Abordar yates que te desplazan a cinco paradisíacas playas privadas en la península de Datça o ubicarte en lo alto de impresionantes formaciones rocosas para contemplar los globos aerostáticos que brillan en Capadocia al amanecer. Estos dos hoteles en Turquía harán que tu estancia en este místico destino sea inolvidable. Fotos: Cortesía
Dos hoteles en Turquía que deben estar en la lista de todo viajero
Partí de Ciudad de México con la única consigna de dejarme maravillar por cada detalle de esta travesía, ¡mi primer viaje a Turquía! Luego de casi 16 horas de vuelo, con una breve escala en Estambul, estaba aterrizando en la costa turca. Específicamente, llegué a la ciudad de Dalaman, al suroeste del país, donde se encuentra el aeropuerto más cercano a la península de Datça. Esta es la sede del primero de estos hoteles de ensueño en Turquía: D Maris Bay.
D Maris Bay: el mar Egeo y el Mediterráneo se encuentran
Después de un trayecto carretero de poco menos de dos horas a bordo de una cómoda van, entre bosques de pino y hermosas bahías, llegué a D Maris Bay. Este lujoso hotel rodeado de naturaleza y playas secretas en la península de Datça, donde el mar Egeo y el Mediterráneo se encuentran, se sitúa en lo alto de una ladera. Tiene un terreno de 156,000 metros cuadrados, en el que se distribuyen 196 habitaciones, seis restaurantes, siete bares, un spa centrado en la filosofía de la pureza restaurativa del agua y cinco experiencias de playa distintas.
En la habitación Delux Room Sea View, los ventanales de piso a techo dejaban entrar la luz natural y el balcón privado, con una pequeña sala de estar, regalaba vistas privilegiadas del mar Egeo. Al centro, una cama king size con menú de almohadas colocado en el buró y, a un costado, una tina rodeada de ventanas que permitían seguir apreciando el paisaje. Todo con amplios espacios en los que destacaba la artesanía local.
¿Qué hacer en D Maris Bay?
Después de un descanso reparador, estaba lista para comenzar un nuevo día y disfrutar al máximo de las instalaciones y experiencias del lujoso hotel de playa. Relajación, deportes acuáticos o ambiente animado y divertido: pronto descubrí que en D Maris Bay hay una playa especial para cada gusto, así que me di a la tarea de explorarlas todas. Primero, tomé una de las cabinas panorámicas que me dejó en la playa principal: The Bay Beach. Después, abordé uno de los yates de la propiedad, destinados a desplazar a los huéspedes entre las distintas bahías.
En The Bay Beach disfruté de música y ambiente; Maris Beach fue ideal para una estancia más chic y colorida; Silence Beach me encantó por su quietud, calma y paz; en Manos Beach gocé de una estancia más privada; y La Guérite Beach me transportó a todo el estilo de Saint-Tropez. En todas encontré un completo menú de alimentos, bebidas, servicio de toallas y camastros.
La experiencia siguió, esta vez navegando por la costa turca en yate privado, mientras disfrutaba de vinos y quesos locales. Este resort cuenta con una amplia oferta de experiencias, como alquilar un yate a motor, Alia Open Sea, para descubrir las islas y pueblos cercanos en la península de Datça. El recorrido dura una hora y tiene paradas para nadar y tomar fotos.
Por otro lado, también hay una bahía asignada especialmente a los deportes acuáticos. Durante una hora puedes practicar esquí acuático y wakeboard junto a un instructor. Tampoco puedes dejar de visitar su hammam, también conocido como baño turco, dentro de Mytha Spa.
¿Dónde comer?
La comida es otro de los grandes atractivos de D Maris Bay, uno que vaya que disfruté durante mi estancia, a través de los platillos de sus seis restaurantes. Comenzando por Zuma, perfecto para disfrutar del atardecer turco y de una deliciosa cocina japonesa contemporánea donde brillan los pescados locales. La Guérite es la opción de cocina mediterránea que posee además hermosas vistas 360 y DJ en vivo. ¡Imperdible el pescado a la sal! Seguido de Nusr-Et, el reconocido steakhouse especializado en cortes de carne prime que llegan a la mesa con todo un performance al estilo del chef Nusret Gökçe. Finalmente, Manos transporta a las auténticas tabernas griegas con un mini mercado de pescados y mariscos frescos.
Así, entre deliciosa comida, hermosas playas y divertidas experiencias, disfruté de mi último día en D Maris Bay, apreciando las impresionantes vistas que se obtienen desde cualquier punto de la propiedad, protagonizadas por pequeñas islas, exuberantes bosques, cordilleras volcánicas y aguas cristalinas. Habitaciones: desde 425 EUR en dmarisbay.com
Argos in Cappadocia, entre ciudades subterráneas
Tras preparar maletas, abordé el avión que me llevaría hasta mi siguiente destino: Capadocia, sede de otro de los hoteles más hermosos de Turquía. Esta región, ubicada al centro del país, se extiende un área que abarca las provincias de Kirsehir, Nigde, Aksaray, Kayseri y Nevşehir. En esta última es donde habita el encantador hotel Argos in Cappadocia, específicamente en la pequeña ciudad de Uçhisar, rodeado por impresionantes formaciones rocosas y ciudades subterráneas. Allí dio inicio la segunda parte de esta travesía por Turquía, protagonizada por globos aerostáticos, sabores especiados, una arraigada tradición vinícola y el encanto de la gente local.
En cuanto puse un pie en Argos, me envolvió su atmósfera auténtica diseñada para integrarse con el paisaje y la estructura histórica de la región. Cuenta con 71 habitaciones que comprenden las ruinas de un monasterio con más de 2 mil años de antigüedad, cuevas interconectadas y túneles subterráneos. El amable personal me guió hasta mi habitación, en lo alto de una de las terrazas que conforman la propiedad, era acogedora, colorida y desde sus ventanas se observaba el Monte Erciyes, el Valle de las Palomas y las chimeneas de las hadas, nombre que reciben las formaciones geológicas típicas de Capadocia.
¿Qué hacer en Argos in Cappadocia?
Ahora sí, estaba lista para disfrutar de las experiencias y actividades que ofrece Argos con la finalidad de adentrar a los huéspedes en la cultura local. La tarde comenzó con una cata de vinos locales, seis etiquetas elaboradas a partir de las uvas cosechadas en los viñedos de la región. Más tarde, a través de un recorrido guiado me adentré en las ciudades subterráneas de Capadocia, que alguna vez albergaron civilizaciones de Anatolia. Otra de las experiencias que más disfruté, fue el recorrido por el huerto de Argos, en sus 1.3 hectáreas se distribuyen 40 tipos de frutas, verduras y otros ingredientes que dan vida a los platillos que sirven en los restaurantes de la propiedad.
Si prefieres las experiencias matutinas, imperdible el desayuno turco tradicional al amanecer, montado al aire libre para poder apreciar los globos aerostáticos que inundan el cielo durante las primeras horas del día. También está su alberca al aire libre, diseñada especialmente para mezclarse con el ambiente histórico. Entre risas y cocteles disfruté de algunas de las más lindas vistas del Valle de Güvercinlik y el Monte Erciyes.
Para el último día, recorriendo los empedrados callejones del hotel, llegué hasta Argos Spa, un mágico refugio de bienestar ubicado en una cueva que te invita a relajarte y a disfrutar de sus tratamientos centrados en reconectar con la armonía interior.
¿Dónde comer?
Sobre la gastronomía de Argos in Cappadocia, sus dos restaurantes siguen una línea sostenible, consciente y respetuosa con el entorno. Sirven ricos platos elaborados con productos locales y basados en recetas tradicionales de la región. Comenzando por Seki Restaurant, donde destacan las pastas artesanales, ensaladas y carnes. Además, cuentan con servicio de bebidas durante todo el día, desde café turco para después del desayuno, hasta té relajante en el atardecer.
Nahita es el otro restaurante de Argos, inspirado en las raíces anatolias, cuyo menú se enfoca solo en productos adquiridos en la zona (máximo 60 kilómetros de diámetro). La sugerencia es disfrutar de su terraza al aire libre y probar la yağlama, conocida como la lasaña Turca. Aún se me hace agua la boca de recordar este platillo elaborado a partir de lavash (un pan plano y suave hecho de harina, agua y sal), carne picada, menta, yogurt con ajo y salsa de jitomate.
Lo anterior, un ejemplo claro de los sabores protagonizados por especias que tanto caracterizan a esta región, donde habita el segundo de estos hoteles imperdibles para visitar en Turquía. Habitaciones: desde 285 EUR en argosincappadocia.com
¿Te animas a viajar a Turquía para descubrir estos dos hoteles de ensueño
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