Ruta cultural de Tlaxcala

Para explorar Tlaxcala con una mirada cultural, te proponemos diferentes sitios con el fin de conocerla a profundidad. Desde magníficos murales hasta zonas arqueológicas, pasando por iglesias deslumbrantes: la grandiosa herencia del estado te sorprenderá.

La ciudad de Tlaxcala, cuyo nombre oficial es Tlaxcala de Xicohténcatl, es la más grande y poblada del estado con un poco más de 100 mil habitantes; claro que al ser la entidad más pequeña de México, se entiende el número. Sin embargo, la oferta cultural es vasta: solamente en la zona de monumentos se encuentran 124 edificios con valor histórico y arquitectónico, construidos entre los siglos XVI y XIX. Uno de los más emblemáticos es el Palacio de Gobierno, dentro del que se encuentra el mural La historia de Tlaxcala y su contribución a lo mexicano, del maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin. La belleza de ellos no se debe solo al uso de colores vibrantes, diferente a los otros muralistas mexicanos, sino a que Desiderio se documentó a profundidad para plasmar la historia tlaxcalteca, y al hecho de que le tomó 30 años pintarlos, pues los hizo él solo. Éste se encuentra a un costado de la Plaza de la Constitución, un cuadrado perfecto de 75 metros cuadrados, que es desde donde se trazó la ciudad en 1524.

 

Basilica de Ocotlan

 

Al lado, la antigua parroquia de San José es un ejemplo del barroco tlaxcalteca. Su fachada se encuentra decorada por argamasa y tiene un arco de medio punto hecho de piedra, que descansa sobre pilastras clásicas. Saliendo un poco de la Plaza de la Constitución está el teatro Xicohténcatl. Recibe su nombre del guerrero tlaxcalteca que se opuso a la alianza con los conquistadores. Inaugurado en 1873, ha sido remodelado varias veces hasta llegar a la fachada actual de estilo neoclásico en cantera gris de Xaltocan.

También por la Plaza Principal, se encuentra la construcción llamada La Casa de Piedra, donde ahora yace el Hotel Posada San Francisco. Conserva su fachada del siglo XIX, así como detalles y decoraciones de la época colonial. Sus 68 habitaciones y suites resultan espacios amplios y cómodos que cuentan con balcones con vista hacia el jardín y la alberca semitechada.

 

Tlaxcala

 

Otro sitio emblemático es la Escalinata de los Héroes, cuyos costados están adornados con bustos de personalidades como Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez, Francisco I. Madero y Emiliano Zapata. Todavía dentro del centro histórico, es fácil identificar la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”, cuyo redondel ya existía en 1867, aunque fue hasta el siglo XX que quedó como ahora se le conoce; es una de las más bellas de México.

A un kilometro de todos estos sitios, hallarás el Santuario y Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, donde descansa una imagen de la Virgen María que, según la tradición, fue extraída de un corpulento ocote que ardía sin consumirse. Claro que eso es solo el principio, ya que esta capital es rica en tradiciones, edificios antiguos e historia.

Huamantla, colorida pasión

Huamantla

 

Custodiado por el volcán La Malintzin, a 45 minutos en automóvil, este Pueblo Mágico ha resultado crucial en la historia nacional debido a su ubicación estratégica entre las costas del Golfo de México y el altiplano central. De esta manera, Hernán Cortés se enfrentó en sus alrededores con el grupo otomí que resguardaba este flanco del territorio tlaxcalteca y, siglos después, hubo una batalla en contra del ejército invasor norteamericano.

Huamantla también es sinónimo de celebración, como la festividad que conlleva La Noche que Nadie Duerme, con coloridos tapetes de aserrín, y la famosa Huamantlada, en la cual sueltan toros de lidia por las calles; sin embargo, aún tiene mucho más que ofrecer este poblado de profundas raíces artísticas. Empieza por la parroquia de San Luis Obispo que, construida en 1641, cuenta con diversas joyas que debes contemplar, como su retablo laminado en oro, un órgano barroco tubular y una obra de la Virgen de Guadalupe del pintor novohispano Miguel Cabrera.

 

Huamantla

 

Al salir de este edificio de cantera oscura, dirígete al Museo Nacional del Títere frente a la Plaza Principal. Su original colección, con 730 muñecos exhibidos provenientes de todo el mundo y principalmente de los famosos titiriteros huamantlecos del siglo XIX, los hermanos Rosete Aranda, te transportará hasta aquellas antiguas carpas y teatros donde algún día presentaron una obra en conmemoración al Grito de Independencia en la que había ¡más de 800 títeres en escena! Aunque el furor de este espectáculo se ha ido apagando poco a poco, aquí podrás disfrutar de una presentación dominical, sin olvidar el Festival Internacional de Títeres que se lleva a cabo en Tlaxcala cada año.

Independientemente del criterio personal, aquí la fiesta taurina es un asunto serio; solo basta saber que es considerada Patrimonio Cultural de Tlaxcala. Para conocer éste y otro datos, así como objetos de célebres toreros, maquetas de plazas famosas, fotografías y carteles sobre el tema, acude al Museo Taurino, abierto desde 1993. Para cerrar con broche de oro, prueba los tradicionales muéganos y después súbete a un globo aerostático desde la hacienda Soltepec.

Mientras surcas los cielos despejados, caerás rendido ante los paisajes que regala el valle tlaxcalteca al pie de su volcán. Solo hay que reservar con un día de anticipación.

 

Tlaxco, más allá del tiempo

Tlaxco

 

A 44 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala, pareciera que el tiempo se ha detenido por un instante; ésa es la sensación al llegar a Tlaxco. Caminar por su plaza central es como entrar en un espacio donde el paso del tiempo es relativo. Dirígete hacia la parroquia de San Agustín, construida entre los siglos XVII y XVIII, para disfrutar su arquitectura. Admira su fachada, en la que destaca la cantera rosa, así como su torre. Al ingresar, notarás sus retablos de estilo barroco tallados en madera y laminados en oro, así como su nave en forma de cruz latina.

Al seguir el recorrido por la plaza, podrás dirigirte hacia el taller de madera MADEM, donde Miguel Ángel Márquez Sánchez ha continuado el legado de su padre y su abuelo; trabaja piezas como juguetes, muebles o figuras decorativas. Cuando llegue la hora de comer, acude al Portal Jardín, restaurante fundado hace 25 años por la familia Lima, y atendido desde hace 17 por María Elena Lima:

“Aquí hemos enseñado a nuestros hijos y nietos a apreciar la cocina regional”, expresa con orgullo.

Este restaurante ofrece platillos que expresan la identidad de la región: desde las sopas con legumbres de temporada, hasta clásicos como insectos o las sopas de hongos xoletes o la de alverjones al xoconostle. Si quieres conocer más sobre la producción de lácteos en Tlaxco, una visita a la quesería La Vaquita es indispensable. Aquí encontrarás una gran variedad de quesos, crema, nata y mantequilla, además de que puedes ingresar a las instalaciones para conocer de cerca el proceso de elaboración.

 

Hda Xochuca, Tlaxcala

 

Para indagar en la cultura pulquera de la región, acude a la hacienda Xochuca, fundada en 1847 y que se mantiene como una de las últimas haciendas pulqueras de Tlaxcala, con actividad ininterrumpida desde sus inicios. Aquí, cada año plantan 1,500 magueyes, con el fin de que alcancen la madurez y así poder rasparlos para obtener el aguamiel, que al fermentarse se transforma en pulque. Para acompañar esta bebida, elige la experiencia culinaria que ofrece la hacienda, al degustar el pollo Xochuca, preparado con verduras y envuelto en mixiote, cocido en brasas de pencas de maguey. La zona también es rica en patrimonio ancestral, que podrás conocer al admirar las pinturas rupestres de La Gloria, un yacimiento con registros pictóricos descubierto en 1984. Por último, acude a la panadería San Francisco por pan relleno de requesón.

 

Cacaxtla, Xochitécatl y Tecoaque, herencia prehispánica

Tlaxcala

 

El pueblo tlaxcalteca es mucho más antiguo que la Conquista

Prueba de ello son las tres zonas arqueológicas en el estado. La más importante es Cacaxtla. Fue descubierta el 13 de septiembre de 1975, y se sabe que perteneció a la cultura olmeca-xicalanca. Las pinturas murales se hallan en muy buen estado de conservación, lo que lo hace memorable —sobre todo la titulada El llamado de la batalla que mide 22 metros de largo y explica el proceso de guerra—.

A cuatro kilómetros de ahí, hallarás Xochitécatl, cuyo nombre se traduce como Lugar del linaje de las flores. Aunque pequeño, impresiona que la Pirámide de las Flores sea considerada como la cuarta estructura más grande de Mesoamérica, por lo menos por su base. También por la Pirámide de la Espiral, que es única por su planta circular. La última zona, Tecoaque, Lugar de las serpientes de piedra, está ubicada en San Felipe Calpulalpan. Aquí en 1993 se encontraron cráneos y restos óseos de caballos de raza árabe. Las características de los cráneos, así como perforaciones, indican que ahí habitó el pueblo de Sultepec.

 

Piramide de la Flor Tlaxcala