Uno de los mayores exponentes de la cocina yucateca es sin duda el chef Pedro Evia, quien ha conquistado con su sazón a una infinidad de comensales, y ahora fue el turno de lograrlo en el restaurante Candela Romero. Texto: Mary Elizalde. 

El chef de Candela Romero, David Izquierdo, recibió a Evia en su cocina para llevar a cabo una cena de cinco tiempos en las que trasladaron a los invitados a diversas regiones de España y al bello estado de Yucatán.

 

restaurante Candela y Romero

 

Para abrir boca estuvo el coctel de piña, coñac y cilantro junto con los elotitos sazonados con un poco de chile, empanada de cochinita pibil y croqueta de tamal de olla con ate.

De pronto, la calabaza yucateca se hizo presente como solo ella sabe hacerlo, con ese aroma exquisito y único que se entrelazó con el pibil y el queso de cabra frito, ¡espectacular!

 

restaurante Candela y Romero

 

Yucatán y España a la mesa

 

La velada continuo y la frescura tanto de los personajes que rodeaban la mesa como del ceviche de callo en lima, naranja agria y chaya con sorbete de coco, hacían que Yucatán se sintiera en el paladar. Sin embargo, era el momento de saborear España con la tersa y ligera sopa de papa, trufa y tartar de atún.

Los platos fuertes iban apareciendo y las diferentes proteínas perfectamente cocinadas desfilaron: pulpo volcánico, tacos de porkbelly con cochinita y moldeado de cordero saciaron el antojo carnívoro de los presentes.

 

restaurante Candela y Romero

 

Aunado a toda esta magia, el maridaje fue pieza fundamental, los vinos de Las Nubes, Finca Viñoa y 12 Lunas fueron algunos de los acompañantes principales, ellos, destacaban los ingredientes primordiales de los platos, ¡todo un deleite!

La noche llegaba a su fin y el hermoso panal fue una grata sorpresa, este postre conformado por una galleta de miel, arroz pulverizado con salsa de vainilla y helado de coco brindaba esa cálida sensación que se mantuvo toda la cena: no querer que termine. candelaromero.mx

El crujido del choque, o mejor dicho la intrusión del afilado cuchillo en la piel, músculos y espinazo de un atún proveniente de Ensenada, con un peso de 110 kilogramos, te deja callado y expectante. En silencio también están las cinco personas que pujaron segundos antes para colocar en la mesa el espécimen de aleta azul. Que no sueltan para que el peso no venza la mesa de madera. Obviamente, el pescado titánico ya estaba muerto, pero no deja de inquietar cómo una técnica japonesa de despiece de hace tres mil años llamada ronqueo dé paso a una serie de cortes y platillos deliciosos que dejan el alma en paz. Paradójico pero cierto en Candela Romero.

Ronqueo Candela Romero

Precisamente en el restaurante Candela Romero, en el hotel The St. Regis Mexico City, pudimos ser testigos de la energía y adrenalina prodigados por el chef español Alex Sánchez. Para realizar los 24 cortes del enorme atún frente a personalidades del mundo gastronómico convocados por Nespresso. De esos cortes, pudimos deleitarnos con una cena de ocho tiempos en los que probamos 6 partes del túnido (como bien dijera Alex Sánchez, “el atún es el llamado cerdo del mar, porque ninguna parte se desperdicia”):

 

8tieRonqueo Candela Romero

8 tiempos en Candela Romero

  • Descargamento: Tartar con helado de wasabi.
  • Tarantelo: servido al natural.
  • Pellejos: en ensalada.
  • Corazón de lomo negro: con ensalada de soba.
  • Cola blanca: salteada con sobrasada.
  • Barriga: a la parrilla con ajo colorao.
  • Para postre: sorbete de Jerez, pepino y limón.
  • Más postre: requesón en tarta, helado de galleta y jalea de Jamaica.

Nespresso Candela Romero

El maridaje final, en la parte dulce, fue acentuado con mucho tino (y para no perder el ritmo natural de la vigilia) con Nesspresso Lungo Decaffeinato, que aportó las notas de la nuez y el cacao al sorbete de Jerez y la tarta de requesón, para pacificar una noche llena de emociones.