En 2020, aprendimos a medir la distancia, no en kilómetros recorridos, sino en las lecciones que el viaje interior nos regala, como única ruta posible. Tras este aprendizaje y la presencia de un nuevo año, ahora podemos fantasear con volver a viajar. Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo de la manera correcta. Foto de portada: Adobe Stock.

No importa donde viajes; si tu conciencia no se mueve, el lugar que descubrirás es idéntico del que vienes: esta idea cobró sentido cuando nuestra autodefinición como viajeros se derrumbó ante la imposibilidad de siquiera salir de casa.

Así, 2020 ha pasado a la historia de la humanidad como el año de la separación, de la hecatombe económica, de la distancia que no se mide en kilómetros recorridos, sino en la cantidad de abrazos que no nos dimos, en las reuniones que no tuvimos, en las velitas prendidas para alumbrar el camino de los seres queridos que tuvimos que despedir. Y fue también, en el mejor de los casos, el año en el que el viaje interior fue la única ruta posible.

Caminar con responsabilidad

Para este nuevo inicio, nos merecemos fantasear con volver a viajar, pero esta vez hacerlo mejor: con sentido común, empatía, solidaridad y con un mapa de México en la mente.

Al tiempo que se destaca el potencial del turismo local para impulsar el renacer económico del sector, nos enfrentamos a una nueva disyuntiva: ¿comenzar a salir priorizando la vida y la salud o hacerlo hasta que estemos vacunados y la pandemia esté totalmente erradicada?

Mientras ganamos mayor claridad y certeza, y los viajes dejen de ser vistos como una actividad de alto riesgo, tenemos la tarea de emprender esta aventura de volver a hacerlo, cuando sea el momento indicado para cada quién, cuidándonos y cuidando, con el espíritu dispuesto y confiado en que incluso los lugares que creíamos conocer nos volverán a sorprender y a conmover… Porque algo ya ha cambiado en nosotros.

En Food and Travel, les deseamos un 2021 de despertar de consciencias, armonía y paz. ¡Que estemos todos bien! @CeciNunez

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