Una emotiva velada sucedió en Salón Ponsá, en Ciudad de México. El ambiente se pintó de rosa con la primera edición de Dinner in Pink, un evento inspirado en la mujeres que diariamente libran la batalla contra el cáncer de mama. Fotos: Charly Ramos. 

Pensando en ellas, Food and Travel invitó a cuatro destacadas chefs mexicanas a preparar un menú de cuatro de tiempos, en el que los ingredientes en tonos rosas fueron el hilo conductor, pero su corazón y disposición a sumarse a esta buena causa fueron su mejor sazón.

 

 

Antes de disfrutar de este emotivo banquete, los invitados, quienes con su aportación también se sumaron esta lucha, fueron agasajados con deliciosos canapés y frescos cocteles preparados con Mezcal Titlán y el whisky Glenfiddich, todo amenizado con la música y producción de Jukebox.

También disfrutaron de una exposición de pinturas y esculturas de 10 de los maestros mas importantes en Oaxaca, alumnos del maestro Rufino Tamayo, pertenecientes al Colectivo Oaxaca Cultural, algunas de las cuales fueron donadas para una subasta al final del evento.

 

Sabores con corazón

 

Una increíble decoración a cargo de Banquetes Foresta y Florería Manuela, vistieron Dinner in Pink de grises y rosas. La vajilla de Anfora fue el marco perfecto para los platillos que estaban por llegar. La cena comenzó con unas palabras de bienvenida de Cecilia Núñez, directora editorial de Food and Travel México, y de Raúl Sayrols, CEO y publisher de la revista.

La chef Gaby Ruiz, de los restaurantes Gourmet MX y Carmela y Sal, fue la encargada del primer tiempo. Un paté de pollo con compota de guayaba nos regaló un gusto contrastante de gran sabor. Lo acompañó el vino Lágrimas chardonnay 2018,  de Viñedos Llano Colorado.

 

Dinner in Pink

 

La reconocida chef de Rosetta, Elena Reygadas, preparó su famoso mole rosa, pero esta vez lo armonizó con betabel y granada. Ocho Rosé 2018, de Vinícola Bruma, fue el vino que la enóloga de esta bodega, Lourdes Martínez Ojeda, dispuso para el platillo.

Un filete de cerdo de carne US Pork, con glaseado de pimienta rosa, fue la receta que cocinó la chef Josefina Santacruz, del restaurante Supra y Sésame, quien a la hora de presentar su plato, no tuvo reparo en compartir que ella fue una de esas mujeres que venció el cáncer de mama, gracias a un diagnóstico oportuno. 

 

Dinner in Pink

 

El único tinto de la noche fue el que maridó con este tiempo: un nebbiolo 2015 de Vinos Lechuza, mezcla de uvas del Valle de Guadalupe y del Valle de San Vicente. Todos los vinos fueron proporcionados por Juan Pablo Curis y el maridaje estuvo a cargo de la sommelier Laura Santander.

 

Dulce final

 

La chef Sofía Cortina, del hotel Carlota, fue quien cerró este festín con su original postre: vacherin de cactáceas y jamaica. El vino blanco Lágrimas sauvignon blanc 2018, fue su mejor acompañante.

Después de una larga ovación a las talentosas cocineras por sus placenteras creaciones, Anfora y Natura Bissé les entregaron un reconocimiento y un regalo como agradecimiento al sumarse a esta noble causa.

 

Dinner in Pink

 

 

La subasta de la noche

 

Lo que siguió fue la subasta de arte de las piezas donadas por Colectivo Oaxaca Cultural y de dos viajes de Mundo Joven, uno a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y otro a Los Ángeles, California.

El momento más esperado de la noche llegó: Cecilia Núñez y Raúl Sayrols invitaron a la doctora Felicia Knaul, presidenta de Tómatelo a Pecho, una asociación civil que trabaja en incentivar la detección temprana del cáncer de mama y su tratamiento eficaz, a recibir el cheque con las ganancias recaudadas en Dinner in Pink. El monto final fue de $85,000 pesos.

 

Dinner in Pink

 

Y para cerrar este evento de manera inolvidable, se realizó una rifa de regalos al estilo de Food and Travel, de tres estancias en el hotel ÚNICO 20º87º de Riviera Maya, seis botellas de vino grenache Rosé edición limitada 2018 de Monte Xanic, y un kit con cuatro productos de Natura Bissé Diamond Cocoon. Asimismo, The Ritz Carlton Cancún obsequió dos estancias de tres noches con una experiencia culinaria, y Mezcal Titlán una botella intervenida por la artista mexicana Sofía Castellanos.

 

Dinner in Pink

 

Así terminó una noche inolvidable, donde todos los asistentes y las demás marcas patrocinadoras (Residencia WW, Brandy Torres, Lunazul Tequila, RumChata, Disaronno, Vinícola Regional de Ensenada, Gastrolab El Heraldo de México, y Maserati México), aportaron una gran ayuda a una lucha que es de todos: la de preservar la salud y la vida de todas las mujeres.

 

¡Checa el video! 

 

 

Aunque el término aplicado al trabajo colaborativo ya se había empleado antes, fue hasta finales del siglo pasado cuando Bernie DeKovem abrió 42 West 24, el primer espacio de coworking del que se tiene registro. Este lugar se encuentra en Nueva York y lleva 20 años ofreciendo sus servicios. Texto: Aurora Yee, Yokleng Pun y Elsa Navarrete.

Con el tiempo, este concepto se hizo tendencia a nivel mundial y en México comenzaron a ser cada vez más comunes desde 2016. Actualmente puedes encontrarlos en muchas zonas de Ciudad de México y hay un esfuerzo generalizado por ofrecer algo más que una oficina.

Si necesitas un espacio creativo para llevar a cabo tus proyectos, aquí te contamos de cuatro lugares en Ciudad de México en los que, además de encontrar un lugar de trabajo ideal, podrás disfrutar de buenos alimentos durante tu estancia.

 

Público Coworking

 

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Lo primero que vas a notar al entrar a Público Coworking es la armonía de los colores, la luz natural, mobiliario, aromas y música. Vas a sentir que te encuentras en el lobby de un hotel de lujo y no en unas oficinas. Pero, además de proporcionarte un espacio ingenioso para trabajar, las instalaciones de Público cuentan con áreas comunes: salas de juntas, estudio fotográfico, terrazas y patios al aire libre. Todo con el objetivo de inspirar y ayudar a mantener activas las mentes creativas.

Al ser miembro de Público cuentas con servicio de concierge personalizado, coffee station ilimitado e instalaciones pet friendly. Público Comedor es la opción perfecta para los emprendedores con poco tiempo para comer. Está cargo del distinguido chef Pablo Salas y es la fusión perfecta entre una cocina casera mexicana de gran sabor y un servicio rápido a precio accesible, para que puedas disfrutar de una deliciosa comida a unos cuantos pasos. Dos de los platillos imperdibles de este lugar son la milanesa de res y el avocado toast de salmón ahumado.

Público cuenta con cinco sucursales: Condesa, Juárez, San Miguel Chapultepec y dos en Polanco. Costo: oficinas privadas desde: $9,700 al mes. publi.co

 

 

Openhub Coworking

 

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Abrió sus puertas el 7 de junio con la idea de convertirse en un espacio de trabajo abierto en el que la experiencia de comida sea fundamental, motivo por el cual solo pagas lo que consumes de alimentos. Su menú tiene bebidas como vino, cerveza y refrescos, además de baguettes y tapas gourmet con quesos y carnes frías, como la de chorizo de Pamplona. Pero, sin duda, la estrella es el café que proviene de Tlatetela, Veracruz. Si deseas algún método de extracción en particular, te ofrecerán los granos ideales para obtener una taza perfecta.

Fue diseñado especialmente para inspirar comodidad y concentración, por lo que hay tanto espacios individuales como mesas compartidas. El internet es de fibra óptica y hay dos módems a los que puedes conectarte, por lo que nuca sufrirás por velocidad de navegación. Para el desestrés, está disponible una mesa de ping pong, con la que puedes socializar y relajarte un momento. El servicio de buzón tienen un costo extra mensual y también hay salones que puedes rentar por hora. Costo promedio: $150 en estancias cortas. Dónde: Atenas 40, Juárez. FB: @openhubmx

 

Residencia WW

 

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Se trata de un club diseñado especialmente para mujeres. En su casona, ubicada en Polanco, no solo encontrarás diferentes espacios para trabajar, también podrás socializar y consentirte en su beauty room o en su salón fitness, con clases como yoga y pilates. Hay una biblioteca, salas, un cuarto para dar consultas y sala de juntas.

Las áreas comunes para trabajar pueden utilizarse las 24 horas del día, pero si requieres recargar energías, solo hay que subir al roof top, donde está The Restaurant. En este espacio informal y cómodo, dirigido por los chefs Sofía Cortina y Joaquín Cardoso, se disfrutan desayunos y comidas en una versión saludable con opciones sin gluten y vegetarianas. Aquí, las creaciones siguen la filosofía local y sustentable de estos cocineros, pero la parte nutritiva es la protagonista. Dónde: Edgar Allan Poe 102, Polanco. Residencia Work con un horario de 9:00 a 17:00 horas tiene costo de $ 4,500 al mes. residenciaww.com

 

 

Centraal

 

Foto: tomada de Facebook @Centraal. 

 

Mobiliario, internet, impresiones e incluso masajes están incluidos sin costo extra. Las membresías están disponibles para oficinas privadas, espacios propios o por horas en zonas compartidas. Algunos de los beneficios de este lugar es que podrás pertenecer a su red de profesionales independientes y emprendedores con los que se forma una comunidad. En cuanto el tema de alimentos, hay una cafetería con servicio desde la hora de desayuno y su cocina también está disponible para calentar tu propia comida. Dónde: Zamora 187, Condesa. Costo: lugar fijo de trabajo $4,500 más IVA. centraal.com

Ingresas a una casona de Polanco, y lo primero que deslumbra a la vista es su exquisito diseño interior en tonos pasteles con destellos dorados, inspirado en la sutileza y fortaleza de la feminidad. Luego, empiezas a recorrerla y encuentras diferentes espacios: una biblioteca, diversas salas, un restaurante, mesas para trabajar, un beauty room… Enseguida te cuentan que se trata de la nueva Residencia WW, y lo único que piensas es en cómo poder disfrutar de estas amenidades. Fotos: Cortesía. 

Funciona a través de tres membresías: Full Price, Wellness – Social y Residencia Work. Residencia WW es un club donde se puede trabajar, socializar, consentirse y hasta comer rico. Totalmente ideado para las mujeres. Esta idea nació gracias a que la plataforma What a Woman, después de cinco años de trayectoria, quería seguir en contacto con la comunidad de mujeres que ha ido formando pero ahora en un espacio físico.

 

Residencia WW

 

 

Espacios femeninos

 

Cada rincón de esta sofisticada casa fue diseñado por Marcela Lugo y Karla Celorio, quienes buscaron satisfacer a la mujer multifacética: lugares funcionales y otros de relajación. Abraza tres áreas principales, la primera de ellas: My business, con diferentes áreas de trabajo como la biblioteca, salas, quiet booth (para tomar llamadas), un cuartito para dar consultas y una sala de juntas (hasta para 12 personas).

Pero como no todo se trata de trabajo, también está My body & soul con clases como yoga y pilates, entre otras; cuentan con área de lockers, regaderas y vestidores. Y como el bienestar empieza desde adentro, está My pampering con un beauty room en alianza con Mylk. Puedes hacerte desde un mani-pedi hasta un buen masaje, pasando por algún facial.

 

Residencia WW

 

Ya que Residencia WW busca ser una suerte de extensión de la vida y del hogar, le ofrece a las mámás una ludoteca para los más pequeños, llena de juguetes, disfraces y actividades. Además, las socias tienen la posibilidad de rentar el idílico roof top para eventos privados. Estos últimos servicios extras tienen un costo adicional.

 

Sanado el cuerpo

 

Para un momento gourmet y retomar energías, hay que dirigirse al roof top donde está El Restaurante. Aquí reina la propuesta gastronómica de los chefs Sofía Cortina y Joaquín Cardoso, quienes trabajan con ingredientes que en su mayoría son orgánicos y/o sustentables y de temporada, y técnicas de la cocina francesa y contemporánea.

 

Residencia WW

 

Los desayunos y comidas son balanceados e incluyen opciones vegetarianas, veganas y gluten-free. Aquí el menú puede incluir una ensalada de nopal, habas y calabacitas con pesto de hoja santa o un atún de aleta azul de Ensenada, sellado, servido con hummus y berenjena a la plancha. Costo: $3,000 mensuales. residenciaww.com