¿Y por qué no té helado?, es la pregunta que viene a la mente cada vez que tacos, garnachas, pambazos, caldos, tostadas y demás manjares de calle tocan la mesa septembrina. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Pudiera sonar absurdo, sin embargo, ya le hemos contado en repetidas ocasiones que el té posee características sensoriales capaces de potenciar, neutralizar o abatir el picor, astringencia y untuosidad de los típicos platillos nacionales.

 

té y septiembre

 

¡Créalo…!, una de las combinaciones que más han robado nuestra atención fue la de un tazón de caldo tlalpeño, con sus respectivas tostadas de maíz carbonizadas, y un fresco vaso de té pu-erh orgánico; el denso y picante líquido, combinado con los intensos matices terrosos de la infusión, provocan una experiencia sublime.

Antes de apuntar a tipologías y casamientos infalibles, es importante entender el efecto que sucede al combinar té y platillos nacionales de calle.

 

té y septiembre

¿Antojitos mexicanos con té?

 

En mayor o menor medida, garnachas y frituras de maíz despliegan en boca sabores dulce, salado, ácido y amargo, además de provocar múltiples sensaciones: untuosidad, astringencia, picor, aspereza… El té, de acuerdo con su carácter, es capaz de acompañar o contrarrestar dichos efectos.

Pensemos en un sencillo tlacoyo de requesón servido con una mezcla de nopalitos curados, cilantro y cebolla… ¿lo tiene? Frente a esta unión de suero de leche, maíz cocido y verdor vegetal, los tés blancos puros con marcados tonos herbáceos y florales, ligeramente dulces y con astringencia media, son la opción ideal.

La infusión permite enriquecer el encuentro sin sacrificar la elegancia sutil que caracteriza al preparado mexicano. Apuntemos ahora a unas buenas flautas de pollo o papa, acompañadas de lechuga, crema, queso y salsa verde cruda; aquí, la alternativa son agujas plateadas de sabor dulce y acidez refrescante, o incluso tés verdes chinos de intenso carácter vegetal y herbáceo, como Lung Ching o Mao Jian. La infusión también funciona a la par de tostadas de pata y otras proteínas animales neutras.

 

té y septiembre

 

Pambazos y tacos también se llevan

 

El pambazo, otro consentido de la mesa septembrina, también es capaz de armonizar con té helado. Adobado con salsa de chile rojo y relleno con una perfecta mezcla de papa con chorizo, frijoles, lechuga y crema, este ícono de la banqueta mexicana encuentra a su contraparte líquido en tés negros ligeros y oolongs de alta oxidación de carácter frutal y especiado, que permiten potenciar todo el sabor del embutido guisado. ¡Procure mantener el balance!, un exceso de salsa picante podría causar un desagradable efecto en boca.

Y para los tacos… Resumiendo las combinaciones más exitosas, verificadas en múltiples veladas taqueras con amantes del té, hay que decir: los de pastor son perfectos con tés negros de carácter frutal, así como con algunos oolongs de alta oxidación.

 

té y septiembre

 

La frutalidad y matices acidulados que uno puede hallar en ciertos ejemplares de Sri Lanka, como Lumbini Ladaluchacra, son perfectos para acentuar el dulzor de la piña y la carne de cerdo.

Los de barbacoa y birria seca con tés pu-erh estructurados o tés negros con matices ahumados. Los de lengua, con cebolla, cilantro y salsa verde cocida, con tés verdes chinos, preferentemente de carácter vegetal. Y el clásico taco placero, de chicharrón seco con pico de gallo y aguacate fresco, con tés verdes japoneses cuyos intensos matices yodados permitan enriquecer la unión. ¡Feliz Noche de Grito de Independencia! escueladete.mx

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