Refréscate con estos deliciosos merengues con frambuesas, agua de rosas

y crema de chocolate blanco, y diléitate en un día de pícnic de primavera.

Porciones: 6 porciones

Los merengues pueden hacerse con varios días de anticipación. Refrigéralos dentro de un recipiente de plástico.

Para la crema de chocolate blanco

Precalentar el horno a 130 °C y forrar con papel encerado una charola grande para hornear. Batir las claras de huevo hasta que estén firmes y añadir gradualmente 175 gramos de azúcar hasta que la mezcla esté espesa y muy brillante. Transferir la mezcla a una manga con duya y colocar 6 montículos sobre la charola forrada, manteniéndolos lo más alejados posible. Hornear por
1 hora hasta que estén ligeramente dorados. Transferir a una rejilla para enfriar.
Reservar 50 gramos de frambuesas para servir y mezclar el resto junto con el azúcar restante y el agua de rosas hasta que estén suaves. Conservar en refrigeración hasta que sea necesario.
Para hacer la crema de chocolate blanco, calentar la leche y la crema en una cacerola pequeña hasta casi hervir. Aparte, batir las yemas de huevo junto con el azúcar y la harina de maíz hasta obtener una mezcla suave e incorporarle un poco de la leche caliente. Regresar a la cacerola y revolver suavemente a fuego bajo, hasta que la mezcla hierva. Cocinar a fuego bajo revolviendo durante 2 minutos y después retirar del fuego.
Agregar el chocolate y mezclar hasta que se derrita; cubrir la superficie con plástico autoadherente y dejar enfriar.
Para servir, dividir los merengues en platos, agregar un poco de salsa de frambuesa, crema de chocolate y adornar con las frambuesas restantes.

Fáciles de hacer, bonitos y deliciosos, son perfectos para finalizar un pícnic. Vino blanco de postre con notas de duraznos, dulce y fresco en boca.

Sugerencia: Muscat de Beaumes de Venise Blanc, Domaine des Bernardins