La pandemia por el virus Covid-19 ha generado una crisis de salud mental, ya que las personas no saben cómo manejarla, lo cual genera ansiedad, estrés y depresión. Por eso es que turismo de bienestar será un campo fértil para recuperar el turismo. Fotos: Cortesía Zemi Beach House; Hotel Casa Bonita; Nizuc; The Westin Los Cabos; Live Aqua Urban Monterrey; Adobe stock.
Esa fue una de las conclusiones de la conferencia “Turismo wellness, aumenta tus reservas a través de la salud y el bienestar”, realizada en el marco de Abastur Digital 2020, que reunió a expertos en el tema.
Todos coincidieron que pese a que el turismo mundial ha sufrido un fuerte golpe con la pandemia del Covid-19 –según el Barómetro OMT del Turismo Mundial, el número de turistas internacionales tuvo una caída del 98% este año con respecto al anterior–, la acción de viajar es una necesidad que el ser humano no dejará de realizar, ya que mejora la vida y ayuda a la sobrevivencia.
En este contexto, el bienestar ha adquirido un nuevo significado para los viajeros, quienes se han volcado a su individualidad, a enfocarse en su ser y a consentirse; a sentirse bien física, mental y anímicamente. “Cambiamos el concepto de lujo por el de salud y bienestar, por lo que los destinos deben enfocarse en preservar y mejorar la salud del visitante”, aseguraron.
Los expertos recomendaron a los destinos, hoteles y spas, revisar qué pueden mejorar para llevar sus experiencias a otro nivel y también capacitar adecuadamente a su personal.
El potencial de México
Francisco Lugo, director de Wellness en hotel Cartesiano Puebla, indicó que en nuestro país tenemos muchas fortalezas en el tema de salud y bienestar gracias a la medicina ancestral de sus pueblos, la cual deberíamos capitalizar.
“Contamos con más de un centenar de experiencias de bienestar en México, siendo los destinos más activos Cancún, Tulum y Yucatán, donde incorporan estas técnicas ancestrales”.
Aseguró que nuestro país ha tenido, entre 2017 y 2018, un crecimiento del 572% en las reservaciones cuyo motivo principal son las experiencias de bienestar. “Las culturas prehispánicas de México tenían un conocimiento y una riqueza tremenda en temas de salud. Eran muy saludables, con excelentes hábitos de higiene”.
Francisco hizo énfasis en la herbolaria, ya que aquí existe una gran variedad de plantas maravillosas, además de la diversidad de ecosistemas y culturas, que ayudan a crear experiencias muy particulares (como el temazcal, el yoga en escenarios increíbles, el misticismo de las culturas, la riqueza de nuestra gastronomía y los cultivos que permiten tener una nutrición consiente).
“México tiene una gran oportunidad para el turismo especializado, es decir, un mercado que viene buscando más dimensiones del bienestar que van más allá de la mera parte física (la que se brinda en los spas), como la espiritual, la salud mental y la de reconectar con el planeta”.
“La industria del bienestar significa una derrama mundial de 4.5 billones de dólares; para México, en 2018, significó 17.9 mil millones de dólares (mdd), de acuerdo a un estudio de la agencia Deloitte, lo que nos habla de la enorme participación que como país tenemos. Lo mejor es que 11.7 mdd provinieron del turismo doméstico”.
Enfoque sostenible
Por su parte, Alejandro Leo, head of wellness de OurHabitas, señaló que a quien más se debe cuidar es al personal de los hoteles, “para crear una cultura del bienestar que luego se comunique a los huéspedes”.
Recalcó que no debe olvidarse que el bienestar no solo es emocional y físico, sino que también tiene que ver con el planeta, “hay que cuidarlo y educar al equipo de trabajo y a sus familias sobre este tema. En OneHabitas trabajamos con las comunidades locales y en tener hoteles sustentables que cuenten con programas que no dañen al planeta”.
Sobre este tema, Francisco aseguró que no podemos seguir haciendo las cosas como antes; es un momento de evolucionar y de apostar más a la conciencia. “Creo que pocos dentro de la industria tenemos la conciencia del impacto que tienen sobre el medio ambiente las actividades turísticas o el volumen de personas que reciben las ciudades”.
“Las proyecciones que hay sobre el mundo es que al día de hoy necesitamos de 1.7 planetas para poder satisfacer todos nuestras necesidades de consumo y también para poder manejar nuestros desechos. Faltan 29 años para quedarnos sin alimentos, 19 años sin agua fresca y 27 sin peces en el mar”.
En ese sentido, el director de wellness del Cartesiano Puebla, recomendó que los proyectos turísticos vayan de la mano de la sostenibilidad ambiental, social y económica; ésta última debe revisar cómo se hará partícipe a las comunidades locales.
Las tendencias para el 2021
Sobre lo que el próximo año le depara al turismo de bienestar, Teresa Torres, directora de esa área en Palladium Hotel Group, señaló que las tendencias serán lo natural, lo orgánico, lo vegano, lo que ayude a los demás, lo que no contamine y lo que cuide al planeta.
Además, propuso que deben diseñarse tratamientos pequeños y más accesibles en costos para llegar a otros sectores.
Por su parte, Alejandro Leo indicó que los spas y los hoteles deberán crear programas integrales que comiencen desde que recogen a los huéspedes en los aeropuertos, como brindar en el transporte una experiencia de aromaterapia acompañada de música, por ejemplo.
Los viajeros buscan no solo sentirse bien físicamente, aseguró, sino espiritual y emocionalmente, por eso buscan tratamientos que incluyan el alineamiento de chakras o el reiki, por ejemplo, que trabajan a nivel energético.
Francisco Lugo abordó las experiencias que ayudan a reconectar con el planeta y con nuestra conciencia, como el earthing, donde los participantes caminan descalzos sintiendo la tierra.
También aseguró que el próximo año, los viajeros buscarán terapias que les ayuden a encontrar su propósito de vida e incluso, las que les brinden herramientas para recuperar la calidad del sueño.