Aunque todo el año es buen momento para viajar a Puebla y disfrutar de su gastronomía, existen temporadas en las que hacerlo es mucho más recomendable. Una de ellas es la del mole de caderas, platillo tradicional cuya preparación y disfrute rozan la categoría de ritual. Si aún no lo has probado, sigue leyendo y aprende sobre esta delicia que se ofrece por tiempo limitado. Fotos: Cortesía

 

¿Qué es el mole de caderas?

 

¡Ya llegó el otoño a nuestro país! Con él también lo hicieron los sabores y aromas que distinguen a esta época del año, en especial si te encuentras en Puebla. Y es que en este privilegiado estado de México, octubre y noviembre saben a mole de caderas, un exquisito platillo tradicional que solo se puede degustar durante esta temporada. Pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial?

 

Mole de caderas de Puebla

 

Primeramente, debes saber que el mole de caderas es un guiso originario de la Mixteca, zona cultural y geográfica compartida entre Oaxaca y Puebla. Esta exquisitez se hace a base de chiles, en particular de distintas variedades de guajillo, serrano y costeño. Además, lleva como ingredientes vegetales hoja de aguacate, tomate verde, jitomate, ejotes y un toque de cilantro, dando como resultado un rico caldo espeso.

Sin embargo, el protagonista indiscutible del mole de caderas es el chivo, en especial los huesos de la cadera y espinazo de este animal, los cuales se sumergen y disfrutan en el caldo mencionado.

De hecho, el chivo es el principal motivo por el que el mole de caderas es un platillo de temporada, ya que es sacrificado en la época otoñal de matanza de este animal, el cual es criado a lo largo de los meses previos: es justo esa espera, la que también le da singularidad al guiso. Así, durante los días de sacrificio, no solo se aprovecha el 100% de su carne y huesos (tanto para el mole de cadera como para otros platillos), sino que también se realizan festividades con bailes y música que unen a las comunidades. Por cierto, una de las más próxima e importantes es el festival que se realizará el 20 de octubre en Tehuacán, Puebla.

 

¿Cuál es su origen y dónde lo puedo comer?

 

Mole de caderas en Puebla

 

Si bien el aprovechamiento del chivo para consumo humano fue introducido por frailes dominicos en la Mixteca, también es producto de las distintas técnicas indígenas para transformar chiles y semillas en salsas y moles. Y aunque no cuenta con una «fecha de nacimiento» clara, como la gran mayoría de las creaciones culinarias, sí se sabe que cobró relevancia durante los siglos XIX y XX.

De acuerdo con los cronistas, era costumbre de los hacendados de la época quedarse con la mayor parte de la carne de los chivos sacrificados, dejando a sus trabajadores solo los huesos, con los que elaboraban el mole de caderas. Lo cierto es que la sencillez de este ingrediente es lo que le dota de autenticidad y sabor al mole de caderas, una delicia que, a pesar de sus orígenes humildes, hoy se puede disfrutar en todo tipo de restaurantes en Puebla, sin importar su categoría. ¡Solo recuerda que está disponible únicamente en octubre y noviembre!

¿Qué esperas para viajar a Puebla para degustarlo y comprobar por qué la temporada de mole de caderas es tan especial?

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Diversidad de sabores, ingredientes únicos y aromas inolvidables, ¡esa es la gastronomía oaxaqueña! Y si de la cocina de Oaxaca hablamos, no podemos dejar de mencionar a Las Quince Letras, restaurante que se ha consolidado como un referente de la cocina oaxaqueña a nivel nacional e internacional. Basta con decir que este año celebran su 30 aniversario, tiempo en el que han sido embajadores de la cocina local y tradicional. Fotos: Andrea Cabrera.

Viajamos hasta este estado para vivir de cerca la celebración de sus tres décadas, donde Celia Florián y Fidel Méndez fueron los (excepcionales) anfitriones del festejo que abarcó: una emotiva misa en el Templo de Santo Domingo, una colorida y alegre Calenda, y un delicioso banquete de cada región de Oaxaca. Te contamos por qué este restaurante es una parada imperdible en la capital oaxaqueña, su historia y planes a futuro.

 

Las Quince Letras

 

Y para entrar en contexto, nada como la definición de la gastronomía oaxaqueña en palabras de Celia Florián, cocinera oaxaqueña y fundadora de Las Quince Letras: “La gastronomía oaxaqueña es una cocina llena de tradición, de una tradición milenaria, ancestral, pero además que es viva y que está vigente todavía en las comunidades. Es un lugar donde comes y bebes, donde disfrutas del placer de los sabores”.

Los inicios de Las Quince Letras

 

Para hablar de los inicios de Las Quince Letras, hay que remontarnos al año 1992, cuando Celia Florián y Fidel Méndez fundaron este lugar con la ilusión de compartir y dar a conocer la cocina oaxaqueña: limpia, con el producto criollo nativo de Oaxaca, con sus maíces, chiles y los guisados tal cual como es la receta.

En la calle Mariano Abasolo, en pleno Centro de Oaxaca, comenzó la historia de Las Quince Letras. “Teníamos el local, que en su momento era más pequeño, y después fue creciendo. El patio era muy lindo, lleno flores para que jugaran mis hijos, pero a los tres años de la apertura ya no cabía la gente, entonces abrimos para hacerlo más grande”. Hoy, después de tres remodelaciones, el restaurante cuenta con un hermoso salón y una amplia terraza.

 

Las Quince Letras

 

Desde sus inicios, el objetivo de este icónico restaurante ha sido mostrar y preservar la cocina de Oaxaca, pero no solamente de Valles Centrales, sino de todas las regiones del estado. “Poco a poco empecé a hacer investigación y a traer recetas de todo el estado. En ese buscar de las recetas, fui conociendo a cocineras tradicionales que invitaba a eventos que relizábamos en el restaurante, como clases de cocina para niños”.

Así fue como Las Quince Letras se convirtió en la sede para trabajar a favor de la cocina tradicional desde distintos ángulos: desde donde se sirve la cocina tradicional oaxaqueña de una manera muy respetuosa con el producto, hasta donde se realizan encuentros con cocineras tradicionales.

 

Puntos clave para el éxito

 

A lo largo de tres décadas, este restaurante referente de la cocina oaxaqueña se ha dado a conocer por sus deliciosas recetas y platillos, pero también por la calidez de su servicio. “Cuando la gente viene aquí la hacemos sentir como en casa, nuestro equipo sabe que tenemos que ser muy cálidos, dar la mejor atención y que los platos estén tan sabrosos como si los clientes estuvieran comiendo en la casa de una abuela o mamá oaxaqueña: con autenticidad, sabor, esmero y cariño”.

 

Gastronomía oaxaqueña

 

Celia además compartió con nosotros que en Las Quince Letras no utilizan ningún tipo de saborizante o colorante, sino que se aprovechan los sabores de los chiles y hierbas para lograr platillos deliciosos y muy coloridos.

Y sin duda, otro de los puntos clave del éxito de este lugar, es que tanto Celia como Fidel siempre están presentes encabezando el lugar, pendientes de los detalles y de la calidad requerida para llevar los sabores de Oaxaca a cada comensal , y lograr así, una experiencia excepcional.

 

Tres décadas compartiendo sabores de Oaxaca

 

Así que durante la celebración de este 30 aniversario, no se podía esperar menos que un festín de sabores oaxaqueños con el sello de Las Quince Letras. La celebración comenzó con una emotiva misa que se llevó a cabo en el Templo de Santo Domingo a plena luz del atardecer, para después dar paso a una colorida y alegre Calenda hacia el restaurante.

Para la cena, participaron cocineras de cada una de las ocho regiones de Oaxaca: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y Valles Centrales. Una cocinera por cada región, quienes prepararon platillos insignia. Se trató de un menú de bocadillos en el que los invitados pudimos saborear una experiencia de todo el estado de Oaxaca. “Ha sido nuestra bandera. Defender las tradiciones gastronómicas, empoderar y dar a conocer la sabiduría de las mujeres oaxaqueñas a través de la cocina, por ese motivo ellas fueron las invitadas”.

 

Cocineras tradicionales Oaxaca

 

Desde tostadas de salchicha ejuteca a cargo de la cocinera tradicional Anel Hernández (Valles Centrales), pasando por la tostada de escabeche de pescado, de Hilda Guzmán (Costa), el tamal de bola, de Elena Sánchez (Sierra Norte), las empanadas de bodas, de Gladys Calvo (Sierra Sur), hasta el tamal de elote de Chiltepec, de Rosario Cobos (Cuenca), la barbacoa de Tlaxiaco, de Zoila Palacios (Mixteca), la garnacha Istmeña (Istmo) o los tacos de pepescas (Cañada) a cargo de Las Quince Letras.

 

¿Qué viene para Las Quince Letras?

 

La historia de este restaurante se continúa escribiendo, y para las siguientes décadas los proyectos y planes siguen creciendo. “Lo que viene para Las Quince Letras es seguir mejorando y superándonos en cuanto a atención al cliente, en tema administrativo y que la gente esté capacitada. Seguir fomentando nuestra responsabilidad social, dentro y fuera de Oaxaca, asistir a los eventos con causa”.

 

Las Quince Letras

 

Sin duda la gastronomía oaxaqueña es una cocina llena de tradición que está vigente todavía en sus comunidades y en lugares como Las Quince Letras, un referente que después de 30 años sigue compartiendo la cocina oaxaqueña con México y el mundo. Dónde: Mariano Abasolo 300, Ruta Independencia, Centro Oaxaca de Juárez. lasquinceletras.mx

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Su apariencia es parecida a la de un mole de olla, pero tiene un sabor concentrado, que es producto de una cocción lenta. Pero sin duda, el «Mole de Caderas» está lejos de ser solo un caldo, ya que tiene buena consistencia, y debes de saber, que bien caliente se disfruta mejor. Pero, ¿cuál es su origen y cómo se prepara? Ahora que es temporada de «Mole de Caderas», te contamos y antojamos más este exquisito platillo mexicano.

El «Mole de Caderas» o también conocido como Huaxmole, es un platillo tradicional de carne de chivo originario de la región de Tehuacán, Puebla, que tiene como fecha probable de inicio de elaboración el año 1800, en la sierra de Zongolíca, también conocida como Sierra Nevada. Por lo que este guiso, es la combinación de elementos autóctonos y productos que los españoles trajeron en su viaje al continente americano. 

Es considerado uno de los platillos más importantes en los estados de Puebla y Oaxaca, debido a la prolongada crianza y cuidados en la preparación del animal, del cual se aprovecha la totalidad de la carne, y se pueden preparar hasta 25 platillos diferentes.

 

El ritual antes de la preparación

 

Moles de caderas

 

Lo que da inicio a la preparación del delicioso «Mole de Caderas» es la celebración del Festival de la Matanza, en el que se realiza el sacrificio de animales de crianza para la preparación de los alimentos. Esta tradición data desde la época virreinal, cuando los frailes dominicos llegaron a la Mixteca, ya que impusieron nuevas costumbres, entre ellas ésta, y se volvió toda una tradición.

En dicho festival se honra al chivo y se pide a las deidades que haya más o la misma cantidad de chivos disponibles para comer, que el año anterior. La época de la matanza de chivos comienza a mediados del mes de octubre, sin embargo, ya no se hace como antes, en la actualidad se utilizan modernas pistolas cash, que evitan el sufrimiento de los animales.  

Para su consumo, los chivos fueron llevados durante un trayecto de un año pastando a través de las regiones del sur del estado de Puebla y del norte de Oaxaca, alimentando al ganado sólo con abundantes cantidades de sal e hidratados sólo por agua. Se mantiene así al ganado, con el objetivo de que al final su carne posea un sabor fuerte y característico.

 

¿Cómo se prepara?

 

Mole de caderas

 

Para comenzar a prepararlo se necesita la carne y hueso de la cadera del chivo -ahí su nombre-. Las caderas se cuecen en agua con cebolla, ajo, y sal; los chiles guajillos se tuestan y se preparan en salsa, y ésta se incorpora al caldo junto con hojas tostadas de aguacate; los ejotes se añaden cuando la carne está cocida.

Pero la preparación de la salsa merece un cuidado especial, ya que esta es elaborada a base de chiles guajillo, costeño y serrano, así como tomate, jitomate, hojas de aguacate y ejotes, también provenientes de Tehuacán, Puebla. Asimismo, se le da un baño de limón para darle un toque especial, obteniendo un caldo de color rojo hervido con la carne de las caderas.

 

¡A disfrutarlo!

 

Platillos Puebla

 

Sin duda alguna, preparar «Mole de Caderas» es todo un ritual, ya que se necesita mucho conocimiento y pasión por la comida poblana. Si quieres disfrutar este platillo de temporada que comienza el tercer jueves de octubre, en los restaurantes tradicionales de Puebla se anuncia cuando se prepara este mole, ya que es una temporada muy esperada y especial, al grado que un plato de «Mole de Caderas» es más caro que el mole poblano. 

Ahora solo tienes que dejarte llevar por tu antojo y disfrutarlo como se debe en Puebla, acompañado de un mezcal y dejar que la carne de chivo se deshaga en tu boca, mientras te deleitas con un exquisito picor.  ¿Ya se te antojó?

 

 

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