El centro y corazón de la Iglesia Católica se encuentra justo en el estado más pequeño de toda Europa, y es conocido también como la Santa Sede. Cuando visites este lugar te advertimos que necesitas vestir camiseta con manga, pantalones o falda larga. Además se encuentra en la capital de Italia, el pretexto perfecto para conocer esta ciudad. Aquí te dejamos cinco sitios imperdibles del Vaticano.
La Plaza de San Pedro
Fue construida a mediados del siglo XVII bajo el diseño del escultor, arquitecto y pintor italiano Gian Lorenzo Bernini; y sin duda es una de las más bonitas del mundo por sus 284 columnas y 88 pilastras que la bordean. Sus dimensiones son grandiosas: con 320 metros de longitud y 240 metros de anchura, que le permiten albergar a más de 300 mil personas.
Aquí te sugerimos admirar las 140 estatuas de santos que fueron realizadas en 1670. Una vez ahí el resto de los atractivos están a tan solo unos pasos.
La Basílica de San Pedro
Es el corazón de la Santa Sede, el templo religioso más importante del catolicismo, pero su atractivo va mucho más allá. Te sorprenderá conocer que su construcción comenzó en 1506 y finalizó hasta 1626 y en su diseño participaron arquitectos como Bramante, Miguel Ángel y Carlo Maderno.
¿Por qué de San Pedro? Su nombre lo debe al primer Papa de la historia, de nombre homónimo y cuyo cuerpo se encuentra sepultado en la Basílica. ¡Pero no te asustes! El interior de este sitio es maravilloso pues encontrarás arte por doquier: como el Baldaquino de Bernini, La Piedad de Miguel Ángel y la Estatua de San Pedro en su trono.
Además, si miras al cielo te llamará la atención su increíble cúpula, iniciada por Miguel Ángel.
Jardines del Vaticano
Son realmente imperdibles, bellos y cuentan con una extensión aproximada de 23 hectáreas. Ahí se encuentran diversas fortificaciones medievales, así como edificios y monumentos del Renacimiento y Barroco.
Aquí encontrarás flora típica del mediterráneo pero también algunas provenientes de otras partes del mundo que han sido donadas a los Papas desde hace siglos. Es perfecta para dar un paseo con la familia y descubrir una faceta diferente del Vaticano.
La Capilla Sixtina
La obra maestra de Miguel Ángel es la Capilla Sixtina y es un sitio que deberías conocer si visitas el Vaticano. Una vez dentro los frescos que recubren por completo sus paredes y techo te robarán el aliento. Todas las pinturas fueron creadas por Miguel Ángel, quien tardó cuatro años en hacerlas.
Al observarla notarás las nueve historias del génesis que ocupan la parte central; verás desde la Creación de Adán hasta el Juicio Final.
Necrópolis del Vaticano
Es un tesoro que se encuentra justo debajo de la ciudad y en cuyos pasadizos se encuentran los restos del Papa San Pedro. En sus alrededor de 100 metros de largo podrás observar 22 mausoleos distintos, algunos decorados incluso con iconografía pagana que hacen alusión a personajes como Dionisio.
Recuerda que para conocer este lugar debes dirigirte a la Oficina de los Scavi, situada en la Plaza de San Pedro, entre las 9:00 y las 17:00 horas para hacer una reservación.