Descubre los nueve Pueblos Mágicos de Puebla, mismos que se encuentran cobijados por una naturaleza y una geografía privilegiadas, las cuales les han permitido resguardar su idiosincrasia. Enclavados en los numerosos acantilados, pendientes y relieves de la Sierra Norte de Puebla, existen nueve de estos sitios únicos que comparten el encanto poblano. Fotos: Cortesía.
Cada Pueblo Mágico tiene sus propias expresiones culturales, principalmente por las etnias que solían habitarlos, por las órdenes católicas que los evangelizaron y los climas diversos que los envuelven. Sus pródigos ecosistemas permiten que los viajeros encuentren una amplia oferta de actividades ecoturísticas, desde campamentos hasta rapel, tirolesa y natación. Cuando sea posible y seguro volver a viajar, emprende un viaje por carretera e intérnate en paisajes que parecen sacados de fantasías idílicas.
Chignahuapan: ánimo navideño
El significado de su nombre —nueve manantiales— en náhuatl pareciera un hechizo, pero en Chignahuapan realmente surgen nueve ojos de agua que dan vida a un Pueblo Mágico prodigioso en artesanías y naturaleza.
Cuando vuelva a ser posible viajar, puedes comenzar tu visita conociendo el lugar por el que fue bautizado así: la laguna homónima o de Almoloya. Ahí podrás rentar una lancha para pasear y contemplar las truchas que viven ahí o relájate pescando desde las orillas de la misma. Este cuerpo acuífero es el responsable de formar las cascadas de Quetzalapan y Tulimán.
Se encuentran a menos de nueve kilómetros de ahí, por lo que si tienes alma intrépida, dirígete a ellas para practicar senderismo, subirte a una tirolesa y reconectarte con el entorno. Si prefieres unos días de descanso más tranquilos y pintorescos, el centro de Chignahuapan es ideal. Encontrarás su artesanía distintiva: las esferas de vidrio soplado. La creatividad de las personas que trabajan en los casi 200 talleres artesanales permite que sea prácticamente imposible encontrar dos diseños iguales, con todo y que producen hasta 70 millones de piezas al año.
La temporada alta de venta de esta artesanía es de octubre a diciembre, meses en los que el pueblo se convierte en una villa navideña; sin embargo, este año fue diferente, ya que debido a la pandemia, no fue posible la venta directa, pero estas artesanías es posible encontrarlas durante todo el año en el pueblo.
Imperdible también es contemplar su kiosco de estilo mudéjar, el cual despertará tu niño interior, porque seguramente querrás subirte para jugar. Sus vibrantes colores azules, naranjas y amarillos recuerdan la herencia que los árabes dejaron en los españoles y, por ende, a nosotros.
Asimismo, una parada imprescindible, independientemente de tu religión, es la basílica de la Inmaculada Concepción, recinto que alberga una obra de arte monumental. Se trata de una virgen tallada en troncos de cedro de 14 metros de altura, hecha por los artesanos José Luis Silva y su hija Carmen, quienes trabajaron por 11 años para terminarla.
Tlatlauquitepec: adrenalina en la montaña
La tranquilidad de «Tlatlauqui», como le apodan los poblanos, se contagia desde el momento en que pones un pie en su territorio. Este Pueblo Mágico es ideal para retirarte de la ciudad y encontrarte contigo mismo.
El zócalo de Tlatlauquitepec es pequeño, pero ofrece excelentes puntos para admirar al fiel guardián de la localidad: el Cerro Cabezón, llamado así porque de perfil pareciera ser el rostro de un hombre.
Imperdible es pedalear por las calles del centro con una bicicleta rentada en la oficina de turismo del municipio o camina para encontrar los rincones más codiciados, como el mercado municipal.
Ahí encontrarás La Jarochita, un local de comida típica y sustanciosa para desayunos y comidas, en donde disfrutarás de platillos como mole y caldo de res que están disponibles desde temprano.
Una vez con el apetito saciado, pasea por los pasillos del mercado para encontrar a los campesinos que llevan sus ingredientes cosechados en sus traspatios como maíz, frijol, alverjón, chile chiltepín y haba.
Pero, si lo tuyo son las emociones extremas, dirígete al Cerro Cabezón. Esta formación rocosa está colmada principalmente de pinos y oyameles. Ahí podrás practicar senderismo o subir a sus dos tirolesas, que te llevarán por un recorrido de 150 metros de largo, cada una a 60 metros de altura.
Luego dirígete al puente colgante de estilo tibetano que tiene el lugar: posee esas mismas medidas, y desde allí puedes captar las mejores fotografías panorámicas del paisaje.
Huauchinango: con protección arbolada
Cobijado por una naturaleza envidiable, este Pueblo Mágico goza de ríos presurosos, cascadas limpias, presas profundas, barrancos y senderos obsequiados por la Sierra Norte de Puebla, que a su vez es parte de la Sierra Madre Oriental. En el idioma náhuatl su nombre deriva de cuauchinanco, que significa muralla de árboles.
Si eres amante del ecoturismo te encantará este destino, pues aquí puedes practicar rapel, acampar, pasear en lancha o a caballo o incluso pescar truchas. Luego de una dosis de adrenalina y conexión con la naturaleza, recorre la Plaza de la Constitución, que es la principal. En ésta percibirás un ambiente perfumado por azaleas y cacahuates tostados, productos que venden mujeres locales vestidas con enaguas y blusas de flores.
No olvides consentir tu paladar con el platillo típico del poblado: pollo en chiltepín con quintoniles, y los tamales de puñete de Papantla.
Pahuatlán: secreto artesano
Los habitantes de este Pueblo Mágico han logrado que el papel amate sobreviva como artesanía y símbolo de espiritualidad. A diferencia de otros sitios donde lo confeccionan, aquí un chamán local lo bendice para que la deidad que pintan sobre él tome vida. Estos papeles se usan solo para fines ceremoniales, por eso el que comprarás como artesanía no tiene este tratamiento.
El misticismo de Pahuatlán lo sentirás desde tu llegada, pues se encuentra al pie del Cerro del Brujo. Una vez en su cabecera municipal, notarás la influencia de los frailes agustinos que evangelizaron la zona y que lograron que las dos etnias latentes, nahuas y otomíes, se unieran.
Si te gustan las alturas, conoce el puente colgante a 36 metros de altura, llamado Miguel Hidalgo y Costilla, que une a Pahuatlán con Xolotla. Debido a su ubicación en Plena Sierra Norte de Puebla, también es ideal para el ecoturismo.
En tu próxima visita debes probar los chicales (hormigas) en chile chiltepín y los tamales de pascal, hechos con frijol y cacahuates.
Xicotepec de Juárez: Contrastes espirituales
La niebla que se funde con el paisaje montañoso de Xicotepec de Juárez le concede un aura mística. Fundado con motivos espirituales y dedicado al dios mexica Xochipili, el centro ceremonial Xochipila es una meca para chamanes que buscan recargarse de energías mientras otorgan ofrendas a San Juan Bautista y a la Virgen María.
Esta formación de piedras de 13.5 toneladas de peso es el único vestigio prehispánico de la zona. Sin embargo, su importancia es tanta que, cada 24 de junio, este sitio se convierte en un destino para realizar curaciones.
Una vez con tu vibra renovada, descubre la estatua de la virgen de Guadalupe, con 30 metros de altura, y luego dirígete a la parroquia de San Juan Bautista, que ostenta un estilo gótico. Imperdible degustar el vino de acachul, aguardiente de la fruta homónima que tiene la forma de una uva o un capulín.
Zacatlán: el encanto del color
Famoso por la producción de manzanas y sidra, así como refrescos carbonatados de ésta y distintas frutas, Zacatlán te enamorará por sus paisajes.
En tres de las paredes exteriores del panteón municipal encontrarás un impresionante vitromural hecho con azulejos y vidrios, en su mayoría de recuperación. Éste cuenta una breve y sublime explicación de lo más representativo del Pueblo Mágico: manzanas, el Templo Conventual Franciscano, el Valle de las Piedras Encimadas, el Reloj Floral, la Cascada Tulimán y el palacio municipal.
Tómate tu tiempo para ubicar la representación del paraíso de Tláloc, el calendario prehispánico y las imágenes de algunos pasajes bíblicos. Fue creado en 2015 por la artista plástica Trish Metzner Lynch, con ayuda de Mary Carmen Olvera, originaria del poblado.
Luego, dirígete a la Barranca de los Jilgueros, llamada así por los múltiples nidos de estas aves. En su mirador podrás apreciar a lo lejos la cascada de San Pedro Amatla.
El Centro Histórico de la ciudad preserva el estilo colonial con arcos y construcciones de tejas color marrón, además de una iglesia y un kiosco que se engalanan con un reloj floral de dos carátulas de cinco metros de diámetro.
Éste fue donado en 1986 por Relojes Centenario, empresa que abre sus puertas a modo de museo para conocer sus inicios y el papel del tiempo en la historia del ser humano. Ahí mismo, se realiza el show de los autómatas, espectáculo que fue ideado hace 25 años para celebrar la diversidad mexicana, por lo que siete muñecos mexicanos bailan al son de distintas melodías de diferentes regiones del país.
Atlixco, ciudad de las flores
De las palabras nahuas «atl», «ixtlatl», «co», que en conjunto significan “agua en la superficie del suelo o en el valle”; Atlixco es conocida como la ciudad de las flores porque sus tierras fértiles se ubican a las faldas del volcán Popocatépetl. Sus habitantes presumen de tener el mejor clima del mundo y es perfecto para contemplar la belleza natural de sus alrededores.
Debido a su colorido ambiente, Atlixco es la sede del festival multicultural de música y danza Huey Atlixcayotl, así como de diversos sitios y monumentos llenos de historia como el Ex Convento del Carmen, la Iglesia de la Merced que data de 1680, la capilla de la Tercera Orden.
Asimismo, es un sitio privilegiado por la naturaleza, gracias a los manantiales de aguas medicinales que posee y que provienen del volcán y el extraordinario clima. Estas bondades naturales de Atlixco, hacen de este sitio el ideal para tomar un momento de relax con la familia más cercana, ya sea para disfrutar de un baño en los balnearios y de la preciosa vista al volcán.
Cuetzalan del Progreso
En tiempos en los que los espacios naturales son más valorados que nunca, Cuetzalan del Progreso, te encantará, ya que se encuentra rodeado de naturaleza, cascadas, ríos y grutas en las que se pueden dar recorridos; y disfrutar de la multicultura del lugar, ya que sus habitantes conservan tradiciones y vestimentas indígenas, que lo hacen único.
Sumado a sus encantadoras danzas y bailables, ya que Cueltzalan es el sitio donde el hombre se transforma en pájaro y vuela con el ritual de los Voladores o la danza de quetzales, negritos y sus enmascarados payasos. Esta riqueza cultural te maravillará.
Cuando sea seguro viajar, hazlo local y recorre las encantadoras calles empedradas de este pueblo y admira las fachadas adosadas de sus casas, lo que es gran parte de su hermosa magia.
Cholula, prehispánico
Cuando sea momento de viajar y visites Puebla, no puedes dejar de conocer este hermoso Pueblo Mágico de Cholula, antigua capital indígena custodiada por el volcán Popocatépetl y de dos hermosas ciudad San Pedro y San Andrés. Además, es conocido por combinar la historia viva de un pueblo prehispánico con la riqueza arquitectónica y cultural de las construcciones coloniales.
Sin duda, la imagen icónica de este Pueblo Mágico es la famosa Iglesia de los Remedios, que se ve imponente en el paisaje desde lo más alto, ya que se encuentra en la cima de lo que fue la Gran Pirámide prehispánica, que en palabras de los expertos, es más grande que la pirámide de Giza.
Entre su riqueza cultural encontrarás santuarios prehispánicos, arcos mudéjares, cúpulas barrocas, así como conventos-fortaleza, en donde confirmarás la explosión espiritual y artística de lo que hoy en día es Cholula. Muestra de su gran riqueza arquitectónica religiosa es el majestuoso Templo de San Francisco Acatepec, que ostenta una increíble fachada elaborada con piezas de Talavera, típica de la región. Quien ha visitado Cholula, sabe que posee tantos tempos, que se cree que hay uno por cada día del año.
Ya con la lista en mano de todos los Pueblos Mágicos de Puebla, ve planeando tu próximo viaje a estos encantadores lugares, para que, cuando sea momento de volver a viajar, te llenes de toda su magia. visit.puebla.gob.mx
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