Taxco > Tesoros entre las nubes
Abrazados por los dorados rayos de Sol de Guerrero y contagiados por el suave aire colonial que se respira en Taxco, nos dirigimos a De Cantera y Plata, un encantador y exclusivo hotel boutique alojado en una hermosa casa de estilo colonial contemporáneo, con una impresionante vista. Fotos: Laura Otero.
De Cantera y Plata
Los detalles vanguardistas de la decoración interior resaltan con la arquitectura colonial de la casa, por lo que disfrutamos de un ambiente de exclusividad y confort inigualable.
Su restaurante, sus terrazas, su piscina al aire libre, habitaciones y sus boutiques son un auténtico regalo para quienes buscan hospedarse con estilo.
Tesoros de México
Ya aquí, nos preparamos para disfrutar de la tercera y última comida maridaje organizada por Tesoros de México, que comenzamos con un ceviche de cecina con aguachile bañado con manzana y yerbabuena del chef Iván Quiroz del Hotel Boutique Casa Fernanda, que maridó muy bien con un chardonnay 2017, de Hacienda Guadalupe.
Para el segundo tiempo, el chef César Salazar del hotel Casa Hidalgo nos deleitó con un tartar de jitomates ahumados, con aceitunas y sal de humo que maridamos con un Melchum Gaby Rosé, un bien logrado ensamble de grenache con syrah, también de la vinícola Hacienda Guadalupe.
Aunque el Sol caía sobre nuestros hombros, seguimos ansiosos por disfrutar del siguiente platillo que llegó acompañado de un tempranillo cosecha 2016 -Medalla de oro en el XXI Concurso Internacional Ensenada Tierra de Vino 2013.
Para éste, el chef Marco Antonio Muñoz del Hostal de la Luz, presentó una panza de cerdo braseado en adobo negro, acompañado con puré de camote y zanahorias caramelizadas que superó todas nuestras expectativas.
Y, como siempre guardamos espacio para el postre, disfrutamos de un mousse de coco con compota de piña que, según la chef Celin Riquelme, del hotel De Cantera y Plata, es una representación de una piña colada hecha postre.
Así pues, esta comida liderada por el chef Michael Álvarez, del restaurante Jacinto y Paz – restaurante invitado- fue no sólo un agasajo para los comensales, sino también un tributo a la tierra y un homenaje a los productos que de ella vienen.