¡No cabe duda de que San Miguel de Allende tiene una oferta culinaria muy vasta! Por eso, si tú también buscas dónde comer en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad tan cosmopolita, hemos seleccionado ocho restaurantes en los que viajarás por México y el mundo sin levantarte de la mesa. ¡Toma nota porque están entre los más nuevos y en tendencia! Fotos: Gabriel Núñez

 

Dónde comer en San Miguel de Allende: restaurantes en tendencia

 

Il Mercatino: italiano por los cuatro costados

 

Il Mercatino

 

Un gran punto de arranque es Il Mercatino, restaurante italiano que, a contracorriente de la gran mayoría de los restaurantes de este destino, no se ubica en las primeras calles del centro histórico. Si buscas dónde comer en San Miguel de Allende, y te gustan los espacios amplios y luminosos, esta debe ser tu elección, porque además cuenta con un porche de aires mediterráneos. Dirigido por el chef Jerónimo Bizzotto, Il Mercatino asegura una experiencia italiana auténtica, en parte gracias al origen familiar del chef (su padre, nacido en el Véneto, fundó uno de los primeros restaurantes de éxito en la ciudad) y a que se vigila de cerca el origen de los productos y la ejecución de recetas.

 

Dónde comer en San Miguel de Allende

 

Aquí, la sugerencia es pedir una mesa en el exterior y abrir apetito con un Apperol Spritz, hecho como en la misma Italia. Posteriormente, viene bien compartir al centro una pasta frutti di mare con mariscos; el calzone relleno de mozzarella, provola y ricotta (creación del chef), la pizza Margheritta elaborada en horno de piedra con burrata y jamón serrano, o la mozzarella parmesano sazonada con salsa Napoli, plato emblema de la casa. Dónde: Josefina Orozco 10, San Miguel de Allende. CH: $750 pesos. IG: ilmercatinosma

 

Bocaciega, sabores de Oriente Próximo en un verdadero edén

 

Rack de cordero en el restaurante Bocaciega

 

También del Mediterráneo, pero de su porción oriental, proviene la promesa de Bocaciega. Concebido como una hostería greco-libanesa, el restaurante envuelve desde que se ingresa, gracias a su cálida decoración de materiales naturales, tonos neutros y texturas de madera, cerámica y macramé. Abierto hacia un bonito jardín con fuente, en su salón se antoja probar sus mezze, entre los cuales destaca el de hojas de parra por su relleno de granos. Perfecto para quienes desean  dónde comer especialidades vegetarianas, el siguiente platillo puede ser el carpaccio de pimiento rostizado con tahini, que acompañan con lechuga y tomate cherry. Y para los que adoran la carne, la sugerencia es el rack de cordero.

 

Cocteles en Bocaciega

 

Sin importar qué o dónde elijas comer dentro del restaurante, vale la pena probar su carta de vinos, que pone énfasis en etiquetas de blancos y rosados, así como en propuestas de vino natural. Su carta de mixología (con o sin alcohol), también amerita ser disfrutada. Dónde: Quebrada 18A, Centro. CH: $890 pesos. IG: bocaciega.mx

 

Bulla: auténtico sazón español

 

Pimientos rellenos en Bulla

 

Por supuesto, en San Miguel de Allende también hay donde comer exquisita gastronomía ibérica, siendo Bulla uno de sus mejores representantes. Hermano del concepto del mismo nombre en la Ciudad de México, este restaurante es supervisado por el chef canario Pedro Martín, que en este espacio también tiene la consigna de ofrecer cocina española tradicional apoyado por un comisariato que vigila el origen peninsular de los ingredientes. Se puede comprobar en sus pimientos de padrón, sencillos en su preparación pero de gran complejidad. También muy apegados a su tierra se sienten los pimientos de piquillo rellenos de bacalao, al igual que el lechón horneado, que se deshace en el paladar.

 

Dónde comer en San Miguel de Allende

 

Por cierto, hay que degustar sus arroces, en especial si se reserva mesa en la soleada terraza, rodeada de bugambilias y con vista hacia los campanarios virreinales. Dónde: Dr. Ignacio Hernández Macías 82, Centro. CH: $850 pesos. bulla.mx/bulla-san-miguel-de-allende

 

Tres Marías: dónde comer cocina argentina en San Miguel de Allende

 

Corte de carne en Tres Marías

 

¿Buscas dónde comer delicias internacionales con toque latinoamericano? Entonces tu recorrido debe incluir una cena a lo grande en Tres Marías, restaurante y terraza a pocos pasos del Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”. Aquí, el chef Pato Pérsico ha recurrido a su experiencia en España, Italia, Francia y el Pacífico mexicano para renovar la carta, la cual mantiene su esencia argentina pero muestra giros contemporáneos y europeos. Hay varias muestras de ello: la burratina di buffala con betabel transporta lo mismo a Italia que a Argentina, mientras que al linguini negro con pasta a la tinta de calamar (uno de nuestros favoritos) se prepara y sirve al estilo de la Costa Azul francesa. También evoca al país galo el magret rosado de pato terminado con crema de trufa blanca, pero el rib eye Prime, asado a la parrilla, demuestra la efectividad de las técnicas argentinas para extraer de la carne el máximo sabor y jugo.

 

Cocteles en la terraza de Tres Marías

 

En Tres Marías, la carta de mixología igualmente es de estreno: contiene clásicos como el Old Fashioned o versiones como el Tónico con vodka Ketel One, Tío Pepe y jengibre. Para quienes están en busca de un espacio con terraza para comer con una gran panorámica de la parroquia de San Miguel Arcángel. Dónde: Dr Ignacio Hernández Macías 77, Centro. CH: $1000 pesos. IG: tresmariassma

 

San Mezcal: maridaje sorprendente

 

Dónde tomar mezcal en San Miguel de Allende

 

Para quienes están en busca de dónde comer en San Miguel de Allende en compañía de los mejores destilados, la sugerencia inmediata es San Mezcal. Situado en la periferia del centro, el maestro mezcalier Julio Hernández ha reunido más de 125 etiquetas provenientes de los 10 estados mexicanos con denominación de origen, así como algunas más de sotol, raicilla, lechuguilla, bacanora, pox y tequila. Con estos elíxires, Julio propone al comensal un viaje a través de los sabores y los aromas del agave, siempre con su guía y ayudándose con un tomate verde y sal ahumada para limpiar el paladar. Al tratarse el mezcal de una bebida de gran complejidad, similar al vino, resulta lógico que en San Mezcal también hayan considerado una carta para maridarlo. El encargado de crearla es el chef Jason Mallof, cocinero originario de Canadá que ha vuelto a San Miguel de Allende para proponer una docena de platillos basados en las características gustativas de los mezcales e inspirados por la cocina asiática.

 

Postre de San Mezcal

 

Así, resulta imprescindible probar el tofu agedashi frito acompañado de una ensalada de vegetales frescos; también el kimchi estilo mexicano, el lomo de res con salsa de wasabi y mantequilla sobre cama de arúgula, y después cerrar con una mousse de chocolate con bizcocho de caramelo o con la tarta de limón rota. Cada platillo ha sido tan bien alineado con la bebida que con cada bocado y sorbo se descubren nuevas sensaciones. Un nuevo clásico de San Miguel de Allende para quienes buscan dónde comer con un mezcal a un lado.

 

Tené Kitchen & Bar, de confortable vocación

 

Tené Kitchen & Bar

 

Y si se trata de ubicar dónde comer cocina del mundo con un giro de vanguardia, hay que agregar a Tené Kitchen & Bar al itinerario. Miembro de la familia de hoteles y restaurantes Casa 1810 Collection, este restaurante ocupa la planta inferior del hotel Casa 1810 Parque, propiedad instalada en lo que antes fuera una tenería (de ahí el nombre del concepto culinario). Aquí será difícil elegir un solo plato, ya que todos forman parte de una propuesta de comfort food de altos vuelos, pero se puede comenzar con un aguachile verde o con el tiradito de atún con ponzu de morita, para incitar a la salivación. Posteriormente, hay que reservar espacio para la pizza de jamón serrano con arúgula, para el kafta de cordero y la hamburguesa de la casa, que se sirve con queso manchego de oveja y se adereza con mayonesa de foie gras

 

Dónde comer en San Miguel de Allende

 

Como colofón, se recomienda solicitar el pastel vasco con mermelada de frutos rojos o el pastel de chocolate con vainilla: elaborado con cacao auténtico, es apto para los que buscan dónde comer un postre en San Miguel de Allende que agrade a todos.  

 

¿Dónde comer carnitas en San Miguel de Allende? En Santa Maciza

 

Santa Maciza

 

Este establecimiento de atmósfera auténtica mexicana fue pensado para aquellos viajeros y locales que en un domingo cualquiera buscan dónde comer carnitas en San Miguel de Allende. Aquí encontrarás tacos y tortas de carnitas recién elaboradas al más puro estilo de Michoacán, así como raciones para llevar a casa por kilo. También los puedes pedir de costilla y pork belly, u optar por las guacamayas (antojito de León), por una gordita de migaja (relleno típico de Guanajuato), por un caldo santo o una quesadilla con guacamole fresco.

 

Dónde comer tacos en San Miguel de Allende

 

Se trata de un lugar perfecto para esos fines de semana de resaca o para una tarde de antojo, en donde te puedes sentar las horas para ver pasar la tarde mientras devoras tus tacos acompañados de una cerveza o un refresco. Mexicano, sabroso y sin pretensiones. Dónde: Barranca 42, Centro. CH: $170 pesos.  

 

Pork Belly: humo, carne y cerveza

 

Tacos de pulpo

 

Finalizamos este listado de lugares para quienes buscan dónde comer en San Miguel de Allende con Pork Belly, restaurante cuya promesa gira en torno a las carnes premium ahumadas. Para abrir apetito, puedes ordenar los camotes fritos o la coliflor ahumada. Posteriormente, te sugerirán probar alguna de las cervezas de su propia línea artesanal, las cuales fueron creadas para acompañar los distintos platillos de la carta: las hay de estilo Stout, IPA y Lager.

 

Sándwich y cervezas de Pork Belly

 

Ya entrando en la zona de los platos principales, puedes elegir entre los tacos de brisket ahumado o el de pulpo ahumado al perejil, u optar por un grilled cheese sandwich con ensalada de col y papas fritas. ¿Prefieres entrarle de lleno a la carne? Pide las costillas de cerdo ahumadas bañadas en salsa BBQ de la casa. Si lo haces, no olvides maridarlo con el coctel emblema: Pork Blvd, que mezclan con bourbon, Campari y vermut, para luego finalizar con un trozo de tocino como garnitura. Dónde: Sterling Dickinson 10, San Antonio. porkbellysma.com

¿Qué opinas de esta selección de restaurantes? Esperamos que te haya gustado tanto recorrer cada uno, porque cuando se trata de recomendarte dónde comer en San Miguel de Allende, hay que experimentarlo en estómago propio para poder asegurar que esta ciudad de Guanajuato es uno de los mejores destinos culinarios de México.

Por cierto, cuando compartas las fotos de tu comida en Instagram, no olvides etiquetar a @FoodandTravelMX ni a la cuenta oficial de turismo de San Miguel de Allende@TurismoSMA. En ella encontrarás más inspiración para seguir disfrutando este tesoro guanajuatense.

 

Y ya que estás de viaje en este destino querido por todos, ¿por qué no aprovechas para afinar tus dotes fotográficas? Aquí te decimos cuáles son las 5 fotos que te tienes que traer de tu visita a San Miguel de Allende.

Pork belly de cocción lenta con miso, bok choy, fideos y hongos

 

Cocinada dos veces a fuego bajo en líquidos de cocción umami, esta carne de pork belly con miso es tan tierna que se rebana como mantequilla.

 

Rendimiento: 4 porciones

Comenzar 1 día antes de servir

 

Ingredientes

 

  • 1-1.2 kg de pork belly

Para el primer líquido de cocción

  • 1 cebolla grande, pelada y en cuartos
  • 3 zanahorias, en rodajas gruesas
  • 4 palitos de apio, en rodajas gruesas
  • 30 g de jengibre fresco, rebanado
  • 4 dientes de ajo, aplastados con un cuchillo
  • 1 cdta. de granos de pimienta negra
  • 1 cda. de miso de cebada (disponible en naturitas.mx)

Para el segundo líquido de cocción

  • 30 g de hongos shiitake deshidratados
  • 30-35 g de algas kombu deshidratadas
  • 150 ml de sake
  • 100 g de miso blanco 25 g de jengibre fresco y rebanado

Para servir

  • 200 g de hongos ostra, enoki y shimeji o una mezcla de hongos del bosque
  • Sal de mar, al gusto
  • 3 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • 4 bok choy, a la mitad longitudinalmente (disponible en chedraui.com.mx)
  • 250 g de fideos instantáneos de arroz

 

Procedimiento:

 

  1. El día anterior, poner todos los ingredientes para el primer líquido de cocción en una cacerola grande y colocar encima la panceta, con la piel hacia arriba. Añadir 1.25 litros de agua fría hasta cubrir apenas la carne. Cocinar a fuego bajo, con la tapa cubriendo la mitad de la cacerola, durante 1 hora y media. Transferir la carne a un plato y colar el líquido sobre un recipiente con ayuda de un tamiz. Desechar los sólidos del tamiz (o guardar para hacer una sopa: licuar con agua o caldo de vegetales). Verter el líquido en un recipiente grande y agregar la carne de cerdo. Cuando se enfríe, refrigerar durante toda la noche.
  2. Retirar toda la grasa de la superficie del líquido de cocción refrigerado al día siguiente del primer paso. Transferir la carne a un plato y devolver al refrigerador. Colocar los hongos shiitake en un tazón, verter 200 mililitros de agua hirviendo y dejar en remojo por 25 minutos. Poner el primer líquido de cocción en una cacerola grande y añadir los ingredientes restantes para el segundo líquido de cocción. Agregar el shiitake y su líquido de remojo y calentar a fuego medio bajo. Cocinar a fuego bajo por 45 minutos con la tapa cubriendo la mitad de la cacerola. Añadir la carne de cerdo cocida y cocinar a fuego bajo durante 20 minutos más.
  3. Precalentar el horno a 200 °C. Retirar la cacerola del fuego, transferir la carne de cerdo a un plato y hacer un patrón de cortes en forma de diamante sobre la piel. Cubrir con papel aluminio para mantener caliente. Colar el líquido de cocción sobre un tazón con ayuda de un tamiz. Devolver el líquido a la cacerola y continuar cocinando a fuego bajo. Desechar los sólidos sobrantes en el tamiz (o utilizar para una sopa, como se indicó anteriormente, desechando las algas kombu).
  4. Cortar el cerdo en 8 piezas de aproximadamente 5 centímetros y colocar en una charola forrada con papel aluminio, con la piel hacia arriba. Hornear durante unos 10 minutos para que la piel quede un poco crujiente, sin dejar de estar tierna.
  5. Para servir, cocinar los hongos frescos. Calentar una cucharada de aceite en una sartén a fuego alto y freírlos durante unos 7 minutos, hasta que estén dorados y suaves. Añadir una pizca de sal de mar y transferir a un plato caliente para mantener el calor. Agregar el aceite restante a la misma sartén y freír el bok choy, con el corte hacia abajo, hasta que se dore. Retirar del fuego, añadir 1 vaso de agua, colocar una tapa sobre la sartén y cocinar a fuego bajo muy suavemente durante 1 o 2 minutos, hasta que estén tiernos.
  6. Colocar los fideos en un recipiente y cubrir con agua fría para que se ablanden. Utilizar un tenedor para separarlos mientras se remojan y escurrir perfectamente. Verter encima agua hirviendo y dejar reposar un par de minutos, hasta que estén tiernos.
  7. Añadir los fideos al segundo líquido de cocción, a fuego bajo, y dividir en cuatro tazones grandes. Colocar una porción de hongos sobre cada uno, poner 2 piezas de pork belly con miso y bok choy. Servir caliente el pork belly con miso.

 

Maridaje F&T

 

Vino blanco, riesling, Aguascalientes. Aromas que recuerdan la fruta de hueso, cítricos y lichi; en boca es seco y con acidez balanceada.

Sugerencia: Anónimo Riesling.

 

 

También puedes preparar: Berenjenas glaseadas con miso

Pork belly con mermelada de toronja y col morada caramelizada

 

La carne de cerdo se asa con la mermelada de toronja durante dos horas para hacerla muy tierna. La col caramelizada con mucho sabor a mantequilla complementa este rico platillo. 

 

Porciones: 4

 

Ingredientes

 

  • 1.5 kg de pork belly, sin hueso y sin piel
  • 6 cdas. de mermelada de toronja (se puede sustituir por mermelada de naranja)
  • 30 g de mantequilla sin sal
  • 1 col morada pequeña, picada
  • 2 cdas. de azúcar mascabado
  • 2 cdas. de vinagre de sidra

Procedimiento

 

  1. Un día antes de cocinar, cortar el pork belly a la mitad y colocar en una bolsa con cierre hermético. En un recipiente, disolver
    4 cucharadas de sal en un litro de agua, agregar 1 cucharada de pimienta para hacer una salmuera y verter dentro de la bolsa con el pork belly. Sellar y refrigerar toda la noche.
  2. Precalentar el horno a 240 °C. Escurrir la carne y colocar con la piel hacia arriba en un recipiente profundo. Hornear durante 30 minutos sin tapar.
  3. Mientras tanto, mezclar la salmuera restante con la mermelada de toronja, ½ cucharadita de sal y 1 cucharadita de pimienta. Sacar el pork belly del horno y reducir la temperatura a 170 °C; verter la mezcla de mermelada sobre la carne, y cubrir el recipiente con papel aluminio. Devolver al horno y cocinar durante 2 horas más, hasta que la carne esté muy suave. Aumentar la temperatura del horno a 230 °C y retirar el papel de aluminio. Cocinar de 10 a 15 minutos. Retirar del horno y dejar reposar.
  4. Calentar la mantequilla en una sartén a fuego alto, agregar la col y reducir el fuego a medio alto. Saltear durante 5 minutos, añadir el azúcar y el vinagre, y cocinar a fuego bajo durante 15 minutos o hasta que la col esté suave y caramelizada.
  5. Remover el pork belly de los jugos de cocción y cortar cada pieza a la mitad. Servir la col con el pork belly y un chorrito de los jugos restantes, retirando previamente la grasa.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino tinto con notas florales y de frutas maduras; en boca es especiado, con toques a cuero viejo.

Sugerencia: Laya, Bodegas Atalaya.