Sin lugar a dudas, el Día de Muertos es una de las festividades más importantes en nuestro país – declarada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO – y los elementos de la ofrenda son un reflejo fiel de nuestro legado culinario. Por ello, un ingrediente que no puede faltar durante esta celebración es el cacao, con el cual se preparan una variedad de bebidas mexicanas que se incluyen en la tradicional ofrenda. Y se relacionan con el simbolismo que se les daba en la época prehispánica. La más importante de ellas es el chocolate.
La palabra chocolate se deriva del náhuatl xocolatl, formada por los vocablos atl (agua) y cocotl (choco). Que se refiere al ruido que hacen las semillas de cacao cuando el agua comienza a hervir. Antes de la llegada de los españoles, el cacao se utilizaba para elaborar una sofisticada bebida con agua de sabor amargo. Y como moneda para llevar a cabo el intercambio comercial (o trueque) y el pago de tributos.
El cacao es una bebida emblématica
Ya durante la Colonia, el cacao se comenzó a preparar con leche y a endulzarse con azúcar, convirtiéndose en una de las bebidas más solicitadas no sólo en la Nueva España, sino también en Europa.
Gracias a sus múltiples bondades, el chocolate se ha convertido en un favorito de la gastronomía mundial. Y resulta una opción perfecta para mitigar el desánimo de recordar a aquellos que ya no están y para hacerle frente a los gélidos climas de esta temporada del año.
Si deseas saber más sobre este milenario alimento, visita la página web de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), quienes trabajan para rescatar y fortalecer la imagen del chocolate, un símbolo de identidad nacional que forma parte de nuestra herencia y tradición. confimex.org.mx