A veces la mejor decisión es dejar las guerras y batallas, y hacer algo más productivo como ayudar al prójimo. Eso fue lo que seis caballeros hicieron hace casi mil años, dejaron las armaduras y se ordenaron de monjes, para construir una abadía en 1074, justo en Affligem, en Bélgica. Ahí, además de auxiliar a los necesitados, para mantener su nueva manera pacífica de vivir crearon una cerveza digna de permanecer aún ante las adversidades.

Dicha abadía fue destruida y construida en muchas ocasiones, debido a las múltiples batallas. Sin embargo, la receta de su cerveza permaneció. Con el mismo nombre del municipio que la vio nacer, Affligem tiene una peculiaridad: su doble fermentación. La primera se lleva a cabo en los tanques de fermentación, la segunda cuando ya se encuentra en las botellas. Para eso se le agrega azúcar y levadura para obtener su sabor tan intenso y único.

Si quieres disfrutar de esta cerveza de abadía tipo Ale se recomienda a través del ritual de la marca del Cuerpo y Esencia. Se utilizan una copa estilo Goblet creada por la marca y otra similar de menor tamaño llamada copa de levadura. En la primera verterás casi el 90% del líquido, el Cuerpo, y en la segunda, el líquido restante que contiene los sedimentos de levadura, la Esencia. Así tendrás dos experiencias diferentes con una sola botella.

Una vez servida, podrás apreciar su color dorado, espuma densa y carbonatación constante. En nariz habrá aromas de pan fresco, cítricos, especias y un ligero toque de vainilla. En boca la suave malta y gusto a nuez son seguidos por fruta tropical, para terminar de manera seca y ligeramente amarga que te encantará. affligembeer.com