Ahora tendrás un motivo más para disfrutar de una deliciosa cerveza, pues más allá de ser una bebida alcohólica, también puede formar parte de la dieta mediterránea, la cual tiene una amplia historia en países como España, Grecia, Italia, Marruecos y Croacia, y que comprende un conjunto de tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, así como la pesca y la cría de animales, que la vuelven muy especial.
La dieta mediterránea, que en 2010 fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tiene como características la abundancia de alimentos vegetales como los cereales (pan, pasta, cuscús, arroz), verduras, legumbres, frutas, frutos secos y semillas. Así como el empleo de aceite de oliva virgen como fuente principal de grasa, un consumo moderado de pescado, mariscos, aves de corral, huevos y productos lácteos. Además del consumo de carne roja en pequeñas cantidades. Lo anterior de acuerdo con la Guía didáctica para una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea, publicación derivada del Proyecto MedDiet: dieta mediterránea y fomento de alimentos tradicionales.
Además, las bebidas fermentadas como la cerveza, el vino, la cava y la sidra pueden ser parte de una alimentación saludable dentro de la dieta mediterránea actual, esto de acuerdo con Centro de Información Cerveza y Salud. El organismo recuerda a su vez que la pirámide de la alimentación saludable, concebida por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), incluye a dichas bebidas, siempre que el consumo de éstas sea de forma moderada.
De la cerveza se destacan las vitaminas, los minerales y la fibra soluble, además de ingredientes que podrían estar relacionados con la mejora de la salud ósea y el sistema inmunológico, y que también por sus propiedades antioxidantes podría prevenir enfermedades degenerativas.
Para que aprendas a combinar los platillos de dicha dieta con la cerveza, la guía Los maridajes de la cerveza y la gastronomía, de la organización Cerveceros de España, explica que las cervezas claras y ligeramente amargas limpian la boca y van a la perfección con ingredientes como las anchoas, que acompañadas de pan con tomate son un clásico de la dieta mediterránea.
Mientras que los estofados van igualmente muy bien con las cervezas suaves, especialmente si el platillo tiene tomate. Las ensaladas que contienen queso de cabra, a veces perfumadas con albahaca, se relacionan perfectamente con una cerveza ale. En tanto que las berenjenas, que se pueden combinar con parmesano y destacan por su neutra cremosidad y un sabor con suaves tonos punzantes y amargos, se combinan muy bien con las cervezas de tipo medio.
Ahora ya lo sabes, si sigues la dieta mediterránea no olvides acompañarla con una rica cerveza, es una combinación deliciosa y muy saludable.