Este nuevo refugio en la colonia Juárez y Stara San Ángel Inn conforman la marca mexicana hotelera Stara Boutique Hotels, la cual fusionó dos terrenos: una casona porfiriana y un edifico de corte moderno en la calle de Hamburgo. Esta combinación afortunada es lo primero que llama la atención, pues ingresas por una antigua fachada restaurada para llegar a una de las 60 habitaciones y manejar los servicios como luz, cortinas, ventilador y televisión desde una tableta. Fotos: Charly Ramos.
Small Luxury Hotels
Además de su privilegiada ubicación —a una calle de Paseo de la Reforma y a 15 minutos del Centro Histórico— y ser parte de Small Luxury Hotels. Otro de sus aciertos es el tamaño amplio de sus habitaciones —todas con balcón—. Siendo la más pequeña la de 50 metros cuadrados; para quienes necesiten aún más espacio al aire libre, en la planta baja encuentran ocho Terrace Suite.
La sofisticación y la comodidad van de la mano: mientras que los baños, recubiertos de mármol, lucen amenidades de L’Occitane, los ventanales aíslan el ruido exterior y bloquean los rayos UV. La decoración es contemporánea, gracias al mobiliario de estilo nórdico y las piezas de arte de personalidades como Rufino Tamayo, Mathias Goeritz, Helen Escobedo o Manuel Felguérez que embellecen las paredes.
La selección de arte también se va descubriendo en los pasillos asimétricos y los diferentes rincones, desde salas hasta pequeñas bibliotecas, que coexisten entre los seis niveles y ofrecen un deleite a cada paso. En el último piso se aloja el restaurante Roof Garden, con una terraza envidiable y la mesa del chef. Ahí mismo hay un espacio de esparcimiento, un gimnasio y una cabina para masajes, con una segunda terraza para relajarse y disfrutar de una gran postal urbana.
Otra de las joyas es el restaurante Luna Bistró que, cobijado por los viejos ladrillos y el diseño del piso original del antiguo edificio, ofrece cocina mediterránea, cuya ensalada de pulpo es infalible. Aunque tiene una carta fija, siempre se encontrará algo nuevo porque cuenta con un menú que cambia cada día. De la misma forma, no hay que dejar de probar los postres, clásicos pero bien ejecutados, como la tarta de frutos, el pastel de trufa y el flan de café. Habitaciones desde $300 USD. starahotels.com