Entre las calles de la colonia Roma, en un espacio pequeño y acogedor, abrió sus puertas esta semana Ramenya. El chef japonés Kenta Ikehata presenta su primer restaurante de ramen y tsukemen en México. Fotos: Cortesía Ramenya. 

El chef Ikehata se formó en Tsujita Tokio, una reconocida marca de ramen artesanal, y luego de 13 años de aprendizaje, fue invitado a participar en la creación del Tsujita LA Artisan Noodles en Los Ángeles. Ahí, en la cocina, conoció a muchos mexicanos. Los conoció y los apreció, y justo esto lo motivó a traer este concepto a Ciudad de México pero con el nombre de Ramenya.

 

Aperitivos que son buen presagio

 

Ramenya

 

Antes de entrar de lleno con las estrellas del lugar, te sugerimos pedir algunas entradas al centro para compartir, pues hay que dejar suficiente espacio para disfrutar el plato caldoso típico de Japón. Las gyozas (que pueden ser picantes), el pollo frito o takoyaki (una suerte de croquetas de pulpo) son excelentes opciones.

 

¿Qué hay? Ramen y tsukemen

 

Ramenya

 

Ahora sí, con las papilas despiertas, encontrarás dos tipos de ramen: de miso blanco y rojo, hechos a partir de la fermentación de la semilla de soya en sal y hongo koji. El primero te resultará adictivo, mientras que el segundo es ligeramente más intenso; pero en ambos el seductor quinto sabor, el umami, hace que no puedas dejar de comer.

Pero la joya de la corona es el tsukemen que se sirve con los fideos fríos aparte, y éstos son más gruesos y lisos. Cualquiera de las tres versiones la puedes pedir sola, picante, con huevo o carne de cerdo. Y se puede maridar con cerveza, sake y shochu (destilado de arroz).

 

 

En la mesa, siempre estarán disponibles recipientes con jengibre encurtido, polvo picante casero, ajo entero (incluyendo el machacador) y limones para que los agregues a tu gusto en los caldos. Tip: hazlo a la mitad de tu comida para que notes la diferencia y te motive a terminártelo todo.

 

Cómo saborear un tsukemen

 

Ramenya

 

Primero, toma un bocado de fideos con tus palillos. Luego, sumerge por completo los fideos en el caldo que se encuentra en otro bowl. Se recomienda sorber, sin importar si se haces ruido, tal como lo hacen los japoneses.

Después, para dar mayor sabor, agrega jugo de limón a los fideos, y atrévete a ponerle una buena dosis del polvo picante casero (sí es picante) y ajo al caldo.

Al terminar con los fideos, puedes pedir soup wari, un caldo más ligero que se añade al que tenías en tu bowl. Cheque Promedio: $250. Donde: Valladolid 76, Roma Norte.

 

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