La palabra Tlaxcala proviene del náhuatl «tlaxcalli» que quiere decir tortilla, pero que al modificar la terminación «lli» por «lla», el significando es «Lugar de tortillas». Y claro que hace honor a su nombre, ya que es uno de los estados de la República Mexicana con la más deliciosa gastronomía, llena de historia, cultura y tradiciones.
Los tlaxcaltecas se han destacado por ser un pueblo guerrero que no puede conciliar la derrota y es por eso que merece una mención honorífica en este espacio en donde hablaremos de sus pueblos mágicos, que simplemente, no te puedes perder.
Tlaxco
Ubicada en la región montañosa que fue habitada por la cultura otomí desde el siglo XIV, Tlaxco es un municipio situado a 2,540 metros sobre el nivel del mar (no apto para cardiacos). Importante lugar histórico que representa en gran medida las tradiciones de la comunidad tlaxcalteca.
Hermosos paisajes se suman a sus atributos pues cuenta con un sinfín de bosques, arroyuelos y cascadas. Representa de buena medida lo que significa ser un pueblo “mágico” en Tlaxcala, pues aquí, te sentirás como en un cuento de hadas, rodeado por una misteriosa vegetación en dónde no sonaría para nada raro decir: ¿y en qué momento aparecerá un duende?
Entre majestuosos y desolados monumentos naturales, existen también, impresionantes haciendas coloniales que duermen sobre las pequeñas callejuelas de este encantador pueblito. Testigo de la intervención francesa, el municipio se engrandece con su historia y pinta su cuerpo con la sangre de los muchos combates que aquí se vivieron.
La riqueza arquitectónica de la ciudad sorprende hasta al más escéptico, pues en gran medida esta fue una de las principales razones para haber recibido el nombramiento de pueblo mágico. La iglesia principal fue inaugurada por el mismísimo Porfirio Díaz.
Conocido por sus artesanías de madera, producción de quesos artesanales y asombrosas haciendas pulqueras, Tlaxco es un atractivo turístico que vale la pena mencionar.
Pero sin lugar a duda, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad, son las pinturas rupestres que datan de hace unos 12 mil años. Ubicadas en las cavernas de La Parada y La Gloria, estas obras de arte conforman un verdadero tesoro histórico y antropológico.
Visitas Obligadas:
Rancho Viejo, Casa Goyri, Los Laberintos, Sierra de Tlaxco, y Laguna Atlangatepec.
Ferias y Festividades:
Feria del queso, la madera y el pulque, fiesta de San Agustín.
Huamantla
Traducido del náhuatl como el “lugar de los árboles juntos”, Huamantla es un joyita del estado de Tlaxcala. Históricamente, pues Hernán Cortés cruzó por estas tierras y se enfrentó a grupos otomíes que resguardaban el territorio tlaxcalteca.
Sin embargo una de las más dignas virtudes del municipio, es su gastronomía. Con una fuerte herencia prehispánica, los principales ingredientes de su cocina son el maíz y el maguey.
Grandes productores de aguamiel y pulques curados, también se defienden muy bien con deliciosas barbacoas, mixiotes, moles de guajolote, memelitas, gusanos de maguey, chinicuiles, escamoles, chapulines y hueveras de mosco.
Y para terminar el día, nada mejor que un cafecito de olla acompañado de unos tradicionales buñuelos elaborados con agua de flores y anís.
Artesanías
Otro particular interés de Huamantla, son sus artesanías. Destaca el bordado con canutillo de oro en mantos, donde se inscribe la figura de la Virgen de la Caridad. Esta es una tradición muy arraigada al municipio. También se realizan majestuosos tapetes y alfombras en honor a la virgen, en donde se utiliza aserrín teñido de colores, distintas flores y arenas para los trabajos más finos y elaborados en Tlaxcala.
Huamantla, Tlaxcala se pinta de fiesta, ferias y fuegos artificiales con la tradicional Huamantlada que se presenta en el mes de agosto. Sacado de la idea más estereotípica de Pamplona, aquí también se liberan a los toros por las calles. Furiosos y rabiosos, corren a máxima velocidad y las multitudes se llenan de excitación y adrenalina tratando de no ser envestidos. La ciudad se abarrota de cultura popular y folklor con corridas de toros, peleas de gallos, bailes populares, fuegos pirotécnicos y juegos mecánicos.
Visitas Obligadas:
Convento de San Luis Obispo, Santuario de la Virgen de Caridad, Palacio Municipal, Museo Taurino, Museo de la Ciudad, y Museo Nacional del Títere.
Ferias y Festividades:
Humantlada, la Noche que Nadie Duerme.