Las especias tienen un gran aliado para sazonar nuestros platillos tradicionales: los condimentos, con los cuales preparamos y mejoramos un sinfín de recetas, ya sea como parte de éstas o por gusto personal. Aquí te presentamos algunos de los más utilizados en nuestro país, además del chile y el orégano.
Cilantro
Es una hierba aromática de hojas verdes ligeramente triangulares, partidas y largas. Sus semillas pueden ser utilizadas como especia, aunque en bastantes regiones de México se utiliza mayoritariamente fresco. Suele usarse toda la rama, picada en salsas, cocteles, ceviches, arroz, caldos y frijoles.
Azahar
Es una flor aromática del naranjo que se emplea para crear infusiones. Se incluye en recetas tradicionales como algunos atoles de Michoacán; también se agrega a almíbares de frutas, en ciertas cocadas y en panes de muerto, aunque en fechas recientes ha caído en desuso. Sus flores se venden frescas en los mercados populares.
Pepitas de calabaza
Son las semillas completamente desarrolladas de diversas variedades de calabaza, las cuales se recolectan del centro del fruto maduro y se dejan secar al Sol. Existen diversos tamaños, dependiendo de la especie. Para prepararlas, se suelen tostar primero en un comal y luego se muelen. Sirven para hacer moles, pipianes, dulces y caldos. Su consumo data de la época prehispánica.
Tamarindo
Proviene de un árbol nativo del sur de Asia y África tropical, perteneciente a la familia de las leguminosas. Tiene un sabor agridulce, con pulpa café, apretada y fibrosa. Su cultivo se realiza en diversas regiones cálidas del país y se utiliza comúnmente para preparar aguas, dulces, caldos, estofados y salsas.
Epazote
Es una planta aromática que se usa como uno de los condimentos más comunes en muchas partes de México. Es originaria de América Central, donde se usaba para cuestiones culinarias y medicinales, tiene un color verde oscuro con forma larga, delgada y puntiaguda. Se usa principalmente para quesadillas, frijoles negros y sopas de hongos. Puede utilizarse de forma fresca o seca, pues su sabor inconfundible marca cualquier platillo.