Nuevo destino, nuevos integrantes, mismo ánimo por disfrutar: estos fueron los componentes que formaron parte de la más reciente Food and Travel Experience, llevada a cabo en el estado de Campeche, México. Fotos: Fredy Peñaloza

Formado por cinco parejas de invitados, el exclusivo grupo inició su recorrido Mérida, Yucatán, donde se dieron cita para luego comenzar la travesía por carretera a bordo de un SUV Mazda. Food and Travel los acompañó en todo momento.

 

Resguardada por agua y fuego

 

Campeche

 

Al llegar a Campeche lo primero que nos recibió fue una espectacular vista del malecón, el cual bordea la casi siempre calmada Bahía de Campeche. La presencia esporádica de cañones apuntando hacia el mar llamó la atención de varios. Al llegar a las murallas y baluartes que rodean al centro histórico de la capital, la verdad fue revelada. Es la única ciudad amurallada de México y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que fue atacada por numerosos piratas en tiempos virreinales.

 

Hospitalidad campechana

 

Campeche

 

El mayor testimonio de aquellos años tumultuosos es el lienzo de muralla y dos puertas fortificadas, la Puerta de Mar y la Puerta de Tierra, que aún permanecen. A los pies de esta última detuvimos la marcha del auto y el grupo se dispuso a ser consentido en el hotel boutique Puerta Campeche, perteneciente a la selecta Luxury Collection.

 

Instalado en una casona del siglo XVII, Puerta Campeche fusiona la elegancia de antaño, el confort del lujo contemporáneo y la nostalgia del trópico, pues si bien ha sido completamente rescatada, ha dejado porciones del edificio en ruinas para envolver al huésped de una atmósfera única, exótica.

 

Artificio y color

 

Campeche

 

Ya instalados en Puerta Campeche, los invitados se dispusieron a caminar por la colorida y animada Calle 59, principal arteria del corazón de Campeche. No está de más recalcar que quedaron fascinados con la arquitectura autóctona y la tranquilidad del paseo, sensación que se acrecentó cuando llegaron a la Casa de Artesanías Tukulná, un magnífico espacio que expone todo aquello de que surge de las manos de los artesanos locales.

Sombreros de jipi-japa (una fibra fina y fresca), blusones bordados a mano, joyas elaborada con cuerno de toro, mobiliario hecho con maderas finas… Los invitados caminaban asombrados por los salones de Tukulná mientras iban descubriendo objetos cada vez más vistosos. De allí salieron complacidos de apoyar la labor artesanal de las comunidades de Campeche, pero sobre todo por volver a casa con bolsas llenas de bellas piezas.

 

Saborear la tradición

 

Campeche

 

Nuestros invitados a esta Food and Travel Experience ya habían comprobado la creatividad de Campeche: ahora tocaba turno de conocer las delicias de su cocina tradicional. El sitio elegido para ello: La Pigua, restaurante con más de 30 años de trayectoria que ya es considerado una institución dentro del estado.

Su propietario, Francisco Hernández, recibió al grupo personalmente, pues además de ser anfitrión deseaba compartir con todos la buena noticia de que su vino de la casa, embotellado de forma exclusiva para La Pigua por vinícola El Cielo, acababa de recibir una medalla de plata en el Concurso Mundial de Bruselas.

 

Campeche

 

Emocionados por la noticias y con el apetito estimulado, nos dispusimos a disfrutar los platillos de La Pigua elegidos para la ocasión. Primero, una rica mantequilla maya con totopos como entrada; le siguió una ingeniosa crema moro de manitas de cangrejo servida dentro de una calabaza. El platillo principal fue pulpo en aromas del Mayab con queso relleno. Y para el postre, un pastel de coco creado por la madre de Francisco.

 

Noche inolvidable

 

Campeche

 

Luego del banquete, los invitados acudieron a un coctel de cortesía dentro de Puerta Campeche. Además de refrescarse, pudieron abrir el apetito para la siguiente experiencia: una cena memorable en Casa de los Murmullos, restaurante nominado a los Food and Travel Reader Awards.

Dentro de una elegante casona, decorada con piezas de arte de todo el mundo, el chef francés Patrick Cros deleitó a la concurrencia con platillos de lo que él llama “cocina franpechana”, una fusión de sabores. Para abrir boca, llegó a la mesa un macaron de relleno negro y una totoaba con granos de maíz cocinada en horno de tierra.

 

 

Posteriormente, nos presentaron un foie gras con granada y un exquisito pato bañado en mole de marañón, fruto muy habitual en la cocina campechana. Al abrigo de notas de piano y de la voz de una soprano llegaron los postres, una selección de finos macarones. Así, fue el momento de despedirnos de una velada increíble.

 

 

En el interior de la selva

 

Campeche

 

A la mañana siguiente, aún inspirados por la experiencia en Casa de los Murmullos, tomamos de nuevo la carretera. Esta vez, el destino sería Hacienda Uayamón, otra de las señoriales propiedades de Luxury Collection. Allí, los invitados quedaron boquiabiertos con enorme ceiba milenaria que recibe a los viajeros a la entrada de la hacienda, así como con el casco del siglo XVII.

 

 

El antiguo hospital fue convertido en suites, había un melancólico cuarto de máquinas –cubierto de vegetación–, así como una alberca. Se refrescaron llegada la tarde, para luego dedicar el resto del día a descansar como lo hicieran los potentados de antaño.

 

Esa noche, en lo que otrora fuera la casa del hacendado, los invitados y el equipo de Food and Travel cerramos el viaje degustando comida típica campechana. Continuamos animados por vinos mexicanos, entusiasmados por seguir descubriendo las maravillas de México y el mundo a través de otra Food and Travel Experience. thehaciendas.com