En nuestro último viaje a Perú, nos hospedamos en las dos propiedades de JW Marriott, cada uno con una personalidad diferente, pero muy ad hoc al destino en el que se ubican: Lima y Cusco. Fotos: Cortesía hoteles.
El primero es un hotel de una ciudad muy grande, con una agitada vida social; el segundo es un remanso de quietud al interior de un ex convento agustino, en una pequeña urbe en las montañas.
Ambos hoteles ofrecen el lujo, la comodidad y el excelente servicio que caracterizan a JW Marriott, con restaurantes que preparan lo mejor de la gastronomía de Perú. ¿Te gustaría conocerlos?
Sueños limeños
El distrito de Miraflores es uno de los más bonitos y turísticos de Lima. Bordea parte de la franja costera llamado Malecón de la Reserva, donde hay un corredor para caminar, sentarte en alguna banca o detenerte para tomar un café mientras comes una crepa.
Al llegar a una explanada, que de hecho es el techo de un famoso centro comercial llamado Larcomar (ubicado en un acantilado), una lujosa torre de cristal de 25 pisos se levanta orgullosa. A veces se observan parapentes sobrevolándola y casi tocando las letras que dicen JW Marriott.
El lujo está presente desde el lobby, donde se encuentra el restaurante La Vista, de cocina peruana e internacional, además del JW Sushi & Ceviche Lounge, que a partir de las 17:00 horas prepara sushis, ceviches y coctelería de autor.
Sus 300 habitaciones ofrecen vistas al océano Pacífico, aunque lo mejor es su cama y menú de almohadas que te sumergen en un sueño profundo. Todas cuentan con tina y regadera separadas.
Si te hospedas en alguna a partir del piso 18, tendrás acceso al Salón Ejecutivo, disponible las 24 horas, donde te servirán un desayuno de cortesía, almuerzo y cena ligera, y snacks. JW Marriott Lima también cuenta con gimnasio y alberca. Dónde. Malecón de la Reserva 615, Miraflores, Lima, Perú. Suites desde: $400 USD. espanol.marriott.com
Descanso en las alturas
Quien ha ido a Cusco, en Perú, sabrá que tener un buen descanso es elemental para aclimatarse rápido a los 3,399 metros sobre el nivel de mar, en los que se halla esta ciudad de los Andes peruanos.
Por eso, el JW Marriott El Convento Cusco es un sitio sin igual. Desde que llegas, te reciben con un té de coca o de muña para ayudarte a combatir el soroche (como le llaman al mal de altura), y con una sopa calientita de pollo en tu habitación, para que descanses y comas ligero en tu primer día, cuando la digestión es más lenta.
Cada una de las 153 habitaciones cuenta con un sistema de oxigenación complementaria que también ayuda a aclimatarse. Algunas se encuentran al lado de un muro inca, lo que les da una atmósfera mística.
En su hermoso patio colonial te espera Panchita, una tierna y amigable alpaca que posa para fotografiarse a tu lado junto a Bonifacia, su dueña. Después, un monje agustino te llevará por un pequeño viaje al pasado de esta construcción, que fue edificada sobre cimientos incas, mismos que podrás observar en el sótano.
Justo al lado de esa pequeña sala de museo, se encuentra la piscina techada y aclimatada que está abierta las 24 horas, y el spa. El restaurante Qespi cocinará para ti los mejores productos locales que crecen en tierras andinas, con una presentación que te enamorará a primera vista.
En las noches frías, el JW Marriott El Convento Cusco tiene una chimenea en el lobby, para disfrutar de las bebidas preparadas en el bar. Dónde.Esquina de la Calle Ruinas 432 y San Agustín, Cusco, Perú. Suites desde: $278 USD. espanol.marriott.com