Te invitamos a recorrer la colonia Roma, que es una de las más antiguas de la Ciudad de México, a través de sus deliciosos sabores. Conoce los restaurantes más emblemáticos de esta zona de la metrópoli para que te animes a visitarlos. Sobre todo ahora que es aún más famosa, luego de que fuera el lugar donde fue grabada la exitosa película  Roma, del director mexicano Alfonso Cuarón, que el día de mañana estará disputando el premio Oscar, en diversas categorías. ¡A conocer la Roma!

Alelí

 

 

La faceta más alegre y relajada de la cocina de Oswaldo Oliva (Lorea), se muestra en Alelí, donde la carta cambia con la temporada, aunque hay platos que se perfilan permanentes, como su hummus de habas tiernas, más alimonado y vivaz que los hummus regulares, servido con pan plano, así como la machaca de la casa y el arroz caldoso con mariscos. El postre obligado es el cheesecake al estilo vasco con coulis de frutos rojos: terso, nada empalagoso y con una deliciosa superficie tostada. Su menú prix fixe y sus vinos por copeo son una gran opción para comer entre semana. Cheque Promedio: $350. Dónde. Sinaloa 141, Roma Norte. Tel. (55) 2124 4590. aleliroma.com

 

Palmares Azotea

 

 

Esta fresca y espaciosa terraza cobra vida al atardecer, cuando salen tragos de su barra, uno tras otro. Como botana de cortesía sirven crujientes de papa, camote y plátano, con un dip de ají amarillo; de sus cocteles, la mezcalita de xoconostle tiene esa acidez que ayuda a combatir el calor. De comer recomendamos los montaditos, el ceviche peruano (herencia de su ex chef limeño Álvaro Vásquez, que hay que preservar) y el tataki de atún con miso y guacamole. Los meseros se aplican, y la música que mezcla el pop y el indie, invita a quedarse y planear desde ahí el resto de la noche. Cheque Promedio: $700. Dónde. Durango 216, Roma Norte. Tel. (55) 6845 3387. grupopalmares.com.mx/palmares

 

Mexsi Bocu

 

 

Aquí se sirven delicias francomexicanas que no le temen a los excesos, como las gorditas de chicharrón, escamoles y camembert con salsa de huitlacoche o el sándwich french dip con carne marinada en café y enebro, queso Saint Paulin y jugo de carne. Te recomendamos disfrutar de su cómoda terraza mientras disfrutas de un exquisito vino francés. Cheque Promedio: $450. Dónde. Durango 359, Roma Norte. Tel. (55) 3099 4920. mexsibocu.com

 

Sesâmê

 

 

¡Nunca nos cansaremos de los edamames, sus suculentos buns de pork belly, su pulpo, su curry, ni de su arroz tobiko! La carta de este divertido restaurante bar está inspirada en los viajes de la chef Josefina Santacruz por Asia y sus versiones de clásicos como el pad thai siempre dan en el clavo, con el grado exacto de picor y las combinaciones de especias. Cheque Promedio: $450. Dónde. Colima 183, Roma Norte. Tel. (55) 5514 2857. @sesamemx

 

Rosetta

 

Rosetta

 

Es el restaurante de la chef Elena Reygadas, quien desde su inauguración en 2010 ha propuesto un menú estacional elaborado con técnicas artesanales para asegurar una personalidad culinaria distinta y con gran calidad. Aquí todos los platillos son una garantía, con sabores sutiles, osados e incluso atípicos. Cheque Promedio: $400 pesos. Dónde: Colima 166, Roma, Ciudad de México.  Tel.  5533 7804. rosetta.com.mx

 

Blanco Colima

 

Blanco colima

 

Aquí encontrarás tres experiencias culinarias unidas bajo un mismo techo: Bar Blanco Colima, Belafonte y Lázaro, todos con menús basados en los productos de la más alta calidad y confeccionados a través de los ojos de sus distintos chefs, como César de la Parra, quien está a la cabeza de este espacio gastronómico. Visítalo por la noche para experimentar el ambiente recreativo que surge en este espacio con una gran mixología y música. Prueba el Steak tartare, con papa souffle, alioli de trufa y parmesano. Cheque Promedio: $600 pesos. Dónde: Colima 168, Roma Norte. Tel.  blancocolima.com

 

Bowie

 

Bowie

 

Está a cargo del chef Rodrigo Carrasco, quien con gran elegancia y sencillez ejecuta su concepto de “cocina de humo”, elemento consentido de este lugar. Prueba el aguachile de setas, envuelto por una campana de cristal y de humo, o el carpaccio de betabel, servido en una caja de madera que al abrirla desprende también un apetitoso humo. Cheque Promedio: $400 pesos. Dónde: Córdoba 113, Roma. Tel. 5264 2622. bowie.com.mx 

Grupo lampuga: pasión en armonía

 

Emmanuel Zúñiga dirige con precisión y maestría el entramado de Grupo Lampuga. Enfocando su atención en cada detalle, el chef sabe que lo más bello en la vida requiere dedicación, apertura al cambio y compromiso absoluto.

Texto: Alejandro Mendoza / Producción: África Badillo / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley. 

 

Grupo Lampuga

Así como un reloj marca las horas sin inmutarse de lo que lo rodea, la experiencia de sentarse a la mesa en un restaurante con una trayectoria consolidada como Lampuga, pareciera que está dada, que surge natural y espontánea. Pero pocas personas saben que culminar en este punto requiere horas de esfuerzo, depurar ideas y escuchar a la gente. Sobre todo, requiere velar por los detalles que permiten crear un discurso culinario, una atmósfera y un servicio únicos.

Para Emmanuel Zúñiga, chef ejecutivo de Grupo Lampuga, llegar al restaurante y revisar estos pilares se ha convertido en una disciplina, misma que le ha permitido cumplir 11 años al frente de las cocinas del grupo.

 

Emmanuel Zúñiga chef ejecutivo

¿Cómo se definen las piezas que permiten dirigir un proyecto como Lampuga? En palabras de Emmanuel, la clave empieza con plasmar lo que a uno le gusta, para lograr transmitir una idea clara al comensal. Para él, abrir un restaurante es prometer a la gente que siempre saldrá contenta y satisfecha con los platillos y el servicio.

“Para esto solo hay una frase: estar en el negocio. Estar en tu cocina, revisar los pormenores de cada día, recordarle las tareas y responsabilidades al personal y escuchar sus puntos de vista”, apunta Emmanuel.

Desde la iluminación hasta el volumen de la música, sin olvidar la calidad de los insumos y la ejecución de los platillos, cada pieza es fundamental en la operación de las tres locaciones de Lampuga. Cada uno responde a la personalidad del barrio que los acoge: en la Condesa, el mural de un pulpo remite a un espacio hogareño y cálido; en Polanco, una cava de vidrio logra una atmósfera de elegancia, mientras que en la Roma, los elementos art déco combinan con los edificios y el estilo de vida que lo rodean.

 

Un espacio hogareño y cálido

Alcanzar un estilo culinario atemporal e identificable ha sido uno de los ejes de Lampuga. Emmanuel sostiene con claridad su filosofía de trabajo: “Al personal siempre le digo: recuerda que nuestra comida es sencilla pero sabrosa. Tiene que tener el concepto de sencillez, llevado a la calidad en el producto”.

Para lograr que Lampuga mantenga su esencia al ofrecer platillos con productos del mar, Emmanuel reflexiona sobre los cambios que ha tenido que adoptar a través de los años, desde reconocer que el perfil de los cocineros que se formaban antes no es el mismo que el de los de ahora, hasta identificar que las nuevas generaciones de cocineros comparten valores de la generación millennial, que busca retos y reconocimiento.

“Cambié mi chip de ser exigente y estar siempre encima de la gente buscando la perfección. Hoy la perfección se entiende de otra manera”, reconoce Emmanuel.

 

Influencias de vida

El ritmo de la cocina, tan demandante, pide a quienes se dedican al oficio pausas para reflexionar. En esos momentos, Emmanuel recuerda lo que lo inspira: “Vives para el servicio. Me inspira hacer sentir bien a la gente. Cuando ves a un cliente y te sabes su nombre; cuando la gente, antes de ir al hospital a que nazca su hijo, cena en Lampuga; la cantidad de peticiones de mano que he vivido… Hay clientes que se vuelven tus amigos. Para lograrlo, busco hacer sentir contento al comensal”.

Emmanuel ha recibido varias influencias en su vida. Personas como Guillermina Torres, quien fue su principal mentora en la universidad. “Fue como una sensei, siempre me presionaba para ser mejor”.

Además de su esposa, Marianela Morón, que también es cocinera: “Ella es la parte relajada y tranquila, donde todo siempre sale a tiempo”. De Mónica Patiño aprendió el concepto de sencillez que ahora aplica en su cocina.

Emmanuel sabe que la perfección absoluta no existe. Sin embargo, entiende que cuidar el aspecto humano de la operación de un restaurante es piedra angular para generar un ambiente creativo, del cual surja una propuesta culinaria que invite a los comensales a regresar.

Con esto en mente, se mira en el futuro al frente de un grupo cada día más consolidado y, con suerte, con el tiempo suficiente para viajar con más frecuencia a la playa.

lampuga.com.mx