Tokio es conocida por su modernidad y por ser una ciudad adelantada a su tiempo por décadas. Pero al recorrer sus aceras desgastadas —aunque bien conservadas—, calles laterales y callejones, encontrarás izakayas tradicionales que ofrecen brochetas a la parrilla, negocios familiares que sirven fideos y tazones de ramen con “mil personalidades distintas”. Solo necesitas saber dónde buscar. Texto y fotos: Mark Parren Taylor. 

 

1.- Sorbe el caldo

 

En el restaurante Nagi, los chefs del mostrador miden el éxito de sus días en función de los sorbos de los clientes que disfrutan el caldo característico de su local de fideos. El chef y propietario, Ikuta Satoshi, tiene varias sucursales en Tokio, pero fue en su local de 10 plazas en el Golden Gai, un barrio antiguo con 200 nomiya (bares informales), justo al lado del distrito de vida nocturna de Shinjuku, donde empezó su pop-up en 2004.

Para hacer el caldo niboshi (pequeñas sardinas secas japonesas) de Nagi, hay que hervir 20 tipos de sardinas deshidratadas en shoyu (un caldo a base de salsa de soya), durante medio día y a fuego bajo. El resultado final es un líquido sedoso lleno de sabor umami con carne de cerdo en rebanadas, cebollas de Cambray y fideos planos, que pueden ser delgados o gruesos. Cheque Promedio: $19 USD.

 

Tokio

 

 

2.- Relájate en un bar izakaya

 

En el barrio Shinjuku, recorre Omoide Yokocho, un callejón lleno de bares izakaya donde asan yakitoris (brochetas) de pollo y de menudencias. Kabuto es nuestro favorito si buscas anguilas a la parrilla. Su orden de “siete brochetas” ($18 USD) incluye todas las partes del pescado: la cabeza, la aleta, la molleja, el hígado y la carne. Abierto de 1 a 8 p.m. Cheque Promedio: $20 USD. Dónde. 1-2 11 Nishishinjuku, Shinjuku.

 

3.- Duerme en un ryokan tradicional

 

Ningún viaje estaría completo sin una estancia en un ryokan (hospedaje) tradicional. En Asakusa encontrarás Shigetsu, con cómodas y discretas habitaciones de tatami. Su baño compartido en el sexto piso tiene vistas al templo Sensō-ji. Habitaciones dobles: desde $100 USD.

 

Shinjuku

 

 

4.- Piérdete en Shinjuku

 

Shinjuku, uno de los distritos comerciales de Tokio y vecino de Shibuya, que marca tendencia, es un nudo indestructible de líneas de tren, metro, centros comerciales subterráneos y rascacielos interconectados. Se trata del barrio más cosmopolita y vivo de Tokio, con sus luces de neón, gente «fashion» y ambiente las 24 horas.

 

5.- Disfruta al Tokio antiguo en Asakusa

 

Si buscas nostalgia a mayor escala, visita Asakusa, el lugar al que han acudido los fiesteros mucho antes de 1868, cuando Edo pasó a llamarse Tokio. El distrito es un poco engañoso y se dice que carece de delicadeza, pero sigue siendo inconfundiblemente japonés. Las calles resuenan con el estrépito de los pachinko (salas de juego) y los rickshaws (un vehículo ligero de dos ruedas); allí encontrarás una discreta tienda de maquillaje y boutiques donde podrás convertirte en geisha por un día.

 

Tokio

 

Dirígete por la calle lateral hacia Raishuken para disfrutar de un ramen con fideos regordetes chijirimen, en un rico caldo shoyu de huesos de pollo y cerdo. Fundado por el chef Ochiai en 1950, ahora su hija dirige el lugar, pero su linaje se remonta al restaurante de shoyu ramen original de Tokio, Rairaiken, que abrió sus puertas en 1910. Sus chefs eran de la provincia china de Guangdong. Es por eso que otro de los apodos del ramen es fideos chinos. Cerrado los martes. Cheque Promedio: $19 USD. Dónde: 14. 2-26-3 Nishi-Asakusa, Taito.

 

6.- Deléitate con un gran experiencia de sushi

 

Hakkoku es un restaurante de sushi a la carta con capacidad para seis personas a la vez. La atención se centra en ingredientes de primera calidad, en las habilidades del chef y en su arroz único aromatizado con dos tipos de vinagre. Es algo costoso, pero estás pagando por una verdadera experiencia culinaria. Costo: $340 USD. Dónde: 3F, 6-7-6 Ginza, Chuo.

 

Sushi

7.- Contempla los cerezos en primavera

 

En primavera, el cercano Parque Ueno, que cubre unas 54 hectáreas, es el lugar ideal para contemplar las flores en Tokio. Familias, amigos y trabajadores de oficina se reúnen bajo sus cerezos y ciruelos para hacer pícnics de Hanami (observación de flores). Se vuelve aún más espectacular cuando una ráfaga de viento provoca una hanafubuki (ventisca de flores), con pétalos cayendo sobre las onigiri (bolas de arroz) y las tazas de sake.

Otro imperdible es el distrito de Yanaka, donde podrás visitar antiguas tiendas, incluida Yanaka Okanoeisen, que elabora deliciosos wagashi (dulces) de temporada. Hay sakuramochi (arroz rosado enrollado en hojas de cerezo en conserva) o galletas de arroz azucaradas con sakura (flores de cerezo).

 

8.- Endulza tu paladar con un kakigōri

 

En las húmedas tardes cálidas de Tokio, Yanaka Himitsudo reparte boletos numerados en la fila que se forma para probar sus postres kakigōri. Están hechos de hielo raspado cubierto con jarabes, frutas, frijoles y vegetales. El hielo se trae desde Nikko, una de las pocas fábricas de hielo de Japón, a unos 145 kilómetros de distancia.

Ahí, utilizan un método de 400 años de antigüedad para congelar el agua de manantial en recipientes al aire libre y formar losas transparentes que se almacenan hasta que se necesitan. El propietario de Himitsudo, Morinishi Koji, usa máquinas manuales para raspar el hielo y hacerlo lucir más esponjoso. Los sabores del día se publican en su cuenta de TW: @himitsuno132. Kakigōri desde $12 USD.

 

Cerezos

 

9.- Adéntrate en la historia

 

Fuera de los circuitos tradicionales, el Museo de Arquitectura al Aire Libre de Edo-Tokio, situado al oeste de Tokio, ofrece una visión de la cultura japonesa. Tiene un pueblo de propiedades históricas preservadas: villas art déco, tiendas de la era Edo y salones de té de madera.

Es un viaje de 25 minutos hacia el oeste desde Shinjuku: si tomas el tren a la hora pico, es posible que un guardia con guantes blancos te empuje hacia adentro del vagón. Empacan a la gente como sardinas o, como dicen los japoneses, como sushi.

 

10.- Come en un food truck

 

Esta tendencia en Tokio está impulsada por las cocinas internacionales. Para encontrarlos, dirígete al mercado de productores de fin de semana de Aoyama o, si buscas un almuerzo entre semana, visita el Foro Internacional de Tokio, en Maronouchi. En los meses más fríos, busca a los vendedores de camote dulce que estacionan sus camiones en las calles laterales o afuera de los parques.

 

Ramen

 

 

11.- Visita Kawagoe

 

A una hora de Tokio en tren, esta zona es conocida como “el Pequeño Edo” por su distrito histórico de casas comerciales, tiendas y estructuras de los siglos XVIII y XIX. Los viajeros alquilan kimonos y deambulan por sus senderos del “viejo mundo”, comprando wagashi (dulce de mochi, anko y fruta) a los pasteleros.

Aquí, el camote cultivado localmente se usa en la elaboración de imokoi (bollos de arroz al vapor), dulces y postres, especialmente en la tarta de queso.

 

12.- Compra el Tokyo Grutto Pass

 

Ofrece acceso gratuito o con descuento a muchos de los museos y galerías de Tokio, como el Museo Fukagawa Edo y el Museo de Arquitectura al Aire Libre Edo-Tokio. Tiene una validez de dos meses y cuesta $21 USD por persona.

 

Tokio

 

Toma nota

 

Cómo llegar. All Nippon Airways vuela directo a Tokio desde Ciudad de México. Vuelo redondo desde $1,700 USD.

 

Recursos. Japan Travel es la oficina de turismo oficial del país y tiene mucha información práctica para ayudarte a planificar tu viaje.

 

Medidas Cpvid-19. Hasta el día de publicación de esta nota, las fronteras de Japón estaban cerradas para los extranjeros. Consulta las últimas condiciones de viaje en la página del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.

 

¿Estás listo para descubrir Tokio? También lee Japón: una mirada a sus lugares imperdibles. 

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