Carta Editorial Food and Travel > Mayo 2015
Cada historia que vamos relatando y saboreando en Food and Travel se convierte en nuestra consentida, hasta que llega una nueva experiencia a recordarnos que el mundo es ese inmenso terreno de juegos del que no nos queremos perder ni el más remoto rincón.
Al ser testigo de cómo el equipo de escritores y fotógrafos regresan transformados y hasta conmovidos de un viaje, no puedo evitar rememorar mis vivencias. Con la portada de este número, pienso en que el primer café turco jamás se olvida; en el respiro profundo que regala la isla de Mallorca, y que a Bilbao le debo el haberme introducido en el arte del poteo, esa adicción que consiste en ir de bar en bar probando un pintxo tras otro.
Esta vez, Arlett Mendoza regresó de Bilbao con una historia que se empezó a saborear incluso antes de poner un pie en el avión que la llevaría hasta esta ciudad que logró convertirse, de un sitio industrial, a un destino emblemático.
Pensar en la gran metamorfosis de Bilbao siempre me hace fantasear con las pequeñas transformaciones que todos hacemos internamente. Somos los de siempre pero en continuo cambio. Nos reinventamos conteniendo nuestra esencia, de la misma manera que en la capital de Bizkaia sobreviven los restaurantes tradicionales, esos que ya estaban mucho antes de los destellos plateados del Guggenheim y de los sorprendentes puentes.
Ustedes también, cuéntennos sus historias de viaje, compártannos sus rincones de siempre y aquellos que los han sorprendido últimamente. Háganlo en nuestra segunda edición de los Food and Travel Reader Awards, que este 15 de mayo abren nominaciones.
Cecilia Núñez > Directora Editorial