Después abrir su propio restaurante y conquistar París con una estrella Michelin, pocas cosa parecen imposibles para el chef Indra Carrillo. Platicamos con él para entrar un momento en su mente. Descubre todo acerca de la carrera culinaria de este mexicano que está escribiendo su historia a lo grande en Europa. Fotografías: cortesía / Laurent Dupont.
Persiguiendo sus sueños
El chef Indra Carrillo se involucró en el mundo de la cocina desde una temprana edad, a los 12 años. Por lo que a los 18 emprendió un camino hacia la profesionalización en Europa. Sabía que tenía que aprender de los mejores, por lo que ingresó al Instituto Paul Bocuse. «Era un sueño para mi aprender bases solidadas de gastronomía en Francia», nos contó en entrevista telefónica.
Este chef nació en Quintana Roo y creció en Ciudad de México. Pero su vida ha estado marcada por el deseo de explorar. Así, se dio a la tarea de indagar en la gastronomía de nueve países, hasta aterrizar en Francia. Todo esto, aportó a la formación de su estilo culinario, que hoy se puede apreciar en su restaurante La Condesa.
El encanto de su espacio parisino
El nombre de su restaurante, La Condesa, rinde homenaje a la colonia donde creció y comenzó a cocinar en Ciudad de México. “Cuando escogí el nombre me hizo clic de que sería como recibir a la gente en mi casa, un lugar en donde no te ponen un menú, solo te preparan algo especial y quieres consentir a la gente que va a tu casa”, afirma el joven chef de 32 años.
El hecho de abrir su propio restaurante en París ya era todo un reto al tratarse de una de las ciudades más importantes a nivel gastronómico. Sin embargo, Indra es una persona a la que le gustan los retos, así que lo hizo a lo grande. Al cabo del primer año recibieron una estrella Michelin por la labor que estaban haciendo.
l chef asegura que el reconocimiento de la Guía Michelin llegó gracias a un trabajo en equipo. “La ganas de mejorar las tengo desde hace mucho tiempo y es algo que me enseñaron todos los chefs con los que he trabajado. La excelencia es algo que me apasiona, y trabajo con gente a la que también le apasiona”, nos confesó.
De esta forma, la experiencia en este pequeño restaurante está orientada a la excelencia y es un reconocimiento para toda las gente que trabaja ahí. Han pasado casi tres años desde la apertura de La Condesa, pero el entusiasmo y la pasión solo ha ido incrementado: “pasa el tiempo y disfruto mas lo que hago, me siento con ganas de seguir aprendiendo y progresando con mi equipo”.
Personalidad aventurera
A la hora de buscar proveedores o apostar por un equilibrio de sabores, el chef Indra Carrillo abre paso a la creatividad y el aprendizaje. Además, afirma que basta con probar bien las cosas para cambiar la opinión que se tiene de un ingrediente o de una receta. «Todo lo bien hecho es rico, por lo que como y pruebo de todo, salvo lo que esta en peligro de extinción. Soy aventurero”.
Enfrentarse a la cuarentena
Durante el tiempo de cuarentena, en La Condesa trabajaron con «In home dining», una propuesta para que los comensales pudieran pedir un menú gastronómico e ir a recogerlo o recibirlo a domicilio. Ésta fue una oportunidad para atraer a nuevos clientes y un momento para reinventarse. Actualmente ya se encuentra funcionando nuevamente, bajo las medidas de salud y seguridad que dicta el gobierno francés.
La forma en que el chef Indra Carrillo enfrentó el aislamiento siempre fue bajo una visión optimista. “Fue un momento de concientizar lo que nos rodea a diferentes niveles, en la parte profesional, fue para tomar el primer plano de cocinero, fue procurar que mi equipo estuviera bien y asegurar sus empleos. Duró mucho y son tiempos difíciles para todos, pero ocupé mi tiempo en iniciativas para apoyar de manera concreta a diferentes comunidades”, nos contó.
Una de estas iniciativas fue hacer una clase de cocina virtual para ayudar a las familias que trabajan del turismo en la península la Yucatán. “Nací en Quintana Roo y pensaba en los momentos difíciles que están pasando las personas alrededor del mundo, fue una forma de contribuir y acercarnos con gente de fuera”.
Nostalgia de México
Aunque han pasado casi 14 años desde que el chef Indra Carrillo abandonó su país de origen, sus memorias permanecen guardadas en su corazón. De este modo afirma: «México me sabe a diversidad», además de confesar que durante la cuarentena extrañó aún más algunos platillos mexicanos. Entre sus favoritos se encuentran el mole de olla, el pescado a la tikin-xic o unos buenos tacos. «Cuando voy hago mi tour de comida, desde que llego y hasta que me voy».
En la historia del chef Indra Carrillo aún hay mucho por escribir. Por ahora, el chef desea seguir en París, pese a que se le ha presentado la oportunidad de regresar. “Me encanta lo que hago y le quiero poner toda mi energía y atención a seguir mejorando como cocinero y empresario, a seguir proponiendo una cocina todavía más precisa, única”, finalizó.