En su décimo aniversario, Gloutonnerie brinda lecciones de cómo se disfrutan los momentos a través de platillos sustanciosos, una robusta carta de vinos y atmósferas cálidas. Fotos: Charly Ramos. 

Un letrero con luces verdes anuncia C’est la vie (que, traducido del francés, significa Así es la vida), y nos da la bienvenida a Gloutonnerie. Definitivamente, así es como debería ser cada día: relajado, rodeado de una arquitectura que inspira y un ambiente bohemio, como el de un tradicional bistró francés, mientras se toma una copa de vino y se come un plato con sabores llenos de personalidad.

Los inicios de este restaurante de cocina francesa contemporánea se remontan a una pequeña tienda gourmet en la que se disfrutaban quesos y jamones, sándwiches, charcutería y vinos por copeo.

 

restaurante Gloutonnerie

 

Solo contaba con 12 lugares, pero gracias a su éxito, creció y se instaló en una casa con tres pisos, la misma que hoy ocupa, y que se encuentra en una zona privilegiada de Ciudad de México: los Campos Elíseos, frente a la glorieta de Lamartine.

Hoy se ha convertido en uno de los restaurantes más consolidados y reconocidos de la capital. El pasado mes de octubre cumplió su décimo aniversario y lo celebró con un rediseño de sus espacios, en los que se crean tres ambientes distintos.

La planta baja tiene un aspecto de bistró francés, los típicos de las calles de París, desde el mobiliario hasta el piso, lo que invita a una experiencia más informal, donde se puede ir a tomar una copa —actualmente ofrecen 50 etiquetas por copeo— y ordenar algunos platillos para compartir entre amigos y familia.

 

restaurante Gloutonnerie

 

En uno de los extremos se observa la fachada de una tienda gourmet, que trae a la memoria los inicios de Gloutonnerie. Se trata de su cava compuesta por 500 etiquetas, que este año ganó el reconocimiento de Wine Spectator debido a su buena selección de vinos y a que marida perfecto con la carta que ofrece.

No es de sorprender este premio, ya que su dueño, Miguel Ángel Cooley, es uno de los sommeliers más destacados del país. Ese espacio, que recibe el nombre de Cava de Veuve Clicquot (por la champaña homónima), puede funcionar como un reservado con una mesa para seis personas, que ofrece total privacidad.

 

Art déco y romanticismo

 

En el primer piso, los comensales asiduos y quienes se acostumbraron a la atmósfera original de Gloutonnerie, se sentirán acogidos porque allí se conservó la decoración art déco que antes mostraba todo el restaurante, con sus estanterías tan características llenas de libros y que hacen sentir como si se estuviera en la sala de una casa o en una librería.

Allí se invita a los empresarios y políticos que frecuentan el lugar a tener una comida más en forma, con tres o cuatro tiempos de su menú, en el que destacan grandes clásicos como el filete mignon en salsa de pimienta verde, que salió un año de la carta y la demanda hizo que regresara.

 

restaurante Gloutonnerie

 

Hay platillos insignia

Que siempre han estado, como la terrina de foie gras con mermelada de higo y pan campesino. Los escargots à la bourguignon (caracoles a la mantequilla con ajo y perejil); y la sopa de cebolla caramelizada, con pan y una deliciosa costra de queso.

También figuran la pasta fresca hecha en casa, a la mantequilla, con aceite de trufa blanca y queso parmesano. El confit de pato y el chateaubriand. Un filete de res en salsa de vino tinto aromatizado a la trufa y acompañado de hongos silvestres.

En este piso hay un salón del cual Gloutonnerie está muy orgulloso. Se trata de una Fortress of Louis XIII, es decir, un sitio para degustar este famoso coñac. En 2012, recibió ese nombramiento oficial del CEO de Louis XIII, Patric Piana; en México solo lo tienen tres lugares, y Miguel Ángel Cooley es uno de los 35 guardianes de Luis XIII en el ámbito mundial y el único de México.

 

restaurante Gloutonnerie

 

El último espacio se encuentra en la terraza. Su apariencia es como la de un invernadero, lleno de plantas, colores marrón, maderas y sillones con cojines para acurrucarse al lado de la pareja.

Desde allí se tiene una vista privilegiada a la fuente de la glorieta de Lamartine, cuyo sonido de agua cayendo se escucha armoniosamente. Mientras los árboles que la rodean iluminan el paisaje verde y refrescan el ambiente.

 

Originalidad al por mayor

 

Junto con la remodelación, a la carta se le agregaron nuevos platillos: las empanadas de venado y de confit de pato. El carpaccio de portobello. También el New York Cochon, a la parrilla con trilogía de salsas. La burrata con ensalada, con vinagreta de miel de agave y avellana tostadas. Y la tártara de res, que se prepara en la mesa.

 

restaurante Gloutonnerie

Gloutonnerie

Su chef ejecutivo, Said Padilla, es el encargado de continuar alimentando esta selecta carta y de coordinarse con Andrés Arenas. Gerente y sommelier del restaurante, quien ha estado en Gloutonnerie desde su apertura, para ofrecer un maridaje atinado.

Y así, entre buena comida y bebida, Gloutonnerie sigue dando lecciones de cómo debería ser la vida.

Cheque Promedio: $1,100 pesos. Dónde. Campos Elíseos 142, Polanco. gloutonnerie.mx