Safari, tras la lente

Si ansías lanzarte a la aventura y no sabes dónde empezar, pregúntale a los expertos. Kym y Tonya Illman, quienes han viajado por doquier para tomar fotografías impresionantes, comparten sus mejores imágenes y consejos para planear el viaje perfecto.

Hicimos nuestra primera expedición hace un par de años en el Parque Nacional de Nairobi, en Kenia, donde pasamos una noche de camino hacia Tanzania. Muy emocionados y con gran expectativa, comenzamos la aventura mientras el Sol se asomaba en el horizonte. Más tarde regresamos a nuestra tienda de campaña un tanto desilusionados por no haber visto ni un solo león. Cuando nos acercábamos a nuestro campamento y al dar la vuelta en el vehículo, de pronto vimos a una leona parada en lo alto de una roca, con aire imponente. Giró la cabeza hacia nosotros y nos observó por un instante. Simultáneamente, nos apresuramos a sacar nuestras cámaras, las cuales desafortunadamente habíamos guardado al pensar que nuestro día había finalizado. A partir de ese momento quedamos cautivados.

Los gobiernos de África abrieron las puertas al turismo para financiar las provisiones en sus vastas extensiones de tierra. El propietario de un parque safari de Sudáfrica me dijo: “Todos pagan impuestos, incluso los animales”. Eso significa que por cuatro o cinco horas al día, los leopardos, leones o elefantes deben tolerar los vehículos 4×4 a 30 metros de distancia. Con el tiempo se han acostumbrado; desde temprana edad, las crías aprenden que los automóviles no representan peligro alguno y, poco a poco, los empiezan a ver como parte del paisaje.

De hecho, gracias a los turistas, hay muchos leopardos en zonas como Sabi Sands, en Sudáfrica, para los cuales los campamentos privados son el ambiente perfecto para vivir y reproducirse. Esos hábitats son financiados por viajeros que seguramente verán uno de estos felinos si se quedan un par de días. En tres viajes diferentes a Londolozi nos deleitamos en promedio con 1.4 vistas de leopardos al día, una tasa más alta que en cualquier otro lugar.

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Dónde ir

Cuando la gente pregunta dónde se puede vivir la mejor experiencia de un safari, no es fácil decidir cuál es el lugar idóneo. Pero si se trata de una decisión rápida, escogería Masái Mara, en Kenia (maasaimara.com), sobre todo para la primera vez. El parque no es tan vasto como, por ejemplo, el Serengueti, en Tanzania (serengeti.org), por lo que es más fácil encontrar la fauna salvaje del lugar. Si te quedas un par de días, tienes grandes posibilidades de avistar a los cinco grandes: rinoceronte, león, elefante, leopardo y búfalo; además, cuenta con varias pistas de aterrizaje, así puedes evitar los largos traslados por carretera. Eso sí, ten en cuenta que los costos de los vuelos no son económicos.

Desde luego, la temporada es un factor a considerar en función del número de visitantes. En abril hay pocos y las tarifas son más bajas que en julio, agosto y septiembre, los meses migratorios de los ñus. En temporada alta puedes encontrar de 20 a 40 vehículos que buscan avistar leopardos, y si los ñus están cruzando el río Mara, no es raro observar más de 60 automóviles en los bancos del caudal.

Tanzania se ha popularizado como uno de los mejores destinos para ir de safari. El Serengueti es inigualable: aunque sus praderas se extienden en todas las direcciones, alberga unos cuantos árboles pequeños y kopjes (afloramientos rocosos) que rompen la inmensidad de la vista panorámica. Los kopjes no solo resguardan las manadas de leones; también representan un fondo espectacular para fotografías, además de ser sitios adecuados para almorzar o estirar las piernas tras un largo recorrido en vehículo. Si vas al Serengueti, haz un último esfuerzo y dirígete a la región de Gol Kopjes. El costo del seguro del coche y las horas extra de manejo desaniman a la mayoría de los viajeros, pero en esa zona hay oportunidades sin igual para grandiosas fotografías, además de que estarás solo la mayoría del tiempo.

Entre los cientos de personas que viajan a Serengueti, únicamente uno o dos eligen Katavi. Este parque al poniente de Tanzania garantiza una experiencia auténtica. Si vas en septiembre u octubre, serás recompensado con los encuentros más extraordinarios con hipopótamos, pues los dos estanques principales son el hogar de miles de estos animales. Sin embargo, cabe destacar que observarás unos cuantos vehículos, sin contar los insectos que deberás soportar y las temperaturas ardientes. Pero el viajero ferviente está dispuesto a pasar por alto esos inconvenientes.

Evita las multitudes en el Parque Nacional Ruaha, en Tanzania (ruahanationalpark.weebly.com), y en la Reserva de Caza Selous (selous.com). Ambas zonas ofrecen fabulosos campamentos y una amplia variedad de vida salvaje sin los numerosos viajeros que hay en Serengueti. Selous también brinda la ventaja de poder conducir fuera del camino (lo cual se prohíbe en la mayoría de los parques nacionales) para ver más de cerca la vida salvaje y tomar fotografías desde todos los ángulos posibles.

Botsuana es un sitio popular para estas actividades. El gobierno de ese país optó por proteger al visitante a cambio de tarifas más altas. Allí se encuentran los campamentos más caros del mundo, pero tienes casi toda la zona libre. Chobe (chobenationalpark.co.za) es un destino de ensueño para fotografiar elefantes, mientras que Okavango Delta (okavangodelta.com) es una visita obligada para ir de safari en bote y navegar por aguas cristalinas. Asimismo, es ideal para aventurarte a viajar en helicóptero: el paisaje es colorido y, generalmente, solo pagas por el tiempo de vuelo, incluso si éste debe desplazarse a otro campamento.

Los aficionados a los safaris suelen pasar por alto Zimbabue, nación con opciones y paisajes increíbles, en particular el Parque Nacional Mana Pools (zimparks.org), uno de los pocos lugares del planeta donde verás elefantes parados en sus patas traseras para comer, y es uno de los mejores sitios para ir de safari a pie con un guía. Si lo tuyo es observar gorilas, visita Ruanda o Uganda. Pese al costo de aproximadamente $700 USD por persona, por una hora con los animales, y las caminatas por el denso bosque tropical durante horas, el tiempo con la familia de gorilas es una experiencia inolvidable.

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Planea cada detalle

Los traslados de y hacia el aeropuerto por lo general se hacen en un aeroplano. Infórmate con anticipación y decide si quieres pagar ese servicio. Algunos operadores de safari ofrecen traslados por carretera hacia el campamento, lo cual es mejor opción para los viajeros con presupuesto más ajustado, aunque resulta una travesía considerablemente larga. Si te decides por el vuelo, Cessna Grand Caravan (cessna.txtav.com) es un experto en safaris confiable, aunque el equipaje está limitado a 15 kilos en una bolsa flexible. La gente suele preguntarnos cómo hicimos para transportar nuestro equipaje de más de 100 kilos en las avionetas; la respuesta: compramos un boleto de carga. Por ello, si llevas exceso de equipaje, considera esta opción.

Al tener en mente la fotografía, elegimos vehículos abiertos para no bloquear el ángulo de visión de la cámara. Hasta ahora, los vehículos más cómodos que hemos conducido están en Londolozi (londolozi.com). Cuentan con tres hileras con tres asientos de butaca, cada uno sin ninguna columna que estorbe y no tienen toldo, lo que puede ser poco conveniente en los días calurosos.

Los lentes largos requieren un sistema de estabilización; de ahí que lo ideal es tener un tripié Wimberley montado en el vehículo, pero si no se puede, una buena alternativa es usar un bastón fotográfico amarrado al soporte del toldo del vehículo para que le dé estabilidad a la cámara a la hora de disparar el obturador. Los guías también han retirado los asientos para liberar espacio y reemplazado las ventanas de vidrio laterales con plástico. Una seria advertencia: evita los autos estilo minivan, disponibles principalmente en el Masái Mara; aunque sean económicos, son incómodos, se enlodan a menudo y son lo peor para tomar fotografías.

La comunicación en un safari no es un asunto fácil. Algunos campamentos cuentan con wifi y otros no. Algunas veces hay cobertura móvil en la tienda de campaña; en otros casos el personal del campamento te lleva a ciertos sitios donde podrías obtener una señal potente. Para evitar el exorbitante costo del roaming de datos y cargos por llamadas, compra una tarjeta SIM local (en repetidas ocasiones compramos tarjetas de dos operadoras diferentes para tener una mejor cobertura). No obstante, olvídate de subir fotos en Facebook sobre el terreno, es muy poco probable que puedas hacerlo.

Asegúrate de llevar suficiente cambio para dar propinas. A cada guía suelen darle 10 dólares al día; los conductores, 4, y al personal del campamento 4, que puedes dejar en una caja de propinas.

Es indispensable tener un botiquín médico, aunque muchas veces las agencias de viajes y operadores no lo mencionan, quizá porque incrementaría los costos del safari o por si asusta a los viajeros nerviosos. De cualquier manera, sería inaudito que no lleves contigo algunos medicamentos básicos, porque es casi imposible disponer de ellos en plena maleza.

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Las mejores tomas

Para nosotros, la fotografía es la mayor atracción. Tonya y yo hemos viajado por seis naciones africanas, nos hemos hospedado en más de 34 campamentos y obtenido la excesiva cantidad de un cuarto de millón de fotografías. Descubrimos que las mejores cámaras son IDX con un lente Canon 200-400 mm, así como una 5D Mark 3 con un lente de 70-200 mm. Claro, aunque no te enloquezca tomar imágenes como nosotros, aun así seguramente querrás capturar las mejores imágenes de la vida salvaje.

Si vas a África con la intención de hacer las tomas más bellas, pregunta con anticipación a tu agente de viajes o al encargado del campamento si hay disponibilidad para contratar un guía experto en fotografía, él sabrá dónde estacionar el vehículo para obtener la mejor luz; también sugerirá ángulos diferentes y, en ocasiones, se ofrecerá para tomar fotos con su cámara extra si no llevas la tuya. Eso abre la posibilidad de capturar algunas buenas imágenes de más.

Al iniciar el día, antes de abandonar el campamento, preparamos la configuración de la cámara y hacemos pruebas. Porque no es raro encontrarte con algo digno de ser fotografiado a unos cuantos minutos del campamento. La configuración que más recomendamos es una opción neutral según cada exposición, por ejemplo ISO 500 y F/5.

La mejor manera para fotografiar en contrapicada es desde un escondite. En Mashatu Lodge (mashatu.com), Botsuana, un contenedor marítimo se hunde en un abrevadero contigo en su interior; en lugar de buscar animales, ellos van a ti. Siempre pregunta si en la reserva se encuentra un escondite o si tienes acceso a uno.

Las probabilidades de que encuentres mucho polvo en un safari es alta, lo cual no es bueno para tu equipo fotográfico. Usa las sábanas tradicionales de Masái Shuka para cubrirlo mientras te trasladas; limpia con frecuencia el sensor de tu cámara a lo largo del día, encendiéndolo y apagándolo.

Todos los fotógrafos buscan las mejores imágenes; mientras quizá utilices el botón de obturación para enfocar, te recomiendo cambiar a “enfoque con botón trasero”. Es un cambio sencillo en la configuración de las cámaras, y una vez que uses el pulgar derecho en el botón AF-On (para Canon y Nikon), no querrás hacerlo de otra forma.

Es fundamental sincronizar el tiempo local en tu cámara y cargar con tarjetas de memoria de alta velocidad. Configúrala para disparar con una tarjeta compact Flash. Disparar con una SD puede costarte fotos cuando disparas en un modo de alta velocidad. Por las noches, no olvides sacar todas las tarjetas de las cámaras y bajarlas a tu laptop. Asegúrate de poner cada una en la cámara adecuada.

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Reserva tu estadía

Si buscas elegancia y ver la mayor cantidad de animales en el menor tiempo posible, recomiendo Sabi Sands, en Sudáfrica (sabisand.co.za), donde hay campamentos con hospedajes espléndidos: buena comida y vino, cabañas con aire acondicionado y cómodos vehículos para ir de safari. Durante las excursiones, la gran ventaja es que no salen más de tres vehículos a la vez por máximo 20 minutos. Dado que esos terrenos son más pequeños que los parques nacionales, es más fácil encontrar animales; incluso es posible salir en excursión por la noche. Pero la maleza es más densa que las praderas del Serengueti o Masái Mara, por lo que el transporte se dificulta.

Una vez seleccionado el país o la zona de tu preferencia, elige los campamentos o cabañas para hospedarte. Toma en cuenta que las opciones son innumerables, así que es importante saber la ubicación del campamento en relación con la fauna. No vale la pena ahorrar 70 dólares si estás fuera del parque y debes viajar horas para ver a los animales. Es mejor pagar un poco más para estar cerca de la acción. Después, decide si prefieres hospedarte en una tienda de campaña o en un edificio. Considera si quieres agua caliente en la habitación o si no te molesta ducharte a cubetazos, o si necesitas aire acondicionado. Cuando decidas lo que quieres, comunícate con un agente de viajes. Recuerda que entre menos exigencias, menos pagas.

Nosotros preferimos campamentos más pequeños, de unas ocho cabañas o habitaciones, con electricidad para no cargar cada noche nuestras baterías en la sala de estar, donde también podamos editar las fotos antes o después de cenar.

Los alimentos son parte integral de tu experiencia. Muchos campamentos proponen comer en grupo, pero no temas pedir que te sienten por separado. Casi todas las comidas incluyen sopa de entrada, arroz o carne con papas como principal, y el postre suele ser un dulce o fruta. Es raro que te ofrezcan helado o chocolate.

Casi siempre cargamos nuestro desayuno para regresar al campamento después de las 11 de la mañana. La mayoría de los huéspedes regresa alrededor de las 9 para el desayuno. El almuerzo se sirve casi siempre a la una de la tarde. Asimismo, investiga qué bebidas están incluidas en tu tarifa; algunos campamentos incluyen todas las bebidas, otros solo ofrecen cerveza, vino y licores comunes, mientras que en otros debes pagar por todo, menos por agua. Por eso debes considerar estos costos antes e informarte.

No olvides verificar si las tarifas del parque están incluidas en el precio de hospedaje. Algunos operadores las omiten para presentar paquetes más atractivos y accesibles, y hasta la entrada del parque los viajeros descubren que deben hacer pagos extra de hasta 87 dólares por persona al día.

Seis de los mejores campamentos en África

Angama Mara, Masái Mara, Kenia. Es un excelente campamento que abrió hace menos de un año, donde todas las cabañas tienen una vista panorámica del parque que se observa hacia abajo. La atracción es la gran migración de julio a octubre. angama.com

Katavi Wildlife Camp, Parque Nacional Katavi, Tanzania. Es el clásico campamento en uno de los lugares más salvajes del mundo. Si no te importa el calor, ni los insectos en septiembre y octubre, te deleitarás con la increíble vida salvaje, en especial con los hipopótamos. kataviwildlifecamp.com

Londolozi, Sabi Sands, Sudáfrica. Experiencia de safari que ofrece hospedaje de lujo, buena comida y vino, así como personal amable. Es una gran opción para tu primer safari. londolozi.com

The Hide, Parque Nacional Hwange, Zimbabue. Es uno de los mejores campamentos en África; tiene un escondite sumergido para tomar fotografías, habitaciones grandes y un encantador comedor rodeado por el paisaje. thehide.com

Tortilis Camp, Parque Nacional Amboseli, Kenia. Campamento con vistas espectaculares del monte Kilimanjaro, una piscina y áreas comunes al aire libre. tortiliscampamboseli.com

Zarafa Camp, Botsuana. Es el lujo que vale cada centavo. Campamento con pocas cabañas grandes y elegantes, pero mucho terreno para explorar. Es común ver a muy pocas personas en tus expediciones fuera del campamento. greatplainsconservation.com

Texto y fotos tomados de Africa on Safari, Por Kym y Tonya Illman ($50 USD en amazon.com.mx).