Despertar de un sueño profundo y apacible; abrir los ojos y mirar las vigas expuestas en un techo que se halla a unos cinco metros arriba y recordar que se está en Hacienda Temozón, una antigua hacienda productora de henequén que tuvo su auge a mediados del siglo XIX, es para felicitarse a uno mismo.
Desde esa misma cama, al voltear a la izquierda y mirar la sala de la amplia Deluxe Suite decorada con el estilo del siglo XIX —cuando las haciendas de la región eran prósperas y lujosas—, lo más probable es que se antojen las hamacas que cuelgan de los muros, pero una buena decisión sería bañarse en la tina exterior, casi al pie de la puerta doble de madera de tres pisos de altura. Sumergirse en el agua aporta las energías necesarias para vivir todas las actividades con que se disfrutará este hospedaje en Yucatán que forma parte de The Luxury Collection Hotel & Resorts.
Las habitaciones y suites se encuentran en el edificio original; en palabras del personal del hotel, se puede uno enterar cómo son los demás cuartos: algunos tienen un estilo de cabaña; otros cuentan con terraza y emocionantes vistas a los jardines, pero la Suite Presidencial, conocida también como “Casa del patrón” es un amplio espacio de 115 m2 con una hermosa alberca privada, con su fiel acompañante: un jardín elaborado precisamente para el lugar. Adereza a esta suntuosidad el hecho de que algunas de las amenidades como los jabones y los champús son elaboradas a mano por artesanos mayas, quienes participan con apoyo de la Fundación de Haciendas del Mundo Maya.
Comida en Hacienda Temozón
Al salir del cuarto y caminar unos pocos metros, se llega al edificio principal —con paredes de un tono rojo intenso enmarcado por unas gárgolas de las que brotan armoniosos y apacibles chorros de agua—, donde se halla el Restaurante Temozón. Allí se sirve una deliciosa sopa de lima y la singular cochinita pibil con tortillas hechas a mano. Al terminar la experiencia culinaria, en el mismo edificio principal es posible visitar la terraza bar; o si se prefiere, en la sección trasera se encuentra la antigua casa de máquinas, que conduce casi de manera natural a la alberca, una verdadera postal rectilínea del mar Caribe, con todo y microambiente incluido.
Capilla en Hacienda Temozón
Muy cerca de allí se mira la capilla, donde puede realizarse una ceremonia católica al más puro estilo, aunque también es posible celebrar una boda civil en el jardín trasero —con capacidad para más de mil personas—, así como participar o ser —¿por qué no?— protagonista de una boda maya en el cenote que se encuentra dentro de los terrenos de la hacienda.
La experiencia puede rubricarse con una escapada a los sitios arqueológicos más cercanos: Chichén Itzá, la Ruta Puuc, Uxmal… Eso sin olvidar los cenotes y las grutas en los que se puede sentir el abrazo de la Madre Tierra con toda su energía creadora. Habitaciones dobles desde $208 USD. haciendatemozon.com