Antes que nada, una confesión: contábamos las horas para la apertura de Yemanyá. Éramos admiradores del chef Rodrigo Estrada y la manera en que ha rendido homenaje al mar y a los pueblos pescadores de México y Latinoamérica desde su cebichería elegante de Campos Elíseos y Temístocles. Texto: Jesús Pacheco / Fotos: Cortesía / Jesús Pacheco. 

 

Así que cuando supimos que traía entre manos un nuevo lugar en el que se acercaría de nuevo a pescados y mariscos pero ahora con acentos tropicales y usando frutas y vegetales no tan comunes por estas tierras —malanga, ñame, yuca…—, nuestras papilas comenzaron a salivar emocionadas.

Fuimos a probar su menú una tarde de noviembre, y pronto el sol otoñal bañando nuestra mesa nos hizo saber que estábamos por tener una tarde memorable. Así lo fue. De ello se encargó, con su personalísima obsesión por el detalle, el mismísimo Rodrigo.

 

Un espacio que abraza

 

Yemanyá

 

Mientras esperamos el primer plato, chuleamos las plantas que dan la bienvenida y todo lo abrazan en ese local de Orizaba 154 que adaptó de manera sobria y genial el arquitecto Alfredo Cano, le echamos flores a la espectacular barra —21 metros de granito en “L”— y al guiño al trópico que hacen con su celosía. Y mientras invocamos al hambre picando tostadas de maíz azul con las salsitas de ascendente picor, Rodrigo nos cuenta que las macetas de rasgos humanizados que te reciben en cada mesa son creación de Cara de Planta, iniciativa de Cuernavaca que estimula que cuidemos y coleccionemos plantas.

 

 

Llega a la mesa el tiradito de king kampachi, un contundente manifiesto de lo que hallaremos en Yemanyá. ¿Por qué? Porque es pesca sustentable, de acuacultura, y porque se aprovecha el sabor dulzón de la calabaza —que se incorpora en distintas texturas— para dar al platillo ese aire caribeño que tiene una buena parte del menú.

 

Pesca sustentable e ingredientes muy latinos

 

 

Después nos seguimos con un guiño al Perú: el anticucho es un pulpo a las brasas en salsa anticuchera de chile guajillo sobre puré de frijol ayocote y malanga crocante. Acompañamos todo con una yuca frita a la que el ajo fresco le sienta de maravilla, y con unas gotitas de guasacacasalsa venezolana de aguacate y hierbas— se vuelve completamente devorable. Por cierto, los toques venezolanos del menú los pone la participación de Anderson Muñoz, uno de los cocineros que se han aliado con Rodrigo para Yemanyá.

Luego probamos, ya en plan gula, una totoaba de cultivo en curry amarillo caribeño, con plátano frito y arroz con coco. Y no podíamos perdonar el postre; de haberlo hecho, nos hubiéramos perdido de esa Negra Maluca: un brownie de chocolate con cremoso de coco, pastelera de chocolate y helado de brigadeiro. Salimos dispuestos a volver para seguir probando el menú y terminar con más de ese brownie. Que nos perdonen los demás postres.

 

 

Ve y conoce el nuevo Yemanyá, ¡estamos seguros que te fascinará! Dónde: Orizaba 154, Roma Norte. Cheque Promedio: $550 por persona. Tel. +52 (55) 8437 4050. Horarios: lunes a sábado, 12-10 pm; domingos, 12-6 pm. IG: @yemanyamx / yemanya.mx