En 2014, durante la celebración culinaria de Vegas Uncork’d, nuestra Directora Editorial, Cecilia Núñez, platicó con este legendario chef, quien en ese momento afirmó que no se dejaba deslumbrar por el brillo de sus 25 estrellas Michelin (que tenía en ese entonces). Checa la entrevista.

Estrellas fugaces

 

Desde finales de los años 80, se me adjudicó la definición de “chef del siglo”. Pero, para ser muy sincero, nunca busqué ser el mejor chef del mundo, como dicen, así que no es un concepto que esté en mi mente todo el tiempo. No le doy vueltas, no me dejo poseer por esta idea, y así no tengo problemas con el tema. Obtener mi primera estrella fue extraordinario; con la segunda me sentí honrado; la tercera fue una celebración. Algunos de mis restaurantes tienen tres estrellas. Eso es lo difícil: una vez que llegas hasta ahí, quieres mantener el título. Me dolería mucho perder alguna, pero no sería tan dramático si perdiera una estrella de los otros establecimientos.

 

Comerse al mundo

Tener restaurantes en diferentes rincones del planeta es una oportunidad extraordinaria para impregnarme de todas las culturas, de todas las diferentes técnicas y gustos de cada país. Un ejemplo sencillo, que me sorprende, es que la cocina asiática dota de importancia a la textura. Dejan a los camarones en agua durante muchas horas: pierden sabor, pero adquieren una textura diferente. En 1976 visité Japón por primera vez, y me gustó ver que los chefs admiran enormemente los sabores, los condimentos y la presentación. La cocina japonesa me ha influido enormemente: es sencilla y saludable. Me enriquezco de todas estas experiencias y las utilizo para adaptarlas a mi técnica francesa de cocinar. Además, en cada lugar, me nutro de la gente, de la cultura.

 

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Los vegetales: el futuro

Hace varios años, durante una entrevista, dije que la tendencia de los gustos culinarios se enfoca en lo saludable. Hoy, sólo estamos en los preliminares de este periodo de la cocina del bienestar. Iremos mucho más lejos. Para mí, todo va a enfocarse en las legumbres y los vegetales. No es que vaya a ser una cocina vegetariana, pero se va a basar en ella porque ahora tenemos problemas con la crianza de carnes, con el colesterol y demás. La pesca acarrea otros problemas, como los metales pesados que existen en el agua, la desaparición de algunas especies… La lógica dicta que tenemos que llegar a una cocina que emplee más vegetales, para aprovechar sus antioxidantes, y con más especias, para aprovechar sus cualidades medicinales.

 

El placer de ser comensal

Cuando voy a un restaurante, soy muy receptivo. No voy con una actitud de crítica. Me encanta ir a disfrutar, a pasar un buen momento. Pero el hecho de ser un profesional de la cocina hace que esté muy interesado en las técnicas de los platillos. Me gusta ver la originalidad y la armonía; pero, en términos generales, me gustan los platillos sencillos. Ésos resultan los más difíciles de preparar. Me encantan las propuestas simples, pero con armonía.

 

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