Con apenas 28 años de ser la capital de la República Eslovaca, Bratislava es una ciudad pequeña, medieval y encantadoramente histórica que se recorre mejor en bicicleta o a pie. Su ubicación es privilegiada: en frontera con Austria y Hungría, y a poco más de 60 kilómetros de República Checa, países de los que formó parte en algún momento de su historia. De ahí que, al planear un viaje por Europa Central, Bratislava sea una parada imperdible. ¡Lo mejor es que puede recorrerse en poco tiempo! Aquí te compartimos los lugares más emblemáticos a visitar en esta ciudad. Fotos: Dulce Vega, Adobe Stock y Unsplash.
Castillo de Bratislava
A pesar de ser una de las capitales más pequeñas de Europa, Bratislava cuenta con dos castillos. El principal, de Bratislava, es considerado un símbolo de Eslovaquia. Existe desde la Edad de Piedra, sin embargo, la arquitectura que se aprecia hoy en día es del siglo XVIII. Este lugar fungió como la sede oficial de coronación de reyes húngaros. Sus cuatro torres, interiores y el patio con jardines fueron reconstruidos el siglo pasado. Actualmente es posible subir a la colina donde yace para disfrutar del paisaje hacia el río Danubio y para admirar salas con exposiciones de reliquias eslovacas.
Castillo de Devin
Se trata del segundo castillo de la ciudad y éste se encuentra en una colina con vistas a los ríos Danubio y Morava. Su ubicación no es coincidencia: esta construcción fue una fortaleza estratégica desde la Edad de Bronce y de Hierro. De ahí que celtas y romanos hayan usado esta estructura para vigilar y proteger sus territorios. Desde la cima, a 200 metros, se podía controlar el comercio que pasaba por los ríos. Hoy el Castillo de Devin es una atracción turística famosa de Bratislava con senderos para caminar o hacer ciclismo. Además, ahí se erigió un monumento en honor a las víctimas del periodo comunista en la Antigua República Checoslovaca.
Puerta de San Miguel
De estilo barroco, la Puerta de San Miguel es una de las cuatro torres-puertas que quedan para acceder a lo que fue la ciudad amurallada. Esta “puerta” es en realidad una torre de siete pisos y 51 metros de altura y fue construida en el siglo XIII, pero renovada en 1758. Actualmente, cruzarla simboliza pasar de la vieja Bratislava a la nueva. Por el momento, se encuentra en restauración, sin embargo al final del proceso – calculado para 2023- contará con exposiciones interactivas acerca de la ciudad y su pasado sistema de fortificación.
La Ruta de la Coronación
Esta ruta es una forma original, divertida y autónoma de conocer Bratislava. Debido a su ubicación y a su fortificación, la ciudad fue sede de 11 coronaciones de reyes húngaros: desde 1563, hasta 1860. Durante tales eventos, existían procesiones que pasaban por las calles de la ciudad, las cuales a su vez eran cubiertas con una alfombra roja. La ruta iba desde el Castillo de Bratislava hasta la Catedral de San Martín. Hoy todos pueden seguir el mismo camino de los reyes porque el gobierno marcó las calles con placas doradas con emblemas de corona. ¡Descubrir Bratislava siguiendo esta ruta es prácticamente obligatorio!
Palacio del Primado
Situado en el centro de Bratislava, el Palacio del Primado tiene una encantadora fachada rosa que decora la plaza donde se encuentra. En su interior se encuentra una interesante colección de tapices que fueron encontrados por casualidad durante la última renovación del palacio, hace más de 100 años. Cabe mencionar que esta edificación fue la residencia de un arzobispo durante del siglo XVIII, luego se convirtió en la sede donde Napoleón firmó el tratado de Paz de Pressburgo en 1805, y actualmente funge como sede del alcalde y consejo de la ciudad.
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