Nos enamoramos de Park City por ser un paraíso invernal, así que decidimos regresar en verano para disfrutar de estas mismas montañas de ensueño, cuando la nieve se derrite. Por eso aquí te mostramos diversas actividades para que disfrutes de Park City durante todo el verano. Fotos: Archivo.

Tengo que volver a preguntarme dónde estamos al asomarme por la ventana. Son las mismas montañas, la misma calle principal, repleta de restaurantes y galerías de arte, es la misma encantadora ciudad en la que hemos pasado tantos inviernos, solo que esta vez el Sol brilla con fuerza y ese blanco que cubría todo se ha convertido en este verde intenso salpicado de flores multicolores.

Los abrigos, guantes y el equipo de esquí se quedaron en casa, pero empacamos todas las ganas de explorar estas nuevas rutas. Ahora tenemos varios grados a favor, y el Sol de nuestro lado, con la misma garantía de estar a punto de realizar un viaje inolvidable.

Las calles, iluminadas con foquitos de colores todo el año, en esta temporada se visten con interesantes mercados callejeros, donde se venden piezas de arte local, comida orgánica y mucha cerveza artesanal. Park Silly Sunday Market abre todos los domingos de junio a septiembre como una conjunción de mercado y festival urbano.

Disfruta de la naturaleza

 

 

Los bosques de álamos se convierten en escenarios para montar a caballo, practicar bicicleta de montaña, armar un pícnic al caer la tarde, sobrevolar el pueblo en un globo aerostático o hacer una caminata en pleno contacto con la naturaleza. Se puede pescar con mosca, bajar la montaña en un tobogán alpino, navegar en bote, hacer surf de remo en inmaculados lagos o arroyos, y volar a través del bosque en largas tirolesas que permiten ver postales espléndidas de Park City.

También se puede experimentar el deporte de alto nivel de este destino en Utah Olympic Park, que fue construido para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002. Hoy, el parque es usado por atletas de todas las edades que practican salto en esquí nórdico, esquí acrobático, carreras de trineo, skeleton y luge.

A la par, los visitantes se divierten todo el año con divertidas  actividades que van desde realizar bobsled hasta disfrutar de conciertos al aire libre con música que se eleva hacia las primeras estrellas de la noche.

Y los lugares de siempre también se visten con una atmósfera distinta, cálida, festiva y relajada. Las terrazas de los restaurantes del centro han apagado sus calentadores; una cerveza helada, artesanal y local, por supuesto, ha suplido ese chocolate caliente que solíamos tomar en invierno.

 

Park City

Muévete como un local

 

La mejor manera de recorrer la ciudad de Park City cuando no hay nieve es a bordo de las E Bikes, bicicletas eléctricas para uso público que comenzaron a ser el medio de transporte más popular en la ciudad desde 2017. Están disponibles 24 horas al día, toda la semana durante primavera, verano y otoño, y son ideales para pasear varias horas y no desfallecer en las subidas de ciertas calles.

Se pueden alquilar, mediante su aplicación, por hora, día, semana o mes; y lo único que hay que tener en cuenta es que hay que ser mayor de 18 años para usarlas y se deben respetar los carriles confinados.

El eco de un pueblo minero

 

Rodamos en bicicleta eléctrica por las calles de esta ciudad que nació como un pueblo minero alrededor de 1868. La historia nos la van revelando las casonas antiguas y edificios legendarios que añaden encanto a esta pequeña ciudad que presume, uno tras otro, sus rincones más acogedores.

Al recorrer el Distrito Histórico de Park City, que comprende Main Street, la avenida principal de la pequeña ciudad, y algunas vías aledañas, es inevitable detenerse a disfrutar la vista que ofrecen las edificaciones y fantasear con la vida de antaño.

A finales del siglo XIX, cuando la búsqueda de metales preciosos se popularizó en el oeste de Estados Unidos, un grupo de soldados descubrió yacimientos de plata en las montañas del norte de Utah: el lugar donde más tarde se establecería Park City. A partir de 1868 decenas de pioneros llegaron a la zona, consolidando un pueblo minero cuyo centro ofrecía 27 saloons que abrían sus puertas entre negocios pequeños y alojamientos. Y aunque en 1898 un devastador incendió destruyó más de la mitad de las edificaciones de Main Street, al cabo de año y medio se recuperó su esplendor.

 

 

Las construcciones evocan tiempos antiguos, con 74 inmuebles pertenecientes al Registro Nacional de Lugares Históricos, una lista oficial que enumera los sitios culturales de Estados Unidos que merecen ser preservados.

Así, las fachadas que enmarcan a los sofisticados restaurantes, las galerías de arte y las lujosas boutiques permanecen como testigos silenciosos del paso del tiempo, como es el caso de la Mayer Gallery, así como los restaurantes Firewood y Riverhorse.

Después de unos años, durante la depresión de los años 30, la extracción de plata cesó y los habitantes emigraron en busca de nuevas oportunidades. El lugar fue abandonado a una
suerte de pueblo fantasma, pero la otra naturaleza de la ciudad comenzó a brillar como oro: el gran desarrollo turístico la convirtió en uno de los centros de esquí más atractivos de Estados Unidos, y hace unos años comenzó a ser también un referente para un escape veraniego, con actividades al aire libre y una atmósfera festiva y cálida.

 

El llamado de las montañas

 

 

 

La cordillera de Wasatch, considerada el borde occidental de las legendarias Montañas Rocallosas, se apodera de todas las vistas y abraza la ciudad con una presencia que proviene desde la frontera de Idaho y Utah, al sureste de Estados Unidos. Cuando la nieve se derrite, el blanco se torna en verde intenso.

Nosotros decidimos dedicar las mañanas enteras a entregarnos a la adrenalina que regala el descenso en bicicleta de montaña en Deer Valley Resort. Mi instructor, Kevin, un joven francés por demás temerario, me otorga todo el equipo de ciclismo y me dice, confiando más en mí de lo que yo confío en mis habilidades: “Sígueme”.

Voy tras de él por un sinfín de pistas repartidas en seis montañas, que alcanzan hasta los 900 metros de elevación. Deer Valley ofrece casi 120 kilómetros de senderos ciclistas diseñados por expertos que son el paraíso para los amantes de de este deporte. Hay pistas para principiantes y expertos, estrechas, llenas de árboles y piedras o un poco más anchas
y fáciles de sortear.

 

 

Tres telesillas brindan acceso a una amplia variedad de excelentes senderos que, a su vez, se conectan con la extensa red de más de 600 kilómetros de ciclovías en Park City. Son Silver Lake Express, en la base del resort; Sterling Express, ubicado en la mitad de la montaña; y Homestake Express. El desafío se completa después de varias horas de diversión y emoción sobre ruedas.

Las caminatas nocturnas son una de las actividades favoritas de la temporada, ideales para aquellos que buscan encontrarse con la esencia de las montañas de este antiguo pueblo minero. Un par de horas antes del atardecer es el momento perfecto para abrirse camino hacia la cima, a la conquista de uno mismo. Seguimos los pasos de nuestra guía, Alisha Niswander, quien, al llevarnos por senderos sorprendentes, nos cuenta sobre la fauna y flora locales. Caminamos por las veredas naturales, sintiendo el calor de los últimos rayos de Sol despidiendo el día.

Información de viaje

 

Park City se encuentra a 50 kilómetros de Salt Lake City, en Utah, donde se llega desde Ciudad de México en vuelos directos. Después de 35 minutos de recorrido en tierra desde Salt Lake, viajeros ávidos de aventura se dan cita aquí.

 

Cómo llegar

 

Aeroméxico (aeromexico.com) opera vuelos desde Ciudad de México y Guadalajara hacia Salt Lake City. Viaje redondo desde $754 USD.

Recursos

Park City (visitparkcity.com) ofrece información sobre actividades por estación, hospedaje, restaurantes, tips de viaje y paquetes turísticos.

Lee aquí el especial que hicimos sobre Park City, una guía completa con diversas secciones sobre dónde comer, qué hacer y por qué enamorarse de este destino.

Dónde comer

 

 

High West Distillery & Saloon Los cocteles se preparan con destilados hechos en alambiques de cobre. Inaugurado en 1870, fue la primera destilería legal del estado de Utah. highwest.com

Windy Ridge Café Un sitio cálido que siempre huele a pan recién horneado, de ambiente casual y comida exquisita para satisfacer antojos de desayuno, comida y cena. windyridgecafe.com

Woodland Biscuit Company Sustanciosos desayunos americanos de estilo old fashioned acompañados de bisquets calientitos preparados de forma artesanal. woodlandbiscuitcompany.com

Cafe Terigo En una encantadora casona, y con una terraza envidiable, este restaurante es un imperdible desde hace más de 20 años. Hay que pedir pastas y platillos elaborados con frutos del mar. cafeterigo.com

 

Park City

 

Royal Street Cafe Dueño de una vista privilegiada y sabores inolvidables. La hamburguesa de bisonte con miel de maple y tocino, así como la torre de cangrejo fresco con láminas crujientes de won ton y wasabi, son algunos de los imperdibles. deervalley.com

Versante El restaurante de Park City Peaks Hotel cuenta con una barra y una terraza ideales. Ofrece deliciosas pizzas a la leña, pastas y platillos de estación con muy buena sazón. parkcitypeaks.com

Vessel Kitchen Preparaciones llenas de sabor, con un concepto de cocina respetuosa con los productores y los ingredientes. vesselkitchen.com

No Name Saloon Típico bar americano decorado con artefactos que remiten al Viejo Oeste, los road trips y los años 50. nonamesaloon.net

Más inspiración para comer en Park City

Dónde quedarse

 

Park City Peaks Hotel Se encuentra a unos minutos de la calle principal, donde están los atractivos gastronómicos y culturales del pueblo así como los resorts de esquí Park City Mountain y Deer Valley Resort. Instálate en alguna de sus 127 habitaciones recién renovadas y enamórate del elegante diseño que evoca el estilo de los años 50. Todos los detalles fueron cuidadosamente seleccionados, como los radios antiguos y las sillas de cuero que están en los cuartos así como los pisos y paredes de madera y piedra que embellecen todo el hotel. Su restaurante Versante es muy recomendable. parkcitypeaks.com

Fundada por mineros y convertida en una meca de los deportes invernales, Park City atrae hoy a una nueva oleada de viajeros para quienes la riqueza no se halla bajo el suelo o sobre las montañas, sino al centro de las mesa, afirma Arturo Torres Landa. Fotos: Charly Ramos. 

Suave, mullida y seca como talco fino, la nieve que cae sobre las montañas Wasatch es el principal atributo por el que Park City es un centro urbano vibrante y cosmopolita que atrae a viajeros de todas las latitudes. Sin embargo, durante décadas fue otro el recurso natural el que provocó la migración y poblamiento de la cuenca donde hoy se alza la ciudad. Descubierta por soldados en 1868, la plata en el subsuelo de Park City (se estima que de la mina Ontario, una de las más ricas del condado, llegó a producir 50 millones de dólares de aquel tiempo) motivó la súbita prosperidad y crecimiento de una ciudad que en tan solo 20 años de existencia, ya contaba con agua corriente y electricidad, algo no solo sobresaliente para el entonces salvaje Oeste americano, sino para toda la nación en general. Lamentablemente, el incendio que devastó buena parte de sus edificios en 1898 fue solo el inicio de una época de decadencia paulatina, marcada también por el agotamiento de los yacimientos minerales.

Tuvo que transcurrir casi medio siglo para que Park City pudiera ver mejores días: en las pistas que los mineros construyeron para desplazarse ladera abajo y llegar más rápido a su trabajo, una nueva clase media estadounidense (ávida de experiencias de viaje únicas) descubrió el potencial para levantar allí un centro vacacional de esquí. Hoy, los esfuerzos por consolidar los deportes invernales como motor de Park City han dado como recompensa el resurgir de una ciudad que ya no solo vive de plata o nieve, sino que en su catálogo cultural (es sede del Sundance Film Festival, entre otros tantos eventos artísticos) y en su efervescente oferta culinaria, ha encontrado prometedoras vetas, estas sí, inagotables.

 

Park City

 

 

 

Inspiración local, sabores foráneos

Donde mejor se ve representada esa fusión tripartita entre nieve, plata y sabores es en Main Street que, como su nombre indica, es la vía principal de Park City y sobre la cual se localizan la mayoría de los establecimientos culinarios de renombre. Casas de coloridos muros de madera cubiertas por techos de dos aguas; sólidos edificios de ladrillo que reflejan el estilo arquitectónico del Viejo Oeste; construcciones contemporáneas que, empero la modernidad, aún recurren a la estética de pueblo en la montaña. Dentro de estas construcciones se gesta la propuesta gastronómica de la ciudad, que no solo abreva de la historia, sino también de lo que proveen los alrededores.

Lo anterior está bien representado por el chef John Murcko. En su restaurante, Firewood, utiliza el método de cocción más antiguo conocido por la humanidad a través de preparaciones puestas directamente sobre leña y fuego. La suya es una cocina de temporada que echa mano de ingredientes locales, como la trucha cultivada en las alturas, el queso fresco de los granjeros que habitan a las afueras de Park City y hongos silvestres recolectados en los bosques de las proximidades. La conjunción de sabores en su cordero con piñones y pesto de menta remite tanto al estilo de vida montañés como a la multiplicidad de nacionalidades que ya se han asentado en la ciudad.

 

Park City restaurantes

 

Y es que esa diversidad humana no podría más que generar un mosaico de sabores, como demuestra también Grappa, embajada de la cocina italiana en uno de los extremos de Main Street. Si al exterior del restaurante las montañas y las casas típicas americanas dejan clara la ubicación, dentro se percibe una auténtica atmósfera mediterránea de balconadas y rincones con muros de piedra e iluminación tenue. Aquí se tiene un encuentro con comida que pone énfasis en la proteína, ya que sus platillos centrales incluyen ossobuco cocinado a fuego bajo, cacciatore de pollo, filete New York añejo y salmón acompañado con piñones tostados. Como se puede comprobar en el paladar, la pasta, la técnica y los vinos son innegablemente italianos, pero la columna vertebral de cada plato son los suculentos productos del Oeste norteamericano.

 

Con barras y estrellas

Si se buscan delicias de sello netamente estadounidense sobre esta avenida, es probable que The Eating Establishment sea la elección adecuada. Fundado en 1972 con la consigna de servir sustanciosos platos de desayuno durante todo el día, dentro de sus paredes de ladrillo rojo se puede degustar el Hungry Miner, que hace honor a su elocuente nombre (“minero hambriento”, en español) a través de sus dos huevos fritos en su punto, papas condimentadas, jamón, cebolla, pimiento verde y pan tostado —todo lo anterior gratinado con queso cheddar de la región—. Desde luego no faltan los waffles ni los hot cakes en el menú (servidos con jarabe de maple auténtico); tampoco las costillas BBQ, los sándwiches de roast beef ni las hamburguesas de campeonato como the established burger, emblema de la casa, a la que se le puede añadir jamón o un huevo frito.

Al viajero mexicano le llamará la atención encontrar huevos rancheros o tacos de pescado con salsa y frijoles, en un catálogo de comida tan estadounidense. Y es que la presencia mexicana es (como la de los suizos, alemanes y escandinavos que abrieron las rutas de esquí en la zona) honda y antigua. Una demostración del eclecticismo de Park City.

Park City restaurantes

 

Si se desea comenzar el día con una carga rotunda de sabor campestre norteamericano, hay que desplazarse desde el centro de Park City 33 kilómetros hacia el sureste sobre la carretera estatal 35, que eventualmente conduce a los poblados de Kamas y Francis. Una vez ahí, basta con seguir los señalamientos hacia el poblado de Woodland y dejarse envolver en el ambiente campirano. Por los cuatro costados, graneros rojos, camionetas pick-up antiguas, corrales con vacas de raza Highland o Frisian y la silueta de las montañas nevadas sobre la pradera, conforman una imagen como salida de una película de vaqueros y pioneros.

Rodeado por tal atmósfera se encuentra Woodland Biscuit Company, restaurante que solo sirve desayunos y almuerzos y donde la mayoría de los platillos vienen con bisquets, su especialidad. La propietaria, Laurel Bartmess, dejó su carrera como profesora para dedicarse a convertir recetas tradicionales en deliciosas creaciones matutinas, todo dentro de un edificio de 1939 que fungió como general store (típica tienda de semillas, víveres y herramientas) adornado con mantas quilted hechas con retazos de tela, artesanías y fotografías sobre la vida en el campo. Su promesa de desayunar como en la casa de la abuela se cumple en su plato the woodland: empanada de salchicha con gravy, cebollín y miel entre dos tapas de bisquet. Igual de indulgente es egg & bacon, combinación con huevos fritos, tocino y papas hashbrown, acompañadas con un muffin estilo inglés y mermelada de mora azul hecha en casa.

 

Park City restaurantes

 

Despertar con el pie derecho

De vuelta en Park City, existen otras alternativas para quienes desean que el primer alimento de la mañana contenga menos calorías, pero sea igualmente nutritivo para remontar las cuestas nevadas. Harvest y Five5eeds tienen en común su inspiración en la comida informal de Australia para diseñar sus cartas, así como haber convertido el avocado toast en un verdadero emblema de la cocina matutina de ese destino. En el primer establecimiento acostumbran servirlo sobre una laja de masa madre y coronarlo con huevos pochados y brotes, así como acompañarlo con una bebida caliente de cúrcuma, canela, jengibre y leche de coco, con lo que se redondea una experiencia en la que los términos gluten-free y vegano de Harvest, no están peleados con el sabor.

Por su parte, si bien Five5eeds presume estar más apegado a su origen australiano, no tiene reparos en ofrecer preparaciones más exóticas, como el israeli cous cous bowl, que, gracias al yogurt griego, aceitunas, huevo pochado y trucha que acompañan su cuscús con azafrán y zumaque, transporta al comensal del Viejo Oeste al Medio Oriente.

 

Park City restaurantes

 

Y aunque dentro se respira el exotismo de aquella región del mundo, afuera, una lluvia repentina parece depositar ligeras capas de nieve sobre las montañas. Es el recordatorio de que no se ha abandonado Park City, de que en este pueblo de mineros todos los sabores se pueden hacer realidad.

Park City se localiza a 52 kilómetros de Salt Lake City. Para llegar ahí desde Ciudad de México es necesario tomar un vuelo con una duración aproximada de cuatro horas hacia la capital de Utah y después, desplazarse por tierra, en traslado, hasta Park City durante 35 minutos. El huso horario es GMT -6 ; la moneda es el dólar americano (1 USD=19.41 MXN). Los veranos suelen ser calurosos, con temperaturas promedio de 28º C; en invierno, las nevadas son comunes y copiosas gracias a temperaturas mínimas cercanas a los -10º C.

Información de viaje

 

Cómo llegar

Aeroméxico (aeromexico.com) opera vuelos a Salt Lake City desde Ciudad de México y Guadalajara.

Recursos visitparkcity.com es la web oficial de turismo de Park City, en la que encontrarás información útil sobre los atractivos, eventos y clima del destino.

 

Park City restaurantes

Dónde comer

Firewood Gastronomía contemporánea de Estados Unidos cocinada directamente en fogones de leña. 306 Main Street. firewoodonmain.com

Harvest Sirve platillos veganos y libres de gluten siguiendo recetas australianas, bajo la consigna “desayunos todo el día”. 820 Park Avenue, suite 101. harvestparkcity.com

Woodland Biscuit Company Sustanciosos desayunos americanos de estilo old fashioned acompañados casi siempre de bisquets calientitos hechos de forma artesanal. 2734 Interstate Highway 35, Woodland, Utah. woodlandbiscuitcompany.com

Grappa Cocina del norte de Italia adaptada a los paladares y productos de las montañas Wasatch. 151 Main Street, grapparestaurant.com

The Eating Establishment Restaurante pionero en Park City que comenzó ofreciendo solo desayunos, para luego expandir su carta con clásicos de comfort food, como BBQ ribs. 317 Main Street. theeatingestablishment.net

 

Five5eeds Nombrado en honor a los cinco hijos del chef fundador, su propuesta se inspira en la cultura foodie de Australia, con énfasis en desayunos nutritivos y buen café. 1600 Snow Creek Drive. five5eeds.com

 

Park City restaurantes

 

 

Twisted Fern Nueva cocina norteamericana especializada en emparedados con excelentes productos de los estados vecinos, como trucha, pollo de granja, salmón y pato. 1300 Snow Creek Drive. twistedfern.com

Powder Restaurante principal del hotel Waldorf Astoria Park City, donde su chef, Michael Zachman, ha diseñado una carta de temporada en la que destacan ingredientes de la montaña, como la carne de bisonte y los hongos de bosque. 2100 Frostwood Drive. waldorfastoriaparkcity.com

J&G Grill Ideal para disfrutar del àpres-ski en Park City. Ofrece carnes a la parrilla, comfort food gourmet y deliciosos pescados orgánicos. Su terraza con vista a las pistas de Deer Valley es imperdible. 2300 Deer Valley Drive East.

No Name Saloon Típico bar americano decorado con artefactos que remiten al Viejo Oeste, los road trips y los años 50. De su lista de cocteles, pide el Bloody Mary. 447 Main Street. nonamesaloon.net

Freshies Lobster Co. Sus emparedados de langosta de Maine a la mantequilla con papas fritas son de degustación obligada a cualquier hora del día. 1897 Prospector Avenue. freshieslobster.com

Handle Servir platillos deliciosos, balanceados y elaborados con ingredientes de granjeros y productores locales es su principal misión. 136 Heber Avenue. handleparkcity.com