Decir kyusu, es hacer referencia a uno de los máximos símbolos asociados al consumo de té verde japonés. Pero, ¿de dónde viene este icónico infusor nipón y, aún más importante, cómo se fabrica y utiliza? ¡Te lo contamos! Fotos: Cortesía Escuela Mexicana de Té.

La palabra kyusu simplemente significa “tetera”, sin embargo, la expresión se utiliza para denominar a un tipo específico de infusor. Tradicionalmente, se trata de una tetera con asa lateral que suele estar hecha de arcilla roja o negra. El pico está dotado siempre de un filtro, hecho de arcilla o metal, que cuela automáticamente las hojas de té mientras se sirven.

Como muchos otros métodos de manufactura e infusión del té, la tetera kyusu se originó en China. Ya le hemos contados que en sus inicios, el té se consumía en forma de polvo fino, resultado de la molienda de hojas y brotes. En Japón, esta forma primitiva sentó las bases de consumo del mismísimo matcha, empleado en la ceremonia japonesa del té. Sin embargo, la propia evolución histórica de la infusión desarrolló nuevas formas de manufactura y servicio.

 

Tetera kyusu

 

 

El origen de la tetera kyusu

 

Los estudiosos del tema afirman que la tetera kyusu se desarrolló junto al propio Sencha. La historia cuenta que Soen Nagatani (1681 -1778) fue quien desarrolló el revolucionario método de producción al cocinar al vapor, enrular y secar las hojas de Camellia Sinensis, la planta del té; sus aromas y sabores podían conservarse durante más tiempo y liberarse fácilmente al ser infundidos con agua. Este líquido traslúcido pero rico en matices vegetales de la propia planta se denominó “Sencha”.

Pronto, esta nueva forma de té se convirtió en la más popular de Japón y la tetera kyusu surgió a la par como un artículo doméstico para infundir Sencha. Hoy en día, este infusor sigue siendo la herramienta preferida de las casas de té y restaurantes de todo Japón.

 

¿Por qué es tan especial?

 

Tetera kyusu

 

En primer lugar, por su asa lateral hueca, que no retiene el calor como el resto del infusor; esta condición ayuda al servicio del té ya que se mantiene frío al tacto, incluso cuando se incorpora agua a muy alta temperatura. El asa lateral también permite servir el té con movimientos más refinados, contrario a la pesadas piezas de hierro fundido. En segundo lugar, porque la figura estilizada de la tetera proporciona más espacio a las hojas al momento de su infusión; la amplia base brinda a las hojas el espacio necesario para entrar en contacto con el líquido de infusión y extraer todos sus aromas y sabores.

 

Si bien hoy existen todo tipo de diseños, colores y acabados asociados a la tetera kyusu, las versiones tradicionales están ligadas a las arcillas roja y negra. Las variedades rojas están hechas de arcilla sin oxidar; la más preciada proviene de Tokoname, un pequeño pueblo en la Prefectura de Aichi. Esta arcilla es espesa y puede retener líquidos incluso sin esmaltar.

También es menos porosa, por lo que la propia arcilla no absorbe los matices sensoriales del té. Por el contrario, la tetera kyusu negra está hecha de arcilla roja cocida en un ambiente rico en oxígeno; la arcilla cambia de color cuando se oxida y produce este elegante tono oscuro. El proceso productivo implica mayores esfuerzos, así como una cocción adicional en el horno, dando como resultado piezas más caras.

 

Tetera kyusu

 

Además, hay versiones contemporáneas, provistas de pequeños filtros de metal o arcilla, esmaltadas o crudas en su terrosa superficie. Cada uno de estos detalles tiene un impacto radical en la expresión aromática y gustativa del té infundido.

Generalmente, cada tetera tiene su propio juego de cuencos, denominados Yunomi. Si bien no son absolutamente necesarios para el disfrute del té, también se han convertido en piezas deseadas por coleccionistas y fanáticos de la infusión. escueladete.mx

 

También lee Té: la bebida perfecta para tu ritual hygge. 

En diversas ocasiones hemos apuntado al origen, características, método de infusión, expresión sensorial y beneficios a la salud que ofrece el matcha japonés. Sin embargo, poco se ha dicho acerca de las posibilidades culinarias que ofrece este fascinante té verde molido. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

¡Sí!, gracias a su textura polvorosa, el matcha se ha convertido en un indispensable de las creaciones dulces alrededor del planeta. Pasteleros, chocolateros y profesionales de la repostería no dudan al incorporarlo en masas, salsas, cremas, helados y demás creaciones. Pero, ¿por qué matcha y cocina dulce forman una pareja tan idílica?

Empecemos por el principio. El matcha es un té puro japonés elaborado a partir de brotes y hojas de camellia sinensis destinados a la producción de tés verdes de alta calidad. Antes de la cosecha, las plantas de té se cubren del Sol para terminar de madurar a la sombra; este método las obliga a producir mayor nivel de clorofila y, por tanto, concentrar su color.

 

Matcha

 

Una vez recolectadas, hojas y brotes se cuecen con vapor para detener la oxidación, se limpian de nervaduras y se muelen lentamente, en cilindros de piedra volcánica, hasta formar un polvo fino muy brillante y ligeramente amargo. Las variedades elaboradas a partir de hojas y brotes de primera cosecha se consideran de mayor calidad y se destinan a la ceremonia japonesa del té, mientras que los matcha de tercera y cuarta cosecha, generalmente más pálidos y un poco más amargos, suelen utilizarse con fines culinarios.

Al tratarse de hojas enteras molidas, el matcha de grado culinario guarda todos los aromas y sabores de la camellia sinensis. Es, literalmente, “un ingrediente” con alto índice de umami, el llamado quinto sabor, y un auténtico potenciador de todo los demás sabores. Ésta, es la gran clave para entender su capacidad de integración en preparaciones dulces.

Mousses, bizcochos, tartas, panadería, helados de leche, pastas y todo tipo de productos lácteos abrazan perfectamente al té verde molido. Chocolate blanco, de leche o semiamargo, así como frambuesas y frutos rojos con acidez viva, también se benefician con la unión.

 

Matcha

 

Otras combinaciones infalibles… Los matcha de grado culinario con intenso carácter vegetal (algas marinas) y buen nivel de dulzor, por ejemplo, funcionan bien con frutos tropicales, maracuyá, mango, coco, piña y cítricos. Los ejemplares con mayor dulzor y astringencia media, hacen lo propio con chocolates de leche, miel de abeja y todo tipo de cereales tostados.

¿Cómo incorporarlo a su cocina? En pastelería y repostería, el matcha culinario debe emplearse como un ingrediente seco. Un buen tip es utilizarlo en la misma proporción que la cocoa en polvo en recetas de masas y pastas para hornear. En helados, es importante añadirlo a la mezcla tibia de leche y huevo, antes de colar y batir en frío. En cremas batidas y mousses basta con incorporarlo en seco, removiendo de forma envolvente, hasta adquirir la concentración deseada. Como elemento de decoración, sólo requiere espolvorearse sobre el producto terminado.

Recetas… ¡abundan! Lo verdaderamente importante es adquirir matcha grado culinario en supermercados o tiendas especializadas, y atreverse a mezclarlo con sus postres y platos dulces. Le prometemos que no se arrepentirá. escueladete.mx

 

También checa Ceremonia Yobanashi, del mundo sutil y perfecto del té matcha.