De España, Francia y Alemania lo sabemos todo, ¿pero qué hay de aquellos países que se esconden bajo el bosque? Europa no es tan pequeña como parece y aquí te presentamos uno de sus secretos mejor guardados. Habitado por osos, condes y vampiros, descubre Rumania.
Localizado en la península balcánica, el país está lleno de contrastes e historia. Debe su nombre a la ocupación que tuvo siglos atrás por el Imperio Romano y su idioma comparte las mismas raíces que el español, francés y portugués. Rodeado por exorbitantes montañas nevadas, encantadores pueblos y castillos, Rumania también fue hogar del icónico personaje Conde Drácula, en el corazón de Transilvania. Estos son los lugares que no te puedes perder.
Sibiu
Antigua ciudad húngara, Sibiu forma parte de la región de Transilvania. Antiguo santuario del Conde Drácula, este lugar te sacará los ojos con su imponente belleza. Inigualable, cubierta por nieve y rodeado por montañas, te sentirás como protagonista de una novela gótica.
Te recomendamos visitar la Plaza Central y el Palacio de Brukenthal. Cuenta con un estilo principalmente barroco (del sureste europeo, por supuesto) y alberga un sinfín de museos y fortificaciones históricas que no dejarán de aburrir a sus intrépidos visitantes.
Brasov
Situada en Rumania Central, esta ciudad combina a la perfección las vanguardias contemporáneas con un pasado histórico inmaculado. Es un paisaje encantador y fantástico que nos permite ver a lo lejos los monumentales Montes Cárpatos.
Gracias a esto, podremos disfrutar de diferentes actividades como el patinaje. Te recomendamos visitar la Iglesia Negra, antigua construcción gótica, que se ha teñido de color oscuro por el humo ocasionado por un gran incendio ocurrido en el siglo XVII.
Sighisoara
Localizado en Transilvania, esta ciudad es el lugar perfecto para deleitarse con una maravillosa arquitectura, atrapada por imponentes murallas.
Asegúrate de visitarla en el mes de julio pues cada año se realiza el Festival Medieval que te hará sentir como todo un artesano, mercader, príncipe o princesa (cada quién lo que lo convenga) del siglo XII. Otra visita obligada es la Torre del Reloj, construida en 1556, con 64 metros de altura.
Monasterios Pintados de Bucovina
Al noreste del país encontramos este pintoresco paisaje de monasterios, cuyas paredes exteriores han sido decoradas con pinturas al fresco del siglo XV y XVI, retratando santos, profetas, ángeles, demonios, la imagen de Cristo, el cielo y el infierno. Alabar a dios y temerle a Satanás, en este lugar te sentirás como en otra realidad.
Probablemente son los monasterios mejor conservados de toda Europa, además de transmitir una particular sensación espiritual que le arrebatará el alma al viajero más escéptico.
Sinaia
Situado en lo alto de las montañas, Sinaia es un paraíso para descansar y realizar actividades de nieve. Alberga también un antiguo monasterio en donde podemos encontrar la primera biblia impresa de Rumania. Los viajeros no se cansarán, pues la ciudad se transforma con cada estación.
En verano, podrán disfrutar de largas caminatas por los empinados senderos y en invierto, practicar esquí como todo un aventurero. Por último, te recomendamos visitar el Castillo de Peles, colosal construcción que nos hará sentir como en un cuento de hadas.