Dolores Hidalgo, lugar considerado como la cuna de la Independencia de México, es el hogar del viñedo Cuna de Tierra, una de las vinícolas del Bajío que más destaca por la calidad de sus elíxires. Justo como un reconocimiento a los caldos que ahí se producen, se llevó a cabo la cuarta edición de Born to be wine, un festival que conjuntó vino, gastronomía y música para celebrar el nacimiento de las uvas que se convertirán en el vino de la cosecha 2018. Texto: Cindy Medel.
Vino, maridaje y el proceso de cata
Con el fin de dar una perspectiva más amplia del proceso de elaboración del vino, maridaje y el proceso de cata, ofrecieron una serie de interesantes talleres. Entre ellos, destacó el titulado Del campo a tu copa. Donde a bordo de un camión recorrimos los campos de nebbiolo, cabernet sauvignon, merlot, syrah y cabernet franc, para descubrir el profundo respeto que le tienen a sus uvas, lo que se ve reflejado en buenos caldos.
Luego visitamos la bodega en la que seleccionan las uvas de la mejor calidad y llevan a cabo el prensado, el cual se realiza personalmente por su enólogo Juan Manchón, para asegurarse que la presión sea mínima. El fin es no dañar las paredes celulares de la uva ni a la semilla. Posteriormente, la fermentación se hace en tanques de acero inoxidable, para luego llevar los caldos a sus barricas de roble francés, húngaro o americano.
El resultado final de este proceso son ocho etiquetas: Rosado, Torre de Tierra Blanco, Torre de Tinto, Cuna de Tierra Shiraz, Pago de Vega y Mistela. Entre las que destaca Nebbiolo, un ensamble con 60% de esta cepa, 20% malbec y 20% tempranillo.
En cata, pudimos comprobar por qué su cosecha 2015 fue distinguida con diversos premios. A la vista ofrece destellos violáceos y rubíes, mientras en nariz regala aromas a chocolate, té negro y vainilla, y en boca tiene un ataque intenso con taninos suaves y bien amalgamados.
Mixología impartido por Mike Prado
Otro de los talleres estelares fue el de mixología, impartido por Mike Prado, embajador de licor Ancho Reyes, quién nos dio una clase para preparar los cocteles insignia de la marca, “gavilán” y “pepino Cuevas”.
El primero se consigue escarchando el vaso con toronja y sal, para después agregar dos onzas de Ancho Reyes, una de limón, refresco de toronja y mucho hielo. En el caso de “pepino Cuevas”. Se agregan dos onzas de licor, una de limón y media onza de miel de agave. Agrega trozos de hielo pequeño y solo tendrás que dedicarte a disfrutar.
Fue así como Born to be wine y Cuna de Tierra cerraron exitosamente con una asistencia de 1000 personas, en la que el vino y la música fueron los protagonistas de la noche. No te pierdas su próxima edición en 2018. borntobewine.mx