Carta Editorial Abril 2018

 

Carta Editorial Food and Travel > Abril 2018

 

Desde siempre, la fantasía de viajar me parecía la más preciada de las aventuras que podría vivir cuando creciera, cuando lograra transformar la premisa “toma tus precauciones” por “toma todos los riesgos posibles”. Después, mi trabajo como periodista convirtió a los viajes en mi oficio, luego en mi adicción y ahora en mi forma de vida y la de todos los que realizamos el contenido de Food and Travel

Hace 12 años, en el Café Le Temeraire de París, el hombre que se convertiría en mi maestro espiritual me dijo que la vida no se medía por el número de respiraciones que tenemos, sino por los instantes que nos roban el aliento. Desde ese momento, me convertí en cazadora de aquellos instantes.

Pronto entendí que el viaje se compone de tres experiencias, tan diversas como afortunadas. En la primera, la planeación, las fantasías, las expectativas y esa emoción que a veces se confunde con miedo danzan a un mismo ritmo, vertiginoso, excitante. Durante la segunda fase: el desarrollo, la aventura toca el registro de la realidad, entiendes que, más que conocer nuevos lugares, viajar es la manera por excelencia de conocerte, de enriquecerte, de ofrendarte a ti mismo. El arte de viajar supone un acto de humildad, porque descubres que te equivocas más de lo que crees, que tus prejuicios se desvanecen y tus principios se ponen en duda; aprendes a renunciar a los planes y a reírte de ti mismo.

Y la última fase: el regreso al hogar, cuando reflexionas y entiendes que un buen viaje es aquel que cambió algo en tu interior, que te enseñó, a través de los ojos de los demás, una nueva forma de verte a ti mismo. Cuando vuelves con un relato, una enseñanza y con ganas de iniciar otra aventura, es cuando el viaje cumplió su cometido.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial