Dulce Madera abrió hace tres años, en plena pandemia y en el puerto de Acapulco, una sede que, lamentablemente, cerró sus puertas a causa del paso del Huracán Otis; sin embargo, en la colonia Nápoles de la Ciudad de México comienza una nueva vida para Dulce Madera. Conoce su historia. Fotos: Giselle Elias Karam y Fernanda Carrasco.
Acapulco llegó a la CDMX
Sofi Valdés Pruneda y Diego Bueno inauguraron Dulce Madera el pasado mes de agosto con la ilusión de crear un rincón para comer sano y rico y que además transportara a Acapulco. “Nosotros queríamos hacer un lugar acogedor y hermoso que nos recordara los buenos momentos que hemos vivido en Acapulco”, comenta Sofo. Por eso, recurrieron a artesanos del puerto guerrerense para que les instalaran en Dulce Madera CDMX un techo de palapa y todo el mobiliario: sillas y lamparas de mimbre, así como mesas de parota. Con esta ambientación y las plantas naturales que delimitan el espacio, comer en Dulce Madera es como tomar unas micro vacaciones playeras en plena ciudad.
Tal vez quieras leer: Cómo está Acapulco a 14 días del huracán Otis.
Se me antoja Dulce Madera
El concepto de Dulce Madera está muy enfocado a servir alimentos sanos y naturales, y es especialmente recomendable para desayunar. Probamos el omelette de lomo embuchado y queso de cabra bañado en una colorida salsa de betabel. Las bebidas como el dirty chai, el matcha latte o cualquier café de especialidad están muy bien preparadas y son reconfortantes. Si prefieres algo frío, también tienen una amplia variedad de smoothies preparados con súper alimentos. Mención especial merece el pan hecho en casa: el favorito es el cruffin de cardamomo, aunque si lo prefieres, lo puedes pedir con diferentes toppings como de cúrcuma o matcha.
En la entrada de Dulce Madera verás un enorme comal en el que preparan gorditas; no dejes de probar la que va rellena de miel con queso mascarpone, una combinación perfecta para empezar tu día. Otra gordita muy recomendable es la que se llama parota, ya que va rellena de crema de almendra hecha en casa, manzana, canela y mermelada de higo. Si tu antojo es salado, entonces debes pedir una Salmadera, es decir, una gordita con relleno salado; las hay de chilaquiles o pollo con mole.
Además de los desayunos, puedes ir durante la tarde y la nochecita a comer sandwiches, toasts, quiches, ensaladas y tablas de carnes frías y quesos acompañadas de un vinito o de sus cocteles.
Perritos felices
En Dulce Madera llevan el concepto pet friendly mucho más allá, pues crearon un menú especial para perritos de todos tamaños. Les ofrecen paletas hechas de verduras y el palito para sostenerlas es de carnasa. También tiene un platillo con pollo o carne además de verduras, frutas y suplementos que es el favorito entre todos los caninos. Sofo nos comentó que la calidad de este preparado es de grado humano, así que de Dulce Madera salen perritos más que felices.
Dulce Madera para llevar
También encontrarás dentro de Dulce Madera una pequeña boutique en donde venden los productos que elaboran en casa, como mermeladas y crema de almendras y también artesanías hechas de mimbre que fabrican los artesanos de Acapulco. Adquiere carteras bolsas y cestos y lleva un pedacito de este puerto tan querido. ¡Estarás ayudando a los artesanos que tanto lo necesitan!
Te puede interesar: Vajillas, textiles y botones: usos alternativos del coco que no te imaginabas.