo. Fotos: Cortesía.

 

Aprovecha que se acaba

 

Cuatro son los platillos que podrás disfrutar durante todo el mes de noviembre en su restaurante Filigrana, ubicado en la Roma Norte. La experiencia comienza con el coctel La dama de negro, una dulce mezcla de jugo de mandarina, jugo de limón, tequila blanco, carbón activado y vermut rosso. Para Martha, esta bebida viene de las cenizas de la Mujer Dormida, no del Popocatépetl “porque soy bien feminista. Las cenizas vienen de lo que fue la lava y el fuego, y ese portento es lo que tiene La dama de negro”, explica la chef.

 

Menú Pintado de Negro

 

 

¿Qué delicias probarás de la chef Martha Ortiz?

 

El primer tiempo del menú Pintado de Negro es un ceviche de pescado blanco cubierto de un chileatole y aguanieve de cítricos con habanero. Le sigue una sopa ligera de frijol oscuro acompañada de huitlacoche con salvia, trufa y chochoyotas de camote morado. “Y todo lo adorna una corona mortuoria que te comes, como te estás comiendo la vida”, indicó la chef.

 

Menú Pintado de Negro

 

El tercer tiempo del menú Pintado de Negro consiste en un short rib con chichilo negro ceremonial, un mole funerario que no tiene nota dulce “porque la muerte a veces no es dulce”, expresó Martha Ortiz.  Va acompañado de verduras ahumadas con aceite de vainilla. Cabe destacar que en esa creación se combinan los colores negro y morado, pues este último era el color del luto romano, según nos contó la chef.

El postre llamado María va al Mictlán y regresa victoriosa habla de una mujer que viaja a la tierra de los muertos, regresa a pesar de toda esa pérdida y logra gobernar los eclipses, es decir, todo lo que le puede eclipsar en la vida, como nos dijo la famosa cocinera. Este platillo consiste en un cremoso de calabaza en tacha con galleta de maíz, helado de queso Ocosingo y eclipse de Isomalt (edulcorante procesado) con carbón activado.

 

Pan de muerto morado

 

 

La inspiración detrás del menú Pintado de Negro

 

“Cuando era niña me impactaban mucho los Miércoles de ceniza y la frase que decía el cura: ‘polvo eres y en polvo te convertirás‘. Sentía que esa frase estaba incompleta, le faltaba: ‘y polvo probaré‘. Si algo hacemos en cocina mexicana es comer cenizas, lo mismo en lo que nos vamos a convertir. Me parece poético y maravilloso”, expresó la chef Martha Ortiz.

“A la par, en la cocina mexicana tenemos ingredientes negros como el huitlacoche, el maíz de noche, el chile chilhuacle, el cacao del Soconusco… Además de métodos y herramientas, como el molcajete, que yo siempre he dicho que es la memoria del fuego. Fue lava, fue brutalidad, y cuando se enfría se vuelve obscuro”, explicó haciendo gala de la lírica que la caracteriza.

Así, para saborear la profundidad y misterio de nuestra cocina, no dejes de degustar el menú Pintado de Negro. Recuerda que estará disponible durante el resto de noviembre. Dónde: Veracruz 62, Roma Norte. Costo del menú: $2,000. Teléfono: 55 4398 3137. filigrana.com.mx

 

Y si aún no conoces el restaurante de la chef Martha Ortiz, es tu oportunidad de ver lo que te espera en Filigrana. Aquí te lo decimos.

El hotel Sofitel Mexico City Reforma, parte de la cadena francesa de hoteles Accor, recién inauguró su propuesta de alta cocina: Bajel, al mando del chef Luis Escamilla de solo 28 años, quien regresó a México tras seis años de viaje por Argentina, Suecia, Dinamarca y Francia, donde trabajó en restaurantes con estrellas Michelin. Fotos: Cortesía Bajel. 

En el comedor te encontrarás con mesas de madera -una de ellas es comunal-, paredes oscuras, vistas sublimes hacia los edificios de Paseo de la Reforma y una cocina abierta, que también alberga a lo que llaman laboratorio de fermentos. Y este espacio es la verdadera inspiración del chef Escamilla, egresado del Instituto Culinario Coronado.

 

Fermentos: la musa del chef

 

 

La visión de la cocina mexicana de Luis Escamilla introduce nuevos sabores gracias a los alimentos fermentados. Actualmente cuenta con 110 tipos y espera alcanzar los 200 para el mes de febrero. Entre los frascos de vidrio que reposan en las repisas se alcanza a ver col, mix de hongos, echalote con fresa, xoconostle, tepache, hidromiel, kimchi… todo fermentándose.

Hoy en día, Luis se encuentra haciendo sidra, para incluirla en una manzana fermentada, con un queso de almendra, también hecho en casa. “Quiero salirme de lo establecido y tal vez me gane enemigos. Quiero hacer moles pero a mi estilo, tengo uno con alpiste, y hacer degustaciones de bebidas mexicanas fermentadas como el tejuino”, comenta Luis.

 

Menú corto y sin explicación

 

Bajel

 

Luis Escamilla, quien sin duda tiene una línea de cocina muy original, presentará un menú totalmente nuevo cada tres meses. Su carta es muy concisa y está dividida en insectos, fermentos, vegetal, mar y tierra. Ahí cada platillo cuenta con una descripción muy breve para que el comensal perciba sorpresas a la hora de degustarlo; de ahí la importancia de mencionar alergias o restricciones alimentarias.

La idea del chef Escamilla es confeccionar platillos con dos o tres sabores, pero que éstos sean muy intensos. Otra de las directrices es la estética monocromática que fortalece su propuesta creativa. Así, ingredientes que van desde insectos como escamoles y chicatana, y productos de las costas nacionales como pulpo y plancton, hasta carne Wagyu producida en México, se transforman para compartir plato con elementos fermentados como la kombucha casera.

 

 

 

Con esto mente, al llegar los escamoles con aguacate ahumado te sorprenderán, tanto por su sabor equilibrado y sutil como por su presentación acompañada de una tipo galleta delgada en forma de hormiga, hecha con cenizas de cebolla. También destaca el jitomate lactofermantado servido con un pesto de albahaca morada y la kombucha de fresa.

Darle un valor agregado a cada plato y que se note mi edad”. Esta declaración se confirma con su plato ají y plancton, el cual lleva siete algas diferentes, procedentes de México, una salsa tipo Clamato, un pico de gallo con tomates verdes, chile manzano fermentado y tapioca, y un pescado curado por dos días en escabeche. Un plato con un efecto marino interesante coronado con una acidez justa.

 

El dulce final

 

 

Los postres están a cargo de la talentosa chef repostera Fernanda Prado, quien ha reinventado la experiencia gustativa de los helados en México a través de su concepto Gelatoscopio.

Para Bajel, se inspiró en las notas aromáticas: floral, herbal, cítrica y caramelizada. También crea limpia paladares como paletas de vinagre, prepostres como perfume (sorbete de Jamaica perfumado con bergamota, cáscaras de naranja y violeta) y postres delirantes como su cremoso de miel de abeja, sorbete de compota de durazno y de jazmín, y placa de tepache.

 

Tragos reinventados

 

 

La coctelería de Bajel es clásica en su origen, pero en la barra cambian a propósito los destilados comunes de la receta por destilados mexicanos a base de agave, como tequila, mezcal, sotol, raicilla y bacanora. Por ejemplo, podrás beber un old fashioned hecho con mezcal, tequila y jarabe de huitlacoche, terminados en un ahumador y un twist de naranja.

Menú degustación: tres tiempos: $1,100; cinco tiempos: $1,700; siete tiempos: $2,300. Dónde: al interior del hotel Sofitel Mexico City Reforma, en el piso 13. Paseo de la Reforma 297, Cuauhtémoc. bajel.mx IG:@bajelmexico

La Navidad ya está cerca y una de tantas maneras de celebrarla es comiendo. Para degustar los sabores de estas épocas, y con ingredientes muy mexicanos, una opción es acudir al sur de la Ciudad de México, en Nube 7.

Y es que el restaurante, ubicado dentro del Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUAC) ya inició con su Festival Navideño, una deliciosa opción si quieres degustar cocina local en medio de rocas volcánicas que caracterizan a Ciudad Universitaria y que se respetaron la mayoría en su construcción, para formar parte de la decoración.

 

Restaurante Nube 7

 

Ya sea en interior o exterior podrás degustar el menú del chef ejecutivo Luis Gómez Toriz, que inicia con dos alternativas de entradas: empanadas de buñuelo de bacalao con romeritos; o canasta de bacalao con pasta hojaldre y salsa de pimientos rojos asados.

El plato fuerte tiene cuatro opciones que incluyen con paquetes de fideo, consomé o agua del día. La primera es bacalao con arroz blanco y romeritos; también están los romeritos con tortitas de polvo de camarón y arroz, que en el menú acompañan con bolillo para disfrutarlo muy a la mexicana.

La tercera es un filete de res de 180 gramos con reducción de salsa de higo y chipotle envinado, puré de papá y espárrago; o la pechuga de pavo rellena de frutas, con un espejo de salsa de almendras y chile de árbol, acompañada de puré de camote y una hojuela de manzana.

 

Restaurante Nube 7

 

De postre, buñuelos espolvoreados con azúcar y canela, con crema batida y coulish de blueberry en lugar de miel, que es el toque del chef. Por cierto, este coulish es preparado en casa, por lo que lo recomendamos ampliamente.

En Nube 7 se sirve comida mexicana contemporánea desde hace 8 años, el tiempo que tiene de creación. Cada tres meses hay un nuevo festival, éste en especial, también estará en El Bosque Restaurante y Matilde Bistro, hasta el 8 de enero.

 

Restaurante Nube 7

 

Como recomendación lleva alguna prenda abrigadora, ya que en el sur la temperatura es un poco más baja que en toda la ciudad. Cheque promedio: con sopa del día más agua $200 a $300 pesos si incluyes el ponche. muac.unam.mx/nube-siete