En días recientes, el gobierno del presidente Donald Trump aprobó un plan para permitir la explotación de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, a lo cual grupos ambientalistas aseguraron que se estaban ignorando las consecuencias ambientales, daños a la flora y fauna de la región, así como el hecho de que es considerado un área sagrada por los indígenas de la región.
Santuario polar
Dicho refugio cuenta con más de 600,000 hectáreas y es considerado como la última gran área silvestre de Estados Unidos. De acuerdo con información del sitio web travelalaska.es, es hogar de osos polares, ovejas, alces y bueyes. Más de 160 especies de aves dependen de este lugar para reproducirse, descansar y alimentarse.
Asimismo, habitan 36 especies de peces, 9 especies de mamíferos marinos y 36 de mamíferos terrestres. Además, esta área natural es considerada un lugar sagrado para la comunidad Gwich’in, ya que allí habitan puercoespines y caribúes, especies que son esenciales para la alimentación y la cultura de este pueblo.
Petróleo y gas
Sin embargo, en gran parte del territorio de Alaska está permitida la perforación de petróleo y gas; sin embargo, el refugio ha estado protegido desde 1960, enfrentándose en varias ocasiones a los intentos del gobierno por perturbar este santuario natural.
Fue a mediados de agosto que David Bernhardt, Secretario del Interior de Estados Unidos, anunció un plan para extraer petróleo y gas del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en búsqueda de una nueva etapa de la independencia energética estadounidense, argumentando que esto también podría crear miles de nuevos empleos.
Ambientalistas en acción
Ante dicha situación, la Sociedad Nacional Audubon, el Centro para la Diversidad Biológica, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y Amigos de la Tierra, presentaron una demanda para que la corte bloquee el plan de extracción debido a que se está ignorando la Ley Federal y violando la Ley de Política Ambiental Nacional, la Ley de Especies en Peligro de Extinción y la Ley de Conservación de Tierras de Interés Nacional de Alaska.
Por lo que, grupos ambientalistas están intentando alertar al gobierno y a la población, pues permitir la extracción de petróleo y destruir este santuario puede empeorar la crisis de cambio climático a la que ya se está enfrentando el planeta Tierra.
Cómo ayudar
De permitirse el plan de la administración de Trump para extraer petróleo y gas de esta área natural, se estará afectando enormemente al medio ambiente y a la flora y la fauna que incluye especies en peligro de extinción como los osos polares.
Si deseas sumarte a la causa, puedes firmar la petición de la World Wildlife Fund en support.worldwildlife.org. Si también lo deseas, puedes donar a organizaciones no gubernamentales que protegen a la flora, la fauna y las reservas naturales como Earth Justice, Audobon y Alaska Wilderness League.
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