¡Todos tenemos un buen recuerdo en esos respectivos jueves pozoleros! Y es que seamos honestos, el pozole es el platillo típico por excelencia a la hora de pensar en comida mexicana, y por lo tanto, para celebrar el Grito de Independencia cada 15 de septiembre. Por eso, nos dimos a la tarea de armar una ruta de los mejores pozoles en CDMX. Verde, blanco o rojo, aquí los encuentras. ¡Toma nota! Fotos: pozoleriaflordemaiznarvarte.negocio.site / FB: @RestauranteNudoNegro / casalichapozole.com / elpozoledemoctezuma.com.mx / Adobe Stock. 

 

Datos curiosos sobre el pozole

 

Antes de pasar de lleno a esta deliciosa ruta, tienes que saber estos tres datos curiosos sobre el pozole: desde su origen, pasando por sus distintas preparaciones, y hasta por qué deberías incluirlo en tu dieta como una opción saludable.

En cuanto a su origen… De acuerdo con investigadores e historiadores, el pozole parece tener su origen en la época prehispánica. Aquí el pozole surgió como un platillo ceremonial destinado a las festividades religiosas. Según el autor del libro Historia General de las Cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún, el pozole se preparaba con la carne de los guerreros vencidos durante las ceremonias en honor al dios Xipe Tótec.

 

Pozole

 

Claramente la preparación de este platillo mexicano cambió con el paso de los años, y a pesar de que existe una infinidad de variantes en este platillo, hoy en día hay tres pozoles que se posicionan como los clásicos: el blanco (no lleva ingredientes molidos); el rojo (elaborado jitomate y chiles secos molidos), y el verde (con tomates y hierbas molidas).

Y por si faltaban motivos para comer pozole, debes saber que, ¡el pozole es considerado una comida saludable! De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el pozole es un plato saludable completo que contiene los nutrientes necesarios para la hora de la comida. La recomendación de esta institución es comer una taza y media de pozole (de 90 a 100 gramos), 60 gramos de carne y verdura al gusto.

 

Mejores pozoles en CDMX

 

Dicho lo anterior, ahora sí pasemos a los mejores pozoles de la Ciudad de México:

 

Casa Licha

 

Mejores pozoles

 

Empezamos con Casa Licha, un restaurante guerrerense en el que auténticamente preparan sus platillos con materias primas, productos y artesanías provienen del municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero: una pequeña ciudad referente en la comida típica del estado, en particular por la elaboración del rico pozole blanco y del inconfundible pozole verde.

Aquí asdemás de poseer uno de los mejores pozoles de la CDMX, hay taquitos dorados, chalupas, chicharrón y frijoles para acompañar sus pozoles blanco y rojo, los cuales sirven en tres presentaciones: plato (la porción más pequeña), cazuela chica y cazuela grande. Dónde: Sur 69 a 513, Justo Sierra. casalichapozole.com

 

El Pozole de Moctezuma

 

Pozole de Moctezuma

 

Seguimos esta ruta de los mejores pozoles de la ciudad con este lugar que pueder probar un buen pozole verde (pero en una versión fuera de lo común), hablamos de El Pozole de Moctezuma, que desde 1947, sirve esta deliciosa preparación en la colonia Guerrero. Aquí además de los ingredientes que ya conocemos, el pozole lleva: huevo, sardina, chicharrón, aguacate y un toque de mezcal.

Y si no eres tan aventurero, no te preocupes. También cuentan con el tradicional pozole verde y blanco. Incluso encuentras tacos de longaniza y sesos. Dónde. Moctezuma 12, colonia Guerrero. elpozoledemoctezuma.com.mx

 

Pozolería Flor de Maíz

 

Mejores pozoles

 

Otra parada imperdible para probar uno de los mejores pozoles en CDMX es la Pozolería Flor de Maíz. Aquí ofrecen el pozole blanco, norteño y los fines de semana tienen el de camarón. Además de tu respectivo plato de pozole, llegan a tu mesa lechuga, cebolla, rábano y limones, tostadas y chicharrón crujiente.

En su carta encontrarás que tienen también pancita, tostadas, chilaquiles, enchiladas, y algunos cortes de carne, sin embargo, el pozole es la especialidad. Toma en cuenta que las porciones son grandes, si no comes mucho lo mejor es compartir. Tienen más de 10 sucursales en el oriente y sur de Ciudad de México. Dónde. calle Uxmal 78, Narvarte. pozoleriaflordemaiznarvarte.negocio.site

 

Bonus: pozole fuera de lo común

 

Dumplings de pozole

 

En esta sección plus de los mejores pozoles de la CDMX, pero que es fuera de lo común, no podíamos dejar de recomendar una versión (muy) original de este platillo mexicano. En el restaurante Nudo Negro, concepto a cargo del chef Daniel Ovadía, podrás encontrar unos deliciosos dumplings de pozole con carne de cerdo, lechuga con vinagre de chipotle, tortilla frita, rábano y crema de rancho.

Así como lo lees, estos dumplings son la prueba perfecta de que la cocina mexicana y la cocina oriental combinan de forma espectacular. Dónde: Zacatecas 139, Roma Norte. Costo de los dumplings: $275. IG: @nudonegro_do

Además de seguir esta ruta de los mejores pozoles, ¿también eres fan de los demás antojitos mexicanos? Acá una guía para conocer los restaurantes más mexicanos de la Ciudad de México para comer rico.

Nudo Negro pasó de ser el nuevo hotspot de la Roma, a ser un restaurante consolidado. En donde han tenido que enfrentar desde la euforia de atender a oleadas de comensales durante los primeros meses de su apertura, hasta las mesas vacías y el dolor que dejó el temblor de 2017.

Con todas estas emociones y vivencias, este restaurante de los chefs Daniel Ovadía y Salvador Orozco llega a su quinto aniversario, con una remodelación de su comedor que tendrá una nueva intervención artística y más delicias en su vibrante menú. Daniel asegura: “Estamos muy contentos y orgullosos de que Nudo Negro haya llegado hasta aquí, no está bien decirlo pero es nuestro restaurante consentido”.

 

Nudo Negro

 

Para celebrarlo, se unieron los chefs Mikel Alonso, Gerard Bellver, Gabriela Ruiz, Antonio de Livier y Ana Martorell para ofrecer una cena única de siete tiempos en la que consintieron a los comensales. El primer plato fue de los anfitriones, el cual destacó por su sabor y porque junto con él, pudimos subir a la cocina para presenciar el vals de estos tops chefs y el resto del equipo mientras servían las comandas.

Entre saludos, una de las cocineras montó al momento un dumpling de birria con rábano encurtido, bálsamo de limón y cilantrillo, cuyo potente sabor explotó en boca y nos dejó preparados para los siguientes platos.

Otros de los imperdibles de esa noche fueron el aguachile negro con huachinango de cultivo y unas tiras crocantes de pata de Wagyu, que prepararon Mikel Alonso y Gerard Bellver; la tosta de lengua y pulpo con hummus y chichilo negro que envolvía el paladar, de Antonio de Livier; y los noodles de huevo y fideos de arroz con camarón, calamar y pork belly de Daniel Ovadía y Salvador Orozco.

 

Nudo Negro

 

Los hilos que unen a Nudo Negro

 

«A Nudo Negro o lo amas o lo odias”, se escucha un comentario en la mesa, mientras todos los presentes asienten y responden ser del primer bando. Esto sucede por su fusión de gastronomía mexicana con guiños de ingredientes, técnicas y recetas de todo el mundo.

Tal es el caso de los ostiones a las brasas con salsa sambal, suadero de res, tuétano y wasabi; el pulpo dorado, atapakua michoacana de frijol y cilantro, chinchayote frito y arroz basmati aromatizado con cardamomo; o las fajitas de cerdo en salsa de chile rojo fermentado, este último ha permanecido en el menú desde la apertura.

“En Nudo Negro tratamos que siempre que vengas haya un par de platos nuevos, por eso es que el menú se mueve todo el tiempo. Ahora estamos ampliando las opciones de noodles porque desde hace ocho meses compramos una máquina para hacerlos y esa es una ventaja que tenemos sobre otros restaurantes”, explicó Daniel, quien confesó que empieza a trabajar desde que abre los ojos y está en la cama.

 

 

Lo nuevo que viene

 

El grupo Bull and Tank encabezado por Daniel Ovadía y Salvador Orozco además de Nudo Negro posee otros conceptos, entre ellos Merkavá, de cocina israelí y Peltre, una lonchería de comida comfort food. Al respecto, Daniel compartió buenas noticias: “Tenemos 15 restaurantes y vienen cuatro más: Noosch que es como un hermanito de Merkava, en la Condesa; y tres Peltres más, ya en construcción está el de Pedregal y Metepec, mientras el tercero aún no podemos decir su ubicación”.

Nudo Negro. Dónde. Zacatecas 139, Roma, Ciudad de México. Cheque promedio: $450 pesos por persona. bullandtank.com/nudo-negro

Luego de cerrar Paxia, ha cultivado los frutos de la perseverancia junto con su socio, Salvador Orozco, con quien ahora dirige Bull & Tank, un grupo integrado por 17 exitosos restaurantes. Conoce un poco más sobre el chef mexicano Daniel Ovadía. 

 

Pasión por la restaurantería

 

Cuando era niño, las comidas de mi familia no eran en casa de la tía o de la abuela, sino en restaurantes, así que cada fin de semana conocía uno diferente. Recuerdo que me emocionaba muchísimo llegar y ver cómo funcionaban. Empecé a trabajar en uno mientras estudiaba Economía, y me enamoré de todo lo que implicaba. A raíz de eso me cambié de carrera, porque si quería ser restaurantero, me iba a ayudar más estudiar Administración. Después de un tiempo, el dueño del lugar me invitó a ser socio de un segundo restaurante que iba a abrir. Tenía 19 años, pero conseguí dinero prestado y por primera vez pude sentir que un restaurante era mío. Luego cerró, pero me quedé con el local. Así abrió Paxia en 2005.

 

 

chef Daniel Ovadía

 

 

Mancuerna culinaria

 

Salvador Orozco entró a Paxia como cocinero e hicimos clic muy rápido. Comenzamos a trabajar juntos en muchas cosas, nos hicimos amigos y decidimos asociarnos. Somos muy parecidos y nos complementamos bien. En ocho años no hemos tenido una sola discusión porque sabemos perfecto qué le toca a cada quién. Todos los restaurantes son de los dos y llevamos una relación muy sana, de respeto.

 

Espacios para el disfrute

 

Cuando el grupo empezó a crecer hace seis años, decidimos abrir lugares que fueran congruentes con lo que nos gusta hacer: en Peltre preparamos lo que se nos antoja, Nudo Negro tiene la comida que me gusta comer, Merkavá representa el arraigo cultural de mi familia y en Frenchie está lo que más me gusta cocinar, con esa parte del academicismo y la precisión. Punta Corcho en Puerto Morelos es un lugar de ensueño: ¿a qué cocinero no le gustaría tener su restaurante en la playa y ver cómo llegan las lanchas a entregarle el pescado fresco? En Dao tratamos de hacer el mejor sushi; Urike está dentro de El Chepe; Tajaná sirve comida callejera y en Paragüero hay un revival de los platos famosos de Paxia.

 

chef Daniel Ovadía

 

 

Cocinar con objetivos claros

 

Ahora estamos enfocados en los restaurantes, pero tenemos catering, hacemos asesorías y estamos a punto de lanzar un hotel en la Condesa y una pizzería. Este año tiene que ser de consolidación. Durante mucho tiempo luché por reconocimientos, pero hoy prefiero no dedicar energía a eso. Aunque algunos de los restaurantes podrían estar en posibilidad de entrar en alguna lista, hemos encontrado satisfacción en otras cosas.

 

Tendencias atemporales

 

Se están dejando de lado los menús de degustación larguísimos y las porciones pequeñas. La gente está pidiendo al centro, tiene ganas de probar más cosas. Hoy en día, el cocinero tiene que demostrar su técnica y habilidad. Nosotros trabajamos con esa forma artesanal de hacer las cosas. Viene una época de menos tecnología y más amor en la cocina.

 

chef Daniel Ovadía

Nudo Negro - PlatilloLas reglas pueden acotar la experiencia lúdica de comer. Por ello, Daniel Ovadía y Chava Orozco crearon Nudo Negro, el restaurante donde es posible encontrar el Lado B de la gastronomía. Aquí, las normas se rompen desde la decoración de diseño industrial, en donde destacan las lámparas de neón, alguna portada de los Rolling Stones y la fotografía gigante de un Tiempero (chamán de la agricultura).

La manteleta de papel vaticina una comida hecha para disfrutarse con las manos, con palillos chinos o, incluso, con un pedazo de pan. La carta también ofrece una aventura similar a una bitácora de viaje donde los sabores del mundo se reúnen. Un ejemplo son las albóndigas de prime rib añejado con verduras al wok, bañadas en una salsa rogan josh de hoja de aguacate y cúrcuma que te mantienen al filo de la silla.

El servicio es receptivo y cuidadoso, pero sin perder su toque sorprendente, como cuando al pedir una botella de vino, el mesero sube a la parte alta de la cava por ella con el uso de un rapel. Si se prefiere un coctel, vale la pena sumergirse en el Mint Julep o en el Negroni añejado en barrica o en vidrio. Zacatecas 139, Roma, D.F. (55) 5564 5289