¿Sabías que cuatro de cada cinco chocolates que se producen en nuestro país están hechos con cacao extranjero que muchas veces se importa de Colombia, Honduras, Guatemala, Ecuador e incluso de África? De ahí la importancia de que hoy en día existan empresas sociales como Oaxacanita chocolate en nuestro país.

Se trata de la primera chocolatería mexicana reconocida a nivel internacional por el impacto crucial de sus operaciones, además de ser nombrada uno de los mejores proyectos sociales del continente por el ex presidente de EE.UU. Barack Obama. Platicamos con Germán Santillán, fundador y director general de Oaxacanita chocolate para conocer más detalles de esta empresa social chocolatera de la Mixteca oaxaqueña. Fotos: Cortesía

 

Las raíces familiares que se convirtieron en una exitosa empresa social

 

Germán Santillán

 

Fue en el año 2013 cuando se comenzó a gestar la idea de este proyecto oaxaqueño que trae consigo grandes raíces familiares, emotivos recuerdos de vida y gente apasionada por hacer un cambio. “Mi familia, por parte de  mi abuela materna, Jose, es de Tamazulapan del Progreso, Oaxaca. Desde chiquito, tres o cuatro veces al año, iba a Tamazulapan para ver a la familia y pasar tiempo juntos. A los 6 años, aprendí a hacer mi primer chocolate”, explica.

Fue así como desde pequeño, Germán estuvo siempre muy apegado al tema del chocolate, pues tanto en Tamazulapan del Progreso como en los pueblos de la Mixteca, se acostumbra a tomar chocolate para cualquier evento importante.

Tras estudiar la Licenciatura en Ciencias Empresariales en la ciudad de Huajuapan de León, a Germán le surgió la idea de hacer una chocolatería en la región que pudiera generar oportunidades de trabajo y compartir la tradición del chocolate. “En una materia de la universidad, empiezo a desarrollar el proyecto, y un año después de salir de la carrera, le platicqué de mi idea a mi abuela Jose, quien me prestó un cuarto de su casa donde empezamos a hacer los primeros chocolates”.

 

Cocineras tradicionales, artesanos y cacaocultores

 

Cacao

 

Para dar vida a Oaxacanita chocolate, comenzaron colaborando con algunas cocineras tradicionales para preparar chocolate y hacer uso de sus saberes ancestrales de cocina. Al mismo tiempo y por otro lado, empezaron a trabajar con artesanos de comunidades como San Andrés Lagunas y San Isidro Lagunas que se dedican a hacer canastas de palma y molinillos de madera, para adecuar estas artesanías a sus productos y empezarlas a promover. Así, poco a poco, el proyecto se fue formalizando.

“El chocolate como tal empezaba a darnos la posibilidad de hacer más alianzas con otros pueblos. De esa manera vimos la posibilidad de generar una cadena productiva que pudiera beneficiarnos a todos”. 

 

Impactar positivamente la vida de más de 3 mil 500 personas

 

Trabajo con impacto social

 

Oaxacanita chocolate propone el uso de este valioso ingrediente como elemento de unión social. “Nosotros nos definimos como una empresa social indígena de chocolate. ‘Empresa social’ porque nuestro principal fin como organización es generar oportunidades de desarrollo integral en la región a base de la producción de chocolate. ‘Indígena’ porque nos dimos cuenta de que la identidad originaria que se le da al chocolate en la Mixteca es completamente particular”.

Y aunque son 30 las familias con las que normalmente se trabaja en Oaxacanita chocolate, en ocasiones el proyecto ha tenido la posibilidad de emplear temporalmente hasta a 100 familias, impactando la vida de más de 3 mil 500 personas de más de 75 comunidades en Oaxaca. 

“El chocolate para nosotros sigue teniendo el significado que tenía para nuestros antepasados: unir a la gente. A partir de eso, hemos tenido la fortuna de recibir reconocimientos como el de Gran Premio Semilla de Consciencia como Mejor iniciativa de preservación del patrimonio gastronómico en los Premios Goula 2023. También fuimos considerados un Caso de Éxito Internacional por Meta, y pudimos participar en una conferencia TED que se tradujo a 19 idiomas, entre otros logros”.

De acuerdo con Germán, estos premios les han permitido tener alianzas con otros organismos para crear programas de derechos humanos, salud, educativos y de empredimiento en la región. Más allá de la visión tradicional de una empresa chocolatera, Oaxacanita chocolate busca generar oportunidades que sean amigables con las culturas de comunidades vulnerables

 

Involucrar a las nuevas generaciones a través de La Escuelita del Cacao

 

Oaxacanita chocolate

 

“Otra parte interesante es que estamos haciendo del lado del cacao tiene que ver con que, en México, la estadística muestra que la edad promedio de un campesino es de 63 años. Hace dos años, creamos La Escuelita del Cacao, el primer programa de agricultura intergeneracional en México con el que estamos empoderando a una nueva generación de guardianes del planeta en comunidades mixtecas a través del chocolate”. 

Este proyecto, que hoy cuenta con la participación de más de 100 niños y niñas, tiene el objetivo de rescatar la siembra del cacao a través de talleres de la historia del chocolate y la entrega de arbolitos de cacao para que los siembren en sus casas, así como talleres de cómo hacer su propio chocolate con la finalidad de que exista una visión nueva del campo en la región.

 

Panorama del chocolate en México

 

Oaxacanita chocolate

 

Finalmente, no podíamos dejar de preguntarle a Germán sobre el panorama del chocolate en México:

“A nivel nacional, México tiene un problema fuerte con el cacao. Hablamos de que producimos alrededor de 30 mil toneladas de cacao anuales, y hay estimaciones de que esta cifra ha ido a la baja. La industria consume 120 mil toneladas de cacao, lo que quiere decir que cuatro de cada cinco chocolates que se producen en nuestro país están hechos con cacao extranjero”.

También nos compartió que, a nivel legal, el chocolate es toda combinación de cacao con otro ingrediente, es decir, le puedes llamar chocolate a cualquier cosa que tenga cacao con otro ingrediente. “México es considerado la cuna del chocolate. Se dice que el origen del cacao se da en el norte del Amazonas, pero es en nuestro territorio donde los olmecas aprenden a domesticar el árbol de cacao”. 

¿Qué podemos hacer desde nuestra trinchera para apoyar esta situación del chocolate en México? Elegir productos de empresas sociales responsables como Oaxacanita chocolate, que pone a la venta un chocolate en tablillas torteadas a mano y elaboradas con la receta tradicional. Para adquirirlas, entra aquí a su tienda en línea.

Y si eres un verdadero amante del chocolate, te interesará conocer Paccari, el chocolate orgánico hecho por indígenas latinoamericanos.

Aunque algunos dicen que el 13 de septiembre es el Día Internacional del Chocolate, esto por el nacimiento de Roal Dahl, escritor de la novela Charlie y  la Fábrica de Chocolate, mientras otros que es hoy 7 de julio, creemos que todos los días son perfectos para festejar la existencia de esta delicia. Y no hay mejor forma de celebrar que conociendo más sobre su historia, y claro, derritiendo una deliciosa porción de este manjar en nuestra boca. Texto: Ana Karen García. 

México ha dado una gran diversidad de productos al mundo, entre ellos se encuentra el chocolate, el cual, tuvo sus orígenes en las culturas prehispánicas, aunque no se consumía de la forma en que ahora lo hacemos.

Cuenta la leyenda que fue Quetzalcóatl quien robó el árbol de cacao del jardín de los dioses, para dárselo a su pueblo y que no tuvieran hambre, además así podrían dar rienda suelta a su creatividad e inteligencia.

Después de plantar el arbusto pidió a Tláloc que enviara lluvia para que este creciera y luego visitó a Xochiquetzal, quien es la diosa de la belleza y el amor. Ella hizo crecer unas  vainas muy bellas, llenas de semillas, dando así origen al cacao.

 

Chocolate

 

Tesoro prehispánico

 

Existen investigadores que afirman que el descubrimiento de esta semilla fue accidental, pues fermentaron una vaina, con la cual crearon una bebida estilo cerveza, pero desechaban las semillas. Tiempo después comenzaron a molerlas y así preparaban un agua de tonos amargos pero muy energizante. Por ello, se consideraba que esta bebida era solo para guerreros o personajes de un estatus social alto.

La importancia del cacao era tal en aquellos tiempos, que incluso era utilizado como moneda, de las cuales Moctezuma logró sumar 160 millones de bayas. Fue en la mesa de este emperador azteca que Hernán Cortés conoció este manjar.

 

Bienvenida al Viejo Mundo

 

Los exploradores del Viejo Continente no conocían la semilla de cacao y sus primeros acercamientos no fueron tan satisfactorios, pues le parecía una bebida muy amarga, sin embargo decidieron llevarla hacia su lugar de origen.

Al llegar a España dieron a probar esta bebida a los reyes, quienes propusieron que se agregara azúcar y canela para aligerarla, dando paso a lo que hoy conocemos como el chocolate de mesa.

 

 

chocolate

 

En los siglos XVI y XVII esta bebida se popularizó por España, Italia y Francia, hasta llegar a Suiza, donde en 1820 Luis Cailler hizo la primera tableta de chocolate, descubriendo así una nueva forma de disfrutar este producto, quitando el amargor y explorando nuevas posibilidades de consumir esta semilla, convirtiéndola en el dulce más disfrutado por todo el mundo.

 

Chocolate en constante evolución

 

Después de este gran descubrimiento, el chocolate y las técnicas para su producción no han parado, logrando siempre una mejora, además de lograr innovación e investigación para conocer más sobre este producto.

Por ejemplo, ¿Sabías que ahora además de las clásicas presentaciones, existen chocolates rubí (de tonos rosas) y dorados? Estos son elaborados con el cacao Ruby proveniente de Costa de Marfil, Ecuador y Brasil, que presenta naturalmente tonos color rosa intenso y sabores afrutados. 

 

 

No te quedes con las ganas de probarlo, ya sea en barra, chips, bebido o a mordidas, el chocolate siempre estará para llenarte de energía, aportarte nutrientes e incluso ponerte de buenas en esos días lluviosos. No por nada ha sido llamado el nuevo oro del mundo. 

 

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