México es un país colosal y cada rincón esconde misterios particulares. De norte a sur, el territorio cambia; las selvas, los desiertos, las playas, los volcanes. Es momento de redescubrir al estado de Michoacán, defendiendo a su gastronomía a través de sus mejores platillos, así que no paren de salivar y disfruten.
Cada estado es único y tiene su propia identidad.
Corundas
El primer tamal triangular del mundo (tomen nota), las corundas se envuelven en hojas de maíz y se acompañan con queso, crema, rajas y salsa (como buenos mexicanos, cada quien escoge la suya, roja o verde).
Cuenta la leyenda que estas eran el platillo favorito del emperador purépecha Caltzontzin quien las comía en ocasiones especiales, por esta razón también se les conoce como “panecillos del palacio”.
Carnitas estilo Michoacán
No es por nada que en cualquier puesto callejero de la Ciudad de México nos encontramos con la siguiente frase “Carnitas estilo Michoacán”. Así es, no son carnitas estilo Sonora ni carnitas estilo Guerrero, para nada, las buenas son las de acá.
El municipio de Quiroga se mantiene como campeón de pesos pesados en esta categoría y tradicionalmente el cerdo se prepara en grandes ollas de cobre (elaboradas en Santa Clara del Cobre).
Cociéndose a sí mismo en su propia manteca (dios bendiga a este maravilloso animal), que finalmente se sirve en tacos acompañado del kit básico del taquero: cebolla, cilantro, limón y salsa.
Chongos Zamoranos > Michoacán
Del mismísimo Zamora, Michoacán, este maravilloso postre se le atribuye a las monjas de los conventos de la época virreinal (muchas gracias señoras monjas, no me canso de comer mole y rompope, bien allí).
El plato se compone de leche cuajada con azúcar y canela y si bien eso de leche cuajada no suena muy apetitoso, por favor no dejen de probarlo, pues no se arrepentirán.
A demás de que una pequeña sorpresa los espera al momento de morderlos, pues estos hacen un particular sonido, ¡rechinan con cada bocado! No se pueden perder de esta particular experiencia.
Uchepos
A muchos les causan conflicto estos pequeños y delicados tamalitos de elote tierno pues su sabor es ligeramente dulce y suelen acompañarse con salsa verde o roja con queso cotija. Los nombres de alimentos, platillos, tipos de uvas van en bajas, y crema, teniendo como resultado final un particular sabor dulce y salado.
Sin embargo también se pueden servir como postre sustituyendo los demás ingredientes por leche condensada.
Sopa Tarasca
La mismísima bisabuela de la sopa de tortilla, este tradicional platillo combina a la perfección los elementos que contiene. Hecha a base de frijoles molidos, pasta de jitomate y chile pasilla seco, se acompaña con tiritas de tortilla frita, queso fresco, crema, epazote y chiles serranos picados.
Es espesa, caliente, crocante, fresca y maleable, la sopa tarasca se convierte en nuestro más íntimo amante para esas noches frías por debajo de la Luna michoacana.
Reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como Patrimonio Intangible de la Humanidad (UNESCO), la gastronomía michoacana retoma elementos de la cocina purépecha.
Adaptándose a los cambios para presentar platillos únicos. Los invitamos a visitar el estado y dejarse maravillar por la oferta gastronómica que presenta.