Hemos acampado un par de veces, pero ahora queremos hacerlo constantemente y “profesionalizarnos” para minimizar las “incomodidades” al ir con familia. Nos hemos enamorado de esta actividad, porque acampar significa disfrutar a nuestros hijos (sin prisas) y de nosotros también. Despertarnos (sin prisas) con cosquillas, prender el fuego y hacernos de desayunar, todo (sin prisas) en contacto con la naturaleza pura. Acampar con niños es la mejor forma de desconexión. Fotos: Elsa Navarrete; Unplash; Adobe Stock.
“¿Qué es lo que más te gustó de acampar?”, le pregunté a mi hijo de tres años, tras una estancia en la zona de camping de Rancho Viejo, situado en las faldas del Nevado de Toluca. Con una gran sonrisa, me contestó: “los árboles, los bombones, la casa de campaña, la fogata …”, y la lista seguía. Lo sorprendente es que cada vez que le hago la misma pregunta, siempre enuncie muchas cosas; algo atípico para su edad. Así fue como ese contacto con la naturaleza, esas actividades al aire libre y ese trabajo comunitario se le quedó grabado en su memoria.
Acampar es un buena instancia para conocer los espacios naturales a profundidad, además de cocinar y comer al aire libre, uno de los mayores placeres de la vida. Y otro de los grandes beneficios va para los papás quienes se conectan con un estilo de crianza cercano y consciente.
¡Que acampar con niños sea único!
Para que la experiencia sea agradable para todos, les comparto algunos consejos. ¡Tomen nota!
El primer paso es animarse, no es necesario irse muy lejos ni ser un experto en campamentos; poco a poco pueden ir adquiriendo los accesorios para ir mejor preparados según sus necesidades. Recomiendo acudir a las tiendas de Decathlon porque cuenta con una gran colección de accesorios para acampar y ser parte del grupo Campismo México en Facebook para pedir, dar y conocer recomendaciones sobre todo lo relacionado a acampar.
El segundo paso es escoger el lugar adecuando para toda la familia; no significa que no se pueda acampar en medio de la nada o en la playa, pero si son las primeras veces conviene elegir aquellos con ciertas facilidades como asadores, regaderas, baños, palapas con mesa y bancas… Tal es el caso de Alpinia en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, Las Estacas en Tlaltizapán y Campamento YMCA Camohmila en Tepoztlán; los dos últimos en Morelos son buena opción para esta próxima época de invierno.
Acampar en familia es una muy buena excusa para que todos los miembros, tanto adultos como niños, participen en todas las actividades y eso empieza en casa. Se recomienda que ellos mismos acomoden sus cosas en una mochila del tamaño adecuado, claro, bajo nuestra supervisión. Hay que considerar varios cambios de ropa, un botiquín básico y tener a la mano teléfonos de emergencia.
In situ habría que enseñarles sobre el cuidado de la naturaleza y el respeto a los animales. Es aquí donde podrán poner en práctica todos esos conocimientos que les enseñan en la escuela. Hay que explorar el lugar junto con ellos para conocer la flora y la fauna y esto se puede hacer a través de actividades lúdicas para que aprendan con base a juegos. Es primordial también transmitirles cómo prevenir algunos peligros.
Para desarrollar el sentido de la cooperación hay que pedirles que apoyen en tareas sencillas como buscar ramas para prender el fuego y lavar sus trastes. Un buen tip para que tomen consciencia es tomar fotos al lugar después de recoger toda la basura y al apagar la fogata completamente.
Acampar con niños significa enseñarles amor y responsabilidad por la naturaleza y por los demás, a explorar, a compartir tareas y a adaptarse. Sin duda, cambiar las cuatro paredes por el aire puro es el mejor plan que les podemos proponer en estos tiempos de COVID-19.
¿Qué llevar a un camping?
Porque la clave está en llevar lo necesario para pasarla bien y minimizar los imprevistos, estos accesorios son imprescindibles. Para empezar, la casa de campaña es el elemento esencial. Solo debes tener en cuenta el número de personas que van a utilizarla y la situación, es decir, si es acampada en ruta o en un solo sitio, porque de eso depende la ligereza y la facilidad de montar. Es muy útil llevar un martillo con gancho para clavar y sacar las estacas.
Para elegir el slepping bag debes tener en cuenta especialmente la temperatura exterior o la época del año. También puedes optar por una hamaca para acampar y dormir entre los árboles. La colchoneta o el colchón inflable son por si quieren máxima comodidad y pueden permitirse el peso extra. Para el inflable, hay que llevar bomba eléctrica, mientras que también hay colchonetas ligeras de espuma.
En materia de accesorios de cocina, hay kits prácticos e ingeniosos que incluyen una olla de aluminio, una sartén y vajilla para dos personas. Eso sí, nada de desechables. Y como el campamento es en familia, es imprescindible una hielera. Hay algunas que son ligeras y suaves, por lo que se doblan después de su uso.
Es muy importante también llevar un botiquín básico que incluya medicinas para bajar la fiebre como paracetamol o ibuprofeno, curitas, gasas, un antiséptico para desinfectar heridas, repelente para insectos y protector solar. Otro básico para lugares sin suministro eléctrico es la linterna o lámpara. Para no depender de baterías, hay lámparas solares.
¿Listos para romper la rutina y acampar con niños? Con estos tips haz de tus días y noches de campamento recuerdos en familia indelebles.